4 abril 1990

Sus cómplices son detenidos en Francia, Jacques Esnal y Harambourne

La policía detiene a Henri Parot ‘Unai’ y desarticula el más peligroso de los comandos de ETA, el invisible comando Argala

Hechos

El 2.04.1990 fue detenido por la policía Henri Parot.

Lecturas

El terrorista detenido el martes en Sevilla cuando preparaba la voladura de la Jefatura Superior de Policía con 300 kilos de explosivo.

AUTOR DE ALGUNAS DE LAS PEORES MASACRES DE ETA:

LOS OTROS MIEMBROS DEL COMANDO CAEN EN FRANCIA

parot_esnal_harambourne Los principales complices de Parot, los también asesinos Jacques Esnal y Frederick Harambourne, fueron detenidos por la policía francesa al ser informados por la policía española. Al estar a disposición de los tribunales franceses y dado el nivel de salvajismo de sus crímenes, la fiscalía gala pedirá contra ellos la cadena perpetua.

08 Abril 1990

ETA la conexión francesa

EL MUNDO (Pedro J. Ramírez)

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TERMINA hoy una semana importante y esclarecedora para la lucha antiterrorista. Una semana marcada por la excelente noticia de la desarticulación de un comando de élite etarra, a partir de la detención en Sevilla de Henri Parot y la evitación de un atentado que podía haber sido muy sangriento -éxitos policiales por los que cabe felicitarse, y marcada también por un apretado goteo de malas noticias: los atentados de Pasajes (miércoles), San Sebastián (viernes) y Pamplona (ayer), que han costado la vida a tres personas. Sorpresa ha causado constatar la propia sorpresa policial ante la existencia del llamado «comando itinerante», integrado por ciudadanos franceses, que ha estado operando en los últimos doce años y que ha cometido los más brutales atentados sin ser detectado hasta ahora. Por contra, buena parte de las acciones que ahora se imputan a este superespecializado comando se adjudicaban hasta ahora al Comando Madrid, de cuya existencia actual comienza a dudarse, aunque parece prematuro hablar de su extinción. Más vale tarde que nunca, pero, verdaderamente, ha sido mucho el tiempo que la policía ha necesitado para dar con este comando, cuyos integrantes han sido calificados por Rosa Conde como de «sicarios que matan por dinero». Al margen de la intención desprestigiante de este calificativo, tal definición no parece que se corresponda con la realidad. El hecho de que el «comando itinerante» estuviera integrado por franceses y de que dispusiera de importantes sumas de dinero no implica un presunto carácter mercenario. Sus miembros surgen del tejido sociopolítico del nacionalismo vascofrancés, conectado al vascoespañol por toda clase de vínculos. Eso sí, la nacionalidad francesa de sus integrantes demuestra que Francia no es para ETA sólo un santuario o refugio, sino también un vivero de militantes, lo que, definitivamente, debería preocupar a los responsables de Interior galos y facilitar su colaboración convencida con las autoridades españolas, factor clave de la detención de Henri Parot en Sevilla. Esta colaboración, pese al poco entusiasmo que exterioriza el responsable de Interior Pierre Joxe, sigue apareciendo como un elemento decisivo -tanto o más que nunca- de la lucha antiterrorista, junto con las acciones coordinadas de los jueces españoles y franceses, que también han sido determinantes en la desarticulación del «comando itinerante». Se ve que ETA puede apañarse con sus comandos legales para acciones «menores», pero que necesita del «poortaviones» clandestino en suelo francés y de elementos liberados más escogidos y de comportamiento más sofisticado para las acciones «mayores». Esta dualidad, que ha existido siempre, pero hoy es más nítida, parece contar ahora, en ambos polos, con dificultades serias, aunque está claro que el margen de acción de ETA es todavía amplio. Descabezar la organización -detener, entre otros, a «Artapalo»- sigue siendo el objetivo policial y en ello tiene Francia, prácticamente, la última palabra.