Luis Abril abandona Telefónica tras 12 años en la compañía ante la decisión de César Alierta de volver a los medios de comunicación como accionista de PRISA y DTS Canal Plus

La salida de Telefónica de Luis Abril, junto con otros directivos que han sido hasta este 21 de noviembre de 2012 el corazón de la gestión de la primera compañía de España, podría no explicarse por razones personales.

Podrían ser las mismas razones que estarían detrás del rosario de abandonos de directivos punteros que se están produciendo rápidamente en todo tipo de compañías en tan sólo una semana: una reforma fiscal que el Gobierno parece a punto de aprobar.

“Ni un Gobierno de Izquierda Unida habría llegado tan lejos”, ha reconocido una persona que abandonará su cargo hoy mismo, con el ruego de no ser identificada. La razón, un cambio en la tributación de las indemnizaciones de los altos directivos que puede alcanzar hasta el 75% de la retribución pactada para su salida de la compañía.

Hasta hoy, las indemnizaciones de estos profesionales altamente cualificados disfrutaban de una reducción impositiva del 40% hasta los 600.000 euros, siempre que llevaran dos años de antigüedad en la empresa. A partir de esa cifra, tributaban según su tipo marginal.

Con la reforma que estudia el equipo De Guindos-Montoro, desaparecería esa reducción. Y además, se crearía la fórmula con tipo especial en el Impuesto sobre el Patrimonio que completaría la recaudación hasta el 75% de la cifra final, incluso en comunidades autónomas donde está bonificado, como la de Madrid.

Numerosos ejecutivos, que han visto rebajados sus sueldos en torno al 25% por los ajustes de las compañías, están optando por abandonar sus responsabilidades ante una iniciativa que consideran “confiscatoria” y “contraria a la competencia con otras empresas del mundo”.

Si la reforma se aprueba conforme al informe enviado a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, las únicas indemnizaciones que escaparán serán las inferiores a seis meses de salario.