25 noviembre 2002

Feliu siempre se ha mostrado dolida por los medios en los que se especuló que su secuestro fue un montaje

Maria Àngels Feliu, la farmacéutica víctima del secuestro de Olot, acepta conceder una entrevista a Josep Miquel Bolló para TV3

Hechos

El 25 de noviembre de 2002 TV3 emite una entrevista a Dña. Mari Àngels Feliu.

27 Noviembre 2002

Marcada, pero fuerte

Ferrán Monegal

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Ante el inminente juicio del secuestro que sufrió hace 10 años, Maria Àngels Feliu ha concedido una entre vista, casi un monólogo, que emitió ayer por la noche TV-3. Ha si do un documento con infinidad de matices. De entrada, uno que nos afecta a los periodistas: Maria Àngels aceptó hablar sólo en presencia de Josep Maria Bollò, del que dijo: «Es un periodista del que me fío». O sea, la desconfianza, la aprensión, que le ha quedado a esta mujer sobre nuestro gremio es tremebunda. No le voy a quitar ni un gramo de razón. Durante su comparecencia nos pasaron imágenes de cuando Pepe Navarro degradaba el periodismo, transformándolo en infamia, en La sonrisa del pelícano, y lanzaba sobre el caso Feliu toda suerte de inmundicia. Sepa Maria Àngels, aunque no sea consuelo en absoluto, que a éste pájaro un juez le ha condenado, recientemente, en sentencia firme, por haber agredido y lesionado gravemente a su compañera. No es consuelo, repito, ni redime la práctica del falso periodismo, pero ayuda a explicar la catadura de quien tanta basura almacenó en su caverna televisiva. Otro aspecto resaltable de la comparecencia de Maria Àngels ha sido ver y escuchar cómo en muy pocas frases –escuetas y contenidas– nos ha evocado su secuestro. Ha dicho mucho, y muy intenso, en pocos minutos. «Sensació de fred. Foscor. Humitat. Por. Els xis clets de les rates. La fòbia a les for migues. El primer que vaig veure al sortir va ser la lluna plena. Des prés de l’eufòria, va venir l’angoi xa. No sóc la que era. Cada nit somio. Ningú no m’ha pogut en senyar a dominar el subcons cient. Tota la família hem quedat marcats. Aquest judici no em be neficia per a res. Que ningú es fi qui amb el meu pare. Si ho fan, mossegaré. Ja n’hi ha prou. Ja n’hi ha prou». Amarga poética la de Maria Àngels Feliu. No obstan te, no hubo llanto, ni desespera ción alguna. Mujer marcada, sin duda. Pero de enorme fortaleza.