7 septiembre 1901

La emperatriz china había apoyado la expulsión del país de todos los colonialistas como Alemania, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Estados Unidos o Japón

Guerra de los Boxer: una coalición de potencias europeas, los Estados Unidos y Japón aplastan la rebelión de los chinos

Hechos

  • El 7 de septiembre de 1901 la emperatriz viuda de la dinastía Qing tuvo que firmar el Tratado de Xinchou o «Protocolo Bóxer», con los gobiernos de Alemania, el Imperio Austrio-Húngaro, Bélgica, Francia, Estados Unidos, España, Reino Unido, Italia, Japón, Países Bajos y Rusia, que ponía fin al conflicto de estos países en China.

Lecturas

EL DETONANTE: KETTELER

Keteller El asesinato de von Ketteler, ministro plenipotenciario de Alemania en China, fue el inicio del levantamiento de los nacionalistas chinos (boxers) contra los representantes de todos los países extranjeros.

Viuda_Emperador_Chino La emperatriz viuda Cixí  (Tzishí) apoyó a los boxers, lo que le costó, tras consumarse la derrota de estos, que tuviera que aceptar las condiciones de los occidentales y japoneses.

Desde la derrota contra Japón en 1894-1895 China se hallaba bajo la influencia económica de las grandes potencias y el país se había ido convirtiendo progresivamente en un juguete en manos de los intereses comerciales occidentales.

A principios de siglo se multiplicaron las acciones violentas contra los residentes europeos. Dichos actos estaban reivindicados por la organización ‘para la protección y la justicia y concordia de China’, abreviados ‘bóxer’. Sus acciones tenían el apoyo de Tzu Hsi (Tzishí) la emperatriz viuda que ocupaba el poder.

En junio de 1900 los aliados decidieron enviar un contingente de tropas para proteger la línea de ferrocarril que unía Pekín y TIentsin.

El nombramiento del anti-occidental Tuan como ministro de Asuntos Exteriores del Imperio Chino confirmó que los boxers contaban con la conformidad del gobierno.

Las delegaciones diplomáticas de japoneses y occidentales fueron asesiados por los boxer. El 20 de junio de 1900 China declaró la guerra a las potencias occidentales.

El 14 de agosto el contingente extranjero liberó a los refugiados y el gobierno chino se vio obligado a aceptar las condiciones de paz impuestas por los aliados.

Las condiciones para la rendición de China.

El 7 de septiembre de 1901 se firmó la rendición de China. Alemania solicita sanciones ejemplares al debilitado país gobernado por la viuda del emperador, que han quedado fijadas de la siguiente forma:

1- China tendrá que abonar a Alemania y al resto de países la cifra de 67,5 millones de libras esterlinas y se le da el plazo de 40 años para aportarlo.

2- China deberá acordar con las potencias ganadoras (las colonias occidentales y Japón) todos los puntos de apoyo que se establezcan entre China y el mar.

3- Queda prohibido el acceso al barrio de las embajadas en Pekin por parte de ciudadanos chinos.

4- Será erigido un monumento en memoria del embajador alemán asesinado, conde Von Ketteler. Todo ello sin que ninguna de las potencias renuncie a territorio de ni concesión alguna de los ya obtenidos, ni desde luego a las nuevas ‘áreas de influencia’ que la guerra les permitió adquirir.