28 enero 1936

El diario dirigido por Francisco Villanueva reprocha al de Juan Ignacio Luca de Tena, que apoye una coalición entre republicanos de derechas y monárquicos por su oposición al Frente Popular

Los diarios ABC y EL LIBERAL se enfrentan por sus posiciones editoriales ante las elecciones de 1936

Hechos

  • El 25.01.1936 el diario EL LIBERAL dedicó su editorial al ABC.
  • El 26.01.1936 el diario ABC dedicó su editorial a EL LIBERAL.

Lecturas

El periódico El Liberal dirigido por D. Francisco Villanueva Oñate juzga como incongruente que el ABC de D. Juan Ignacio Luca de Tena García de Torres pide una coalición entre monárquicos y republicanos de derecha para derrotar al Frente Popular. El ABC responde considerando que el incongruente es El Liberal por apoyar un Frente donde se unen republicanos democráticos con comunistas y anarquistas.

25 Enero 1936

Desbarajuste monárquico. Actitudes

Editorial (Director: D. Francisco Villanueva)

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El órgano monárquico ha sentido la necesidad de explicar su actitud ante el barullo electoral de las derechas.

Y lo ha hecho ABC con su editorial de ayer, que hasta cierto punto está puesto en razón. Es monárquico, y como monárquico se conduce. Está en su derecho.

Esto no se lo discutimos nosotros ni nadie puede discutírselo. Como nadie puede discutirnos a nosotros que seamos republicanos. El ABC y EL LIBERAL definen su actitud en los mismos términos; pero expresan conceptos diametralmente opuestos. La historia de uno y del otro es desde sus primeros números un afán de concordias nacionales y a la vez una historia de arisca independencia. Servidores consecuentes de España en lo que estiman sus sustancias más profundas, estos periódicos no sirven los intereses de ningún partido ni representan tampoco la ideología de nadie.

A todos los grupos de derechas se siente unido ABC. A todos los de izquierda EL LIBERAL. Ante ninguno abdica ABC su personalidad y su criterio. Y eso mismo en lo que viene haciendo EL LIBERAL, que nació a la vida pública veintiséis años antes que ABC.

En lo que a esto se refiere, no hay más discrepancia que la fundamental, una discrepancia que equivale al abismo abierto entre la Monarquía y la República; pero que no resta beligerancia ni al uno ni al otro periódico.

En lo que ya no satisface la actitud de ABC es en lo accesorio y circunstancial del momento presente. Patrocina y propugna la unión de los monárquicos con los republicanos para fines electorales. ¡Eso es una inmoralidad!

Eso no se puede hacer en plataforma monárquica ni republicana.

A nosotros nos avergonzaría una promiscuación de esa naturaleza. Y a él le enorgullece.

¡Esta es la diferencia!

EL LIBERAL dice que los republicanos no pueden ir a ninguna parte con los monárquicos.

Y el ABC entiende que ‘el fin justifica los medios’ y que es perfectamente honesto que los monárquicos se coliguen con los republicanos, si de esa coalición resultan aquellos favorecidos con unas actas de diputado que de otra manera no podrían ganar.

¿Está también en su derecho?

En caso afirmativo, será un nuev derecho creado a la medida de las circunstancias, de las conveniencias , de las más desmedidas ambiciones, de las codicias más insoportables y de los más inconfesables propósitos.

No será una recta norma de conducta extraída de los cánones de la moralidad.

Y en eso precisamente es en lo que más coincide con el Sr. Gil Robles; coincidencia inadvertida por el colega, que dice estar identificado con el pensamiento del líder cedista, pero no con su táctica ¡Si es lo mismo!

Es la del fin justifica los medios… la táctica de los jesuitas.

En 1933 vimos al director propietario de ABC en la candidatura integrada por republicanos. En 1936, ¿volveremos a verle? Ni entonces, ni ahora, ni nunca podrá denunciar nadie una inmoralidad de esa naturaleza en el director de EL LIBERAL.

¿El ABC sigue pactando con Dios y con el diablo, en público y en privado, por un acta de diputado? En EL LIBERAL preferimos quedarnos sin representación parlamentaria si para tenerla tuviéramos que mezclar nuestros nombres modestos, pero honrados, no ya con los monárquicos, ni siquiera con esas derechas republicanas que por no ser, no son ni liberales.

Esta es la diferencia. Y así es como nosotros definimos nuestra actitud a la hora en que cada uno debe definir la suya.

Consecuencia lógica del contubernio bloquista patrocinado por ABC es lo que todos hemos sufrido en común los últimos años.

Aumento la criminalidad, porque cuando el prior juega a los naipes, ¿Qué han de hacer los frailes?

Hay setecientos mil obreros sin trabajo; pero es porque  al caer el Gobierno de las constituyentes no se levantó con el bloque derechista ninguno que mejorara, ni continuara siquiera, aquel vasto plan de obras públicas proyectado por los primeros gobernantes de la República: porque la contrarrevolución como bandera electoral y como programa de gobierno, ES LA REVOLUCIÓN MISMA.

Ni soviet, ni fascio, ni revolución, ni contrarrevolución. He ahí nuestro lema.

El de las derechas con ABC es todo lo contrario: revolución para que pueda haber contrarrevolución. Y luego plataforma electoral y carteles que acusan aumento en la criminalidad; quebranto en la economía; pero obrero…

26 Enero 1936

Contra la revolución y sus cómplices. Réplica a EL LIBERAL

Editorial (Director: D. Juan Ignacio Luca de Tena)

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EL LIBERAL pretende hoy, con unos cuantos sofismas, demostrar esta antítesis: que ABC es un periódico consecuente desde su fundación y que deja de serlo por apoyar al frente nacional contra la revolución y sus cómplices.

No le satisface que ABC propugne la unión de monárquicos y republicanos de derecha para fines electorales: “¡Eso es una inmoralidad!, grita ruborizándose. “A nosotros nos avergonzaría una promiscuación de esa naturaleza. Ya él le enorgullece”.

Paree que se le ha olvidado a EL LIBERAL que se ha hecho, sólida e indestructible, la unión de las derechas para batir al contubernio revolucionario. En cuanto se entere de que la alianza derechista está en pie, quizá la noticia le convenza de lo inútil de sus argucias para deshacerla.

Y esa unión, que nadie deshará, se ha llevado a feliz término en virtud de principios que se refieren a la religión, a la unidad de la Patria, a la paz social y a la defensa del patrimonio espiritual y material de una nación que no se resigna al vandalismo destructor, a la anarquía permanente, a la desgarradura separatista, ni a ser gobernada por Kominterns asiáticos y soviéticos.

Por eso, en un momento de peligro general, como sucede en las guerras exteriores, se unen en ejército fervoroso los que sostienen guerra interior contra los que dan a España esos epiosdios ejemplares que se denominan Asturias, Generalidad catalana, Bata, Casas Viejas, Figols, Castilblanco, impunidad e ilegidalidad en las represiones.

A EL LIBERAL le parecen una inmoralidad que los cedistas voten a los candidatos que propugnan la Monarquía y viceversa. Lo que no le parece mal es el contubernio revolucionario en que van juntos los verdugos de Casas Viejas y sus víctimas; izquierdistas que aspiran a gobernar al estilo burgués con comunistas y sindicalistas enemigos del Estado: socialistas de Moscú y socialistas posibilistas con los mismos sindicalistas que mandaron a Bata y que aplastaron en Figols. Esa sí que es promiscuicación vergonzosa.

Contra ese desbordamiento de elementos destructores se presenta el frente nacional a modo de dique. Lo mismo que en 1933 aspira a salvar lo fundamental y lo substancial de una Patria y de una civilización, del asalto de confusas turbas, sobre las que ondean banderas rojas y banderas negras: comunismo, anarquismo y odio.

Después EL LIBERAL añade: “En 1933 vimos al director de ABC en la candidatura integrada por republicanos. En 1936, ¿volveremos a verle?”

En 1933, la candidatura no estaba integrada por republicanos. ‘Integrar’ implica que todos fueran republicanos. Pues en aquella candidatura, de 13 nombres sólo había un republicano: el Sr. Royo Villanova. Los demás candidatos – hasta 12 – o eran monárquicos o no habían hecho profesión de fe republicana, como agrarios y cedistas.

En 1936, el director de ABC aspira a representar – honrándose – a Sevilla en una candidatura integrada – ahora sí – solamente por monárquicos y cedistas. EL LIBERAL, todos los días y en todos los tonos califica de monárquicos al Sr. Gil Robles y a la Confederación Española de Derechas Autónomas, lo mismo en los artículos de fondo que en los entrefiletes y caricaturas. Si Acción Popular es, según EL LIBERAL, un partid monárquico, ¿por qué s extraña de que candidatos monárquicos se alíen con ella?

Y si, contra las reiteradas aseveraciones de EL LIBERAL, Acción Popular es, como nosotros creemos, un partido que acepta la República, tenga en cuenta que en virtud de la alianza, los monáquicos votaran a los candidatos de la CEDA o de los agrarios y en las circunscripciones donde sea necesario hasta a los radicales, en un movimiento arrollador que triunfará plenamente dentro de tres semanas. Como radicales, agrarios, cedistas, etc, darán sus sufragios a los monárquicos que compongan con ellos papeleta electoral conjunta. Pues, ¿Qué quería? ¿Qué las derechas fuéramos desunidas para que el contubernio republicano-social-comunista ganara cómodamente las elecciones? El instinto de conservación de España se opone a ello por medio de la unión de las derechas, movimiento que viene de abajo y que se hubiera impuesto a la postre si los jefes hubiesen sido capaces de dificultarlo.

Para EL LIBERAL lo primero es la República. Y así está incurso en la terrible paradoja de animar a los enemigos de la libertad y aún de la República, según la actual Constitución. Pero no nos extraña, porque contradicciones tan enormes de fondo las comete sin cesar. En el mismo artículo que nos dedica figuran dos que hacen temer por el sentido lógico del colega. Dice que si hay ahora setecientos mil obreros sin trabajo es porque los gobiernos del bloque derechista “no mejoraron ni continuaron siquiera aquel vasto plan de obras públicas proyectados por los primeros gobernantes de l República”. Los cuales, en verdad ,no prepararon ningún plan, limitándose a anular, destruir o tregiversar los de la Monarquía. Y dice, asimismo – nueva afirmación sorprendente – que ‘no hay economía que resista la provocación constante de la contrarrevolución a la revolución”.

Para EL LIBERAL, es antes la medicina que la enfermedad, la defensa que el ataque, la contrarrevolución, que la revolución que la motiva. Para las derechas lo primero es España, y en defensa de ella han formado una unión indestructible que nada ni nadie quebrantará.

28 Enero 1936

Para ABC. Su actitud es inexplicable. Y en vano pretende explicarla

Editorial (Director: D. Francisco Villanueva)

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El ABC contestó el domingo a nuestro editorial del sábado sobre actitudes políticas de este y de aquel periodo más o menos concordantes con sus ideologías que supone propugnar alianzas electorales de los monárquicos con lso republicanos. Y no sólo propugnarlas, sino hacerlas personalmente, como ocurrió en la candidatura por Madrid el año 1933.

El colega explica lo ocurrido entonces diciendo que el único republicano que hubo en aquella candidatura fue el Sr. Royo Villanova, porque los otros aún no se habían definido en aquella fecha. El Sr. Royo, por lo visto, no significaba gran cosa.

Pero el caso es que ahora, en 1936, ya se han definido todos. Los de Acción Popular, los agrarios y los liberales demócratas no sólo han declarado ser republicanos, sino que han gobernado la República en 1934 y 35, y a juzgar por lo que dicen los señores Alba, Maura y Martínez de Velasco, continúan siendo republicanos, ya que el Sr. Gil Robles, en nombre de Acción Popular, así lo ha declarado reiterada y solemnemente en las conferencias electorales que con ellos ha tenido. Y no obstante ABC sigue propugnando la unión de los monárquicos con los republicanos que es un fraude electoral, ya que no se concibe que el elector vote consciente e indistintamente en una misma candidatura para diputados a Cortes a republicanos y monárquicos.

¿Qué voto es ese?

El director de ABC – dice – íntegra en estas elecciones la candidatura por Sevilla a título de monárquico, con la CEDA, porque, como sabe perfectamente EL LIBERAL, la CEDA Es monárquica.

¡Ah! Pues entonces esa candidatura no deberá ocultar a los electores de Sevilla esa condición. Y suponemos que se denominará ‘Candidatura monárquica para diputados a Cortes’, como se llaman republicanas las que no fían su triunfo al fraude electoral. ¿A que no lo hacen así? No es además cierto que EL LIBERAL haya dicho que la CEDA es monárquica. La CEDA es la Confederación Española de Derechas Autónomas. Esa Confederación está formada por Acción Popular, por los radicales, por los agrarios, por los liberal demócratas y por los regionalistas catalanes. Sea cual fuere la opinión que tenga EL LIBERAL sobre el republicanismo de cada uno de esos partidos, lo cierto es que ellos se declaran republicanos y que como tales han gobernado la República… De regir ABC su conducta por la opinión de EL LIBERAL, cambiaría pronto su significación monárquica por la nuestra, que es republicana…

No tenemos tantas pretensiones: pero ahora resulta que el colega es tan galante con nosotros, que al definir su actitud no hace caso de lo que dice la CEDA y toma como fundamento lo que supone dicho por EL LIBERAL.

Es lo más probable que acierte; pero está convicto y confeso respecto a la responsabilidad que le atribuimos la inmoralidad que supone la unión electoral de los republicanos con los monárquicos.

¿Qué también nosotros defendemos al Frente Popular integrado por republicanos, socialistas, comunistas y sindicalistas?

Naturalmente, porque todos esos partidos son republicanos. Lo es cada uno a su manera; pero todos ven en la República la mejor forma de Gobierno; todos contribuyeron a proclamarla el 14 de abril de 1931 y se disponen a rescatarla para consolidarla el 16 de febrero de 1936.

Unos son republicanos democráticos y parlamentarios. A esta significación corresponden los socialistas que votaron la Constitución. Otros prefieren una República como la de los soviets rusos y otros una República sindicalista; pero TODOS REPUBLICANOS.

La CEDA, esto es, la Confederación Española de Derechas Autónomas dice lo mismo. Gil Robles aboga por una República autoritaria y vaticanista. Lerroux y Martínez de Velasco, y Álvarez (D. Melquiades) por una República democrática y parlamentaria, de un sentido conservador muy acusado. Cambó quiere puna República federal que haga de Cataluña un Estado independiente dentro de la Confederación Ibérica. ¿A qué República de estas está adicto ABC? ¿Qué República de estas es la de su director como integrante de la candidatura por Sevilla? En el bloque, no sólo están virtualmente contenidos todas esas repúblicas enumeradas; hay una más y esta es la de ABC: LA REPÚBLICA MONÁRQUICA.

No tenemos el propósito de descomponer el bloque entre otras razones porque no puede estar más descompuesto. Lo que si nos proponemos es denunciar el FRAUDE ELECTORAL que con esas candidaturas se persigue.

Lo demás corresponde hacerle a los electores, y a su fallo nos remitimos.