1 julio 2004

Sáez tenía contrato hasta 2006, pero no aguantó la fuerte presión contra él

Luis Aragonés, ‘el sabio de hortaleza’ es nombrado nuevo selecionador de España en sustitución de Iñaki Sáez

Hechos

El 1.07.2004 D. Luis Aragonés fue nombrado nuevo Seleccionador de España.

Lecturas

El presidente de la Federación Española de Fútbol, D. Ángel María Villar, anunció a las 18:00 del 1.07.2004 que D. Luis Aragonés sería el nuevo Seleccionador Nacional de España. El nombre del Sr. Aragonés no era el único, la federación también había negociado con D. Benito Floro y con D. Víctor Fernández, pero finalmente el elegido fue el Sr. Aragonés.

Raúl: «Merecía este reconocimiento’

raul_futbol El capitán de la Selección Española, Raúl, fue el primero en felicitar públicamente al nuevo Seleccionador Nacional: «Le doy la enhorabuena y le deseo lo mejor en la nueva etapa que va a comenzar en el equipo nacional» (…) «Merecía este reconocimiento a su brillante trayectoria».  Sin embargo la realidad es que pronto se difundiría las malas relaciones entre Raúl y el Sr. Aragonés, hasta el punto de que el Seleccionador nacional decidiría no convocar al citado futbolista a los principales partidos de la Selección española.

02 Julio 2004

EL SABIO QUE NECESITABA A ESPAÑA

Elías Israel

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Luis, el técnico del consenso, ya es seleccionador nacional. La elección del sentido común, no por tardar más tiempo del necesario es la acertada. Y digo sentido común porque de lo que ofrecía el mercado, Luis merecía más que nadie esta oportunidad. Su edad le ayuda a tener una perspectiva clara de mal endémico de la Selección. Es una apuesta de ilusión porque como buen ‘sabio’, llega con las mismas ganas de escuchar que de trabajar. Éste es el argumento que nos animó a apostar por él un día después de que España cayese y el que nos invita a acoger su llegada con gran satisfacción. Hay que agradecer también el gesto de Mallorca, que ha cumplido su palabra y que ha liberado a su técnico, demostrando que para algunos clubes la Selección sigue siendo muy importante y no un mal necesario como algunos la consideran.

Nada más conocer la noticia a través de Javi Matallanas en RADIO MARCA, pensé en que ojalá Luis consiga acabar con la envidia que siento en este momento. Y digo envidia porque el fútbol español no debe estar por detrás del portugués, ni del griego… porque es una pena tener que ver siempre las semifinales a través de la pequeña pantalla, pensando que España podría estar este fin de semana jugando una final… y son ya demasiadas las ocasiones que se nos ha ido de las manos por mala suerte, malos árbitros o mál fútbol.

Será interesante comprobar como artícula Luis ‘la gran sentada’ esa revolucionaria idea en la que pretende aunar a todo el entorno del fútbol. Será una hermosa experiencia poner el estilo de la Selección a debate, aunque pienso que en el fondo, el sabio sólo pretende fortalecer el compromiso en torno a una idea y crear un estado de ánimo adecuado en torno a la Selección, donde todos rememos hacia el mismo lado. Sólo el intento, por novedoso y distinto, merece que todos lo apoyemos.

En cuanto a la final Grecia-Portugal, el hecho de que nuestros dos rivales de grupo se jueguen el título no dulcifica el fracaso de España en la Eurocopa. Al contrario, la reflexión que hago es que hemos perdido una ocasión histórica, lamentando una vez más lo lejos que podíamos haber llegado con la selección que teníamos…

Elías Israel

02 Julio 2004

Sabia decisión que no exigía tanto rollo

Alfredo Relaño

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Bueno, pues habemus papa. Al final fue Luis, sabia decisión, para la que no hacía falta tanto rollo. Desde que se supo que Alemany daba su plácet (hay que elogiar su actitud de sacrifico propio en favor del bien común) todo lo que ha seguido ha sobrado. Un marear la perdiz de Villar en busca de una salida para no hacer algo que le desagradaba visiblemente, pero que en realidad le favorece. El fútbol español en general aprueba esta elección y cualquier otra se hubiera entendido regular o mal. Luis tiene un respeto general en el mundo del fútbol, entre sus colegas y entre los jugadores, y una trayectoria que merecía un colofón así.

Luis llegó al fútbol mayor a principios de los sesenta. Criado en la cantera del Madrid Imperial, cuando le llegó la edad del salto se encontró su puesto cerrado por Del Sol, nada menos. Tras una serie de cesiones recaló en el Betis, a donde le envió el club (con disgusto de Bernabéu cuando lo supo) como parte del pago por el fichaje del lateral Isidro, padre de Quique Flores. Allí cuajó en un jugadorazo, interior de juego inteligente, muy industrioso y con facilidad para aparecer en el área y marcar. Lo fichó el Atlético (el Madrid lo quiso recuperar, pero le dio apuro pagar por un jugador que había dejado ir) y allí hizo leyenda.

Fue líder y estudioso, y ya en sus últimos años hacía un poquito de entrenador cuando el de turno floejaba. Por eso no le costó nada ocupar el banquillo cuando se lo pidieron, en plena temporada, de un día para otro. Tantos años después sigue con la misma afición de entonces. Pese a lo que su aspecto un tanto descuidado podría hacer pensar, en el trabajo es minucioso y detallista. Con los jugadores tiene un trato ideal. Eso le ha permitido pasar largamente de los mil partidos como entrenador, en plenitud de sus potencialidades profesionales. Ahora le llega el reto más bonito y más difícil de su carrera. Que tenga mucha suerte.

27 Junio 2006

Nadie lo merece más que él

J. J. Santos

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Con los años, el fútbol te va dejando amigos, pocos, y algunos enemigos. Los primeros no alardean de ellos. Los segundos buscan la menor ocasión para zaheirte. Luis no es mucho de hacer amigos, pero tampoco tiene sus grandes enemigos. SU forma de ser le permite estar cerca de los jugadores, que es lo que me importa en su profesión. Me precio de ser amigo de Luis. La química comenzó a funcionar hace 25 años y hasta ahora. Él es el mejor preparado para el cargo de seleccionador, y no lo digo como amigo. Maneja un vestuario, una sala de prensa o una reunión de directivos como nadie.

Se ha sabido adaptar a los tiempos. Cuando llegó el virus de los sistemas defensivos, en los ochenta, él arriesgaba aún con el 4-3-3. Supo evolucionar hacia un mejor reparto de tareas aprovechando las innovaciones de Sacchi. Tampoco abandonó jamás la idea de un contragolpe mortal, sobre todo si el rival era superior. Maneja todas las situaciones del juego, incluidas las que puede controlar desde la banda, presionando a los rivales o al cuarteto arbitral. Un aval más: a su edad no va a cambiar, aunque sea seleccionador nacional. Esperemos que, además, se rodee de buena gente.

J. J. Santos