17 octubre 2022

Ana Rosa Quintana y Risto Mejide defienden desde sus programas a su todavía jefe que acaba de cumplir los 70 años

Paolo Vasile abandona la dirección de Mediaset España y pone fin a una etapa en la televisión en España, sus competencias se repartirán entre Borja Prado y los directivos Salem, Mussolino y Sala

Hechos

  • El 17.10.2022 el diario EL MUNDO anuncia en su web de la inminente destitución de D. Paolo Vasile como consejero delegado de Mediaset España.
  • El 1.01.2023 finaliza el mandato de D. Paolo Vasile como consejero delegado de Mediaset España.

Lecturas

El 17 de octubre de 2022 la web de elmundo.es anuncia que el Grupo Mediaset, dirigido internacionalmente por la familia Berlusconi iba a prescindir de D. Paolo Vasile, consejerado delegado de su operador de televisión desde 1999 (primero se denominaba Gestevisión-Telecinco y, desde 2011, pasó a denominarse Mediaset España).

El día 18 de octubre de 2022 El Mundo en su edición impresa dedicó una doble-página anunciar el inminente fin del Sr. Vasile, el resto de periódicos encabezados por El País también dan cuenta de ello. Dña. Ana Rosa Quintana en su programa, ‘El Programa de Ana Rosa’, producido por Unicorn, asegura el 18 de octubre de 2022 que la marcha del Sr. Vasile era voluntaria «aquí no hay ninguna destitución» y aprovechó para decir que este «había hecho historia de la televisión», «la televisión en España no habría sido igual sin Paolo Vasile». Fue D. Paolo Vasile quien escogió a Dña. Ana Rosa Quintana para que condujera las mañanas en su cadena de televisión en 2005.

La tarde del 18 de octubre de 2022 el programa ‘Todo Es Mentira’ (La Fábrica de la Tele) del grupo Mediaset acusó a El Mundo  de haber mentido por insinuar que había sido una destitución. «Sé que mienten y sé por qué mienten». Y dijo que el Sr. Vasile «es una persono a la que conozco, aprecio y admiro» y que este «lleva 23 años dándolo absolutamente todo por esta casa».

El 19 de octubre e 2022 el periódico El País recoge declaraciones de D. Paolo Vasile en la que asegura que pretendía a anunciar su retiro voluntario pero que alguien se adelantó filtrando su retirada como destitución a El Mundo para hacerle daño.

El 10 de noviembre de 2022 el Grupo Mediaset comunica formalmente el relevo de D. Paolo Vasile como consejero delegado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CMNV). En el comunicado se anuncia que el presidente de Mediaset, D. Borja Prado Eulate, asumirá funciones ejecutivas (hasta ahora era un presidente no ejecutivo) y que se designarán tres consejeros delegados, D. Alessandro Salem al frente de contenidos, D. Massimo Musolino al frente de las áreas de gestión y D. Stefano Sala al frente de Publiespaña. Los cambios se harán efectivos el 1 de enero de 2023.

El 27 de noviembre de 2022 el diario El País  publica un reportaje que atribuye como uno de los motivos de la marcha del Sr. Vasile en ese momento y de esa forma fue la posición de D. Borja Prado Eulate, el presidente de Mediaset España. De acuerdo a esta versión el Sr. Prado se enfureció con el Sr. Vasile por que una productora de Mediaset, Mandarina, realizó un documental contra el Rey Juan Carlos ‘Salvar al Rey’ que incluía referencias despectivas hacia D. Manuel Prado Colón de Carvajal, el padre (fallecido) de D. Borja Prado Eulate.

El día 18 de octubre de 2022 EL MUNDO dedicó una doble-página anunciar el inminente fin del Sr. Vasile.

Dña. Ana Rosa Quintana en su programa, ‘El Programa de Ana Rosa’, producido por Unicorn, asegura el 18 de octubre de 2022 que la marcha del Sr. Vasile era voluntaria «aquí no hay ninguna destitución» y aprovechó para decir que este «había hecho historia de la televisión», «la televisión en España no habría sido igual sin Paolo Vasile». Fue D. Paolo Vasile quien escogió a Dña. Ana Rosa Quintana para que condujera las mañanas en su cadena de televisión en 2005.

La tarde del 18 de octubre de 2022 el programa ‘Todo Es Mentira’ (La Fábrica de la Tele) del grupo Mediaset acusó a EL MUNDO de haber mentido por insinuar que había sido una destitución. «Sé que mienten y sé por qué mienten». Y dijo que el Sr. Vasile «es una persono a la que conozco, aprecio y admiro» y que este «lleva 23 años dándolo absolutamente todo por esta casa».

18 Octubre 2022

Mediaset prescinde de Paolo Vasile

Eduardo Fernández

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Paolo Vasile abandona el puesto de CEO de Mediaset España. El principal ejecutivo del sector audiovisual español en el último cuarto de siglo dejará próximamente sus funciones, tal y como adelantó ayer EL MUNDO en su edición digital. El directivo romano cumpliría 70 años en 2023 y el grupo italiano del que depende ya ha puesto punto y final a su trayectoria: el hombre al frente de Telecinco y Cuatro enfila su retirada de la compañía. Las audiencias, su principal aliado hasta la fecha, ya no están de su parte.

Borja Prado, presidente de Mediaset España, cuenta por su parte con el respaldo de Italia para continuar en su puesto, en el que recaló este mismo año. Eso sí, el grupo necesita una nueva figura en la silla de CEO, una remodelación que se empezaría a esbozar en una reunión extraordinaria que se celebrará la próxima semana, en principio el miércoles 26 de octubre -una cita del consejo sería en principio la fórmula indicada para iniciar este proceso -. La junta sería necesaria si, además, se quisiera prescindir de Vasile como consejero, no sólo como CEO de la compañía.

Mediaset España está inmersa en una gran operación desde Italia liderada por Pier Silvio Berlusconi, hijo del magnate y político Silvio Berlusconi y heredero en la práctica del conglomerado mediático de su padre, como directivo ejecutivo de MFE-MediaForEurope. La matriz italiana controla ya en la práctica cerca del 83% de Mediaset España, y sobre la mesa está la creación de un grupo paneuropeo que pueda plantar cara al masivo desembarco de plataformas de streaming que Netflix lidera.

Para lograrlo, entre las líneas de actuación de Berlusconi hijo está la renovación de los puestos de mando y Vasile encarna con todas sus características etapas anteriores; no en vano, ocupa el puesto de CEO desde 1999 y ha acumulado un poder inaudito en todo el panorama mediático español, con capacidad de decisión en el día a día, dedicación plena a esas labores y una relación íntima con no pocos de sus presentadores estrella. De hecho, según fuentes de este diario, algunos de estos periodistas, por todos conocidos, ya tienen constancia de la inminente salida de Vasile.

Hasta la fecha, Vasile había enderezado cualquier crisis por su sobresaliente rendimiento en los rating, con unos costes además nada elevados y una red de productoras cercanas, en muchos casos participadas. Telecinco era líder día sí y día también, con un modelo de parrilla que ha creado escuela: programación río en la que todos los programas se retroalimentaban gracias a la incesante generación de contenidos de los realities, desde el seminal Gran Hermano hasta Supervivientes, una práctica que aún persiste con La isla de las tentaciones como principal representante.

Sin embargo, en los tiempos de Netflix, Disney+, Amazon Prime Video o HBO Max, esa estrategia parece desgastada. Atresmedia, el otro gran grupo audiovisual privado, ha ganado la partida: desde el pasado mes de noviembre, tiene a Antena 3 como líder de audiencia, y además ha posicionado su segunda cadena, La Sexta, como referente informativo en televisión. La salida de Paolo Vasile tendría lugar justo cuando se cumple un año de la pérdida de ese liderato. La familia Berlusconi considera que se presenta el momento idóneo.

La eficiencia de Mediaset ha sido incontestable, pero más en audiencia que en publicidad. Vasile había impuesto su modelo hasta el punto de erigirse en 2014 como máximo ejecutivo del brazo comercial (PubliEspaña), del que han salido Giuseppe Tringali, primero, y Marco Seniga, después.

La presencia comercial en los canales de Mediaset no se vendía todo lo alta que un frío análisis de los datos haría pensar. No todos los contenidos eran del gusto de los anunciantes, se deduce. Por contra, Borja Prado acredita un perfil de influencia muy alejado de Vasile, siempre reacio a mantener línea con los políticos o a darles espacio en televisión, al alcanzar por lo general unos datos de audiencia modestos.

Antes del verano, esta salida ya estaba sobre la mesa y era conocida por algunos de los inquilinos de los principales despachos de Mediaset España (también por quienes se sientan en las sillas centrales de sus programas más seguidos). Vasile, poco propenso a dejar el puesto de mando desde el que se decide qué se ve y qué no en el televisor, parecía ya contar con la posibilidad de abrir hueco a nuevos ejecutivos como reemplazo en las labores ejecutivas de la compañía. Tal y como ha podido saber este periódico, el fin de ciclo comienza y se pone en marcha la próxima semana.

Vasile es el máximo exponente de la televisión española del siglo XXI. La telerrealidad, tan implantada en este país, le tiene como gran artífice, salpimentada con algunas compras estratégicas de derechos deportivos, desde competiciones de motor hasta el fútbol de la Selección Española, ganadora de títulos narrados en Telecinco o Cuatro.

Durante muy largos períodos de tiempo, Telecinco ha sido la cadena más vista de España (claramente entre 2004 y 2008 y más adelante entre 2012 y 2021), dentro de un grupo que integró a Cuatro y que cuenta con otros canales como FDF, Divinity, Energy, Boing y BeMadTV, además de la plataforma MiTele.

Mediaset acapara más de la cuarta parte de la audiencia televisiva en abierto (un 26% a cierre del último mes de septiembre) y una proporción mucho mayor en lo que respecta a la tarta publicitaria del sector (un 41,8% de la inversión total en el medio, canales de pago incluidos, según el recuento de Infoadex correspondiente al primer semestre del presente año).

El directivo italiano, con sus ilustrativos madrugones cuando aún es de noche para cotejar recién levantado los índices de audiencia del día anterior, es el responsable de todo esto.

MEDIASET LO DESVINCULA DE LA CRISIS DE AUDIENCIA

No por la audiencia. La compañía esgrime que la salida de Vasile estaba prevista y consensuada desde hace «muchos meses», lo que «muestra que esta retirada no está relacionada con el descenso de audiencia de las ultimas semanas de Mediaset España».

Relación «excelente». En un comunicado, MFE destacó que los resultados obtenidos por Vasile en 23 años de gestión son «únicos y extraordinarios», y que su relación con el Media For Europe es y seguirá siendo «excelente».

Tras la opa de julio. Las mismas fuentes, recogidas por Europa Press, recuerdan que tras la opa lanzada en julio por Media For Europe sobre el 44,31% del capital de Mediaset que no controlaba, MFE logra alcanzar el 82,92% del capital y los derechos de voto de Mediaset España.

La Telecinco de Prado: influencia, no sólo ‘share’

No abundan los ejemplos de empresas tan sumamente alineadas con la visión de su CEO, y Mediaset España es paradigmática en ese sentido. Sin Paolo Vasile, la compañía tendrá que replantearse por completo su modelo, que hasta ahora ha primado el liderato de audiencia en Telecinco y hace ya un año que ha perdido ese argumento casi único y antaño incontestable. Borja Prado, el presidente de este grupo audiovisual, afronta una remodelación profunda para la que hay que encontrar un CEO.

Según las fuentes del sector consultadas por EL MUNDO, para la nueva Mediaset hay una hoja de ruta: influencia. Prado acredita un perfil de buenas relaciones institucionales tanto en España como en Italia, con cargos de primer nivel en Mediobanca, Enersis, Lazard Asesores Financieros, Rothschild, UBS… Este ejecutivo presidió 10 años Endesa, amparado por el grupo italiano Enel, y ha sido consejero independiente y dominical de Mediaset antes de presidir este grupo audiovisual.

La Telecinco del futuro, ante el año electoral que se avecina, apunta precisamente en esa dirección: más política e influyente, menos rosa y estridente. Vuelco en el modelo.

El pasado mes de febrero se conoció que Prado sustituiría a Alejandro Echevarría, presidente de Mediaset España durante 26 años, desde 1996. El relevado se complementaba a la perfección con Paolo Vasile: representación institucional, mano izquierda con los agentes del sector y buena disposición para las reuniones de puertas para fuera, nada que ver con la concienzuda y perseverante labor de puertas para adentro de Vasile, inmiscuido en el día a día de Telecinco como muy pocos consejeros delegados con sus respectivas empresas.

Esta batalla por la influencia se adivina fundamental para la televisión española en abierto, un campo para la liza al margen de gigantes norteamericanos del streaming como Netflix o Disney+. Los medios de comunicación, al margen de su mayor o menor rentabilidad, tienen un poder de prescripción excepcional, y los dos grandes grupos privados -si no también el público RTVE- bien lo saben.

En Atresmedia, este año se ha obrado igualmente el relevo en el puesto de CEO, del que ha salido Silvio González, que ya ha cumplido los 65 años, para reforzar la posición de Javier Bardají. Más allá de los parecidos o las diferencias entre uno y otro, a Bardají se le presupone, además de conocimiento del sector audiovisual, una gran atención a cualquier movimiento político que pueda acontecer en el país. El año que viene, cabe recordar, se celebrarán en España elecciones municipales, autonómicas y, sobre todo, generales. Atresmedia y Mediaset tratarán de contarlo y de que los espectadores lo vean en sus canales.

18 Octubre 2022

Sálvame quien pueda

Emilia Landaluce

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Hace muchos años, Paolo Vasile (69 años) se jactaba de vivir en Madrid de lunes a viernes y volver a Italia a pasar el fin de semana con su mujer y sus hijos. Dicen los que le conocen que es un viejo zorro, curtido en las mil y una batallas de audiencias que ha librado desde su desembarco al frente de Mediaset en 1999.

Le pintan de ogro pero también explican que es una persona extremadamente educada, resignado a comerse el jamón que le regalaban frente a la tele los pocos días que no tenía cenas de trabajo, que eran casi todos. En 2009, ya decía que con la llegada de la TDT, el mix de consumo televisivo rebajaría las audiencias del líder del 20% al 14%. Tuvo razón. Ese año, tras 10 años al frente de Mediaset, T5 había dejado de ser líder pero coincidió con la emisión de la primera versión de Sálvame como programa nocturno después de la gala de Supervivientes. El formato fue un éxito pues se trataba de comentar de una forma divertida, diferente, el reality. (Con un Jorge Javier, brillante, que caía en gracia y era gracioso). Luego ese mismo año nacería Sálvame Diario y con él, esa vocación de programación que entrelazaba los contenidos que se sucedían en T5. Y apareció Belén Esteban con sus «Andreita, comete el pollo»; el baile chuminero de Lidia Lozano y una manera de hacer televisión que pese a lo que digan los estirados, era divertida, cachonda, felliniana… O muchas veces, como de Berlanga. Y así se forjaría una programación con la que Mediaset fue líder hasta hace once meses cuando Atresmedia le rebasó en audiencia.

Coincide esta crisis con que Pasapalabra (un aglutinador de audiencia para los programas entre los que se enclava) se pasara a Antena 3. Y el desplome de público se propagó a Sálvame, piedra angular de la programación y producida por La fábrica de la Tele, en cuyo accionariado figura Mediaset.

Los estirados hablan de la salvificación de la política para referirse a ese discurso barato e infantil que se estila ahora en el Parlamento. Pero más letal ha resultado que la política entrara en Sálvame. Ya fuera en forma de un apostolado que se escuchaba haciendo crucigramas. O mediante el reality de Rociito, en cuyos especiales llegaron a participar Irene Montero y Adriana Lastra.

También es normal que la crisis del modelo televisivo haya puesto punto y final a la trayectoria de Vasile, su principal valedor. Del mismo modo que Vasile vaticinaba que la TDT cambiaría la tele, las plataformas, el streaming, ha ahondado en esta transformación. Los jóvenes ya casi no consumen TV en abierto aunque como prueba la pérdida de usuarios de Netflix y que las plataformas empiecen a ofertar un modelo más barato con publicidad, aún quedará sitio para este tipos de formatos que sostenía Vasile. Una imagen reveladora: en la junta de accionistas de Mediaset que se celebró en marzo, Vasile tuvo que aguantar que el ex marido de Rociito, Antonio David Flores le echara una perorata recriminándole los comportamientos «cínicos» de la cadena con el «machismo» y que se le acusaran de «ejercer la violencia vicaria».

Sálvame podía haber entrado en política; en el Deporte; en la Casa Real… Pero lo que no se podía permitir en plena reestructuración y fusión de MFE-MediaForEurope era que Sálvame volviera a entrar en la Junta de accionistas de Mediaset. Sobre todo si el modelo Sálvame ya no recibía el respaldo de las audiencias y estaba en crisis. La de Vasile es una salida casi biológica antes de la próxima junta de accionistas. Los modelos televisivos, al contrario que la energía se crean y se destruyen pero es difícil que se transformen si como parecía el caso de Vasile no se cree en esta transformación.

18 Octubre 2022

Una crisis de audiencia sin precedentes y de difícil solución

Esther Mucientes

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Si había un nombre y una cara que se vincula a Mediaset esa es la de Paolo Vasile. El italiano dejará de ser el consejero delegado del grupo mediático en los próximos días. Las razones, una crisis de audiencia sin precedentes, un modelo de televisión caduco que ya no conecta con el espectador y una gran operación desde Italia liderada por Pier Silvio Berlusconi.

Hace 11 meses, Antena 3 arrebató el liderato a Telecinco como cadena más vista de la televisión -sólo no lo ha conseguido en octubre del año pasado, que quedaron empatados-. 35 meses antes, el cetro y corona perteneció a Telecinco. Sus realities, Sálvame, El Programa de Ana Rosa, todos sumaban en favor de Mediaset. Hasta aquel septiembre. Mediaset era imbatible, pero llegó la época de las vacas flacas.

Hubo una chispa que encendió todo: Pasapalabra. Cuando Mediaset perdió los derechos del programa y los adquirió Antena 3 todo cambió. Perder Pasapalabra afectó no sólo a su franja de emisión sino a lo que venía antes y después. Desde entonces a Antena 3 le funciona todo y a Telecinco no le funciona casi nada, a excepción de Ana Rosa Quintana y La isla de las tentaciones.

Antena 3 no sólo le había arrebatado el liderato sino que mes tras mes la cadena de Atresmedia y el propio grupo iba abriendo una brecha mayor. Mediaset no sólo había dejado de ser el grupo más visto de la televisión, sino que marcaba los peores datos de su historia.

Según los datos de audiencia del último mes, el de septiembre, Antena 3 ganaba con la mayor distancia desde 1997, mientras que Telecinco y Cuatro, las dos principales cadenas de Mediaset, marcaban su peor dato en un mes de septiembre (12,1% y 4,8%, respectivamente). Era la estocada final de una crisis que se había fraguado meses antes con el hastío de una audiencia a un modelo que ya no funcionaba.

El llamado modelo de la «retroalimentación», afirman expertos en audiencia. Mediaset, especialmente en Telecinco, tiene una mecánica que durante mucho tiempo le funcionó, pero que ha terminado por agotarse. Todos sus programas fetiche se alimentan uno de otros.

Las mismas caras, los mismos personajes, las mismas estructuras, los mismos colaboradores… Nada cambiaba ni siquiera cuando las audiencias no levantaban cabeza. Mediaset apostó por un nuevo reality, Pesadilla en el Paraíso, donde puso todas las esperanzas .

Cambió el modelo de realities. En lugar de realities como Supervivientes -que en la pasada edición siguió funcionando, pero con menos fuerza que la anterior-, Mediaset apostó por un reality grabado. Una especie de La isla de las tentaciones, presentado por Lara Álvarez, que decidió cambiar lo previsto a horas de su estreno.

Los contenidos serían grabados, pero en plató habría colaboradores en directo comentado los contenidos montados. No cuajó.

El programa marcó el peor estrenó de un reality en Telecinco y, aunque este domingo, superó el millón de espectadores y aumentó su cuota de pantalla, la audiencia media (13,5%) sigue muy por debajo de lo esperado.

Y, de nuevo, el mismo problema, mismas tramas, mismas caras, misma retroalimentación. Intentaron meter alguna cara nueva como Israel Arroyo, «el vidente de las celebrities», u otros menores. Pero sus estrellas siguieron siendo las mismas, Omar Sánchez, ex de Anabel Pantoja; Gloria Camila, hermana de Rocío Carrasco e hija de José Antonio Ortega Cano…

Otro de los fuertes, Sálvame, actualmente se mantiene en audiencias, pero imposible de llegar a alcanzar las cuotas de antaño. El pasado 30 de septiembre, por ejemplo, La Fábrica de la Tele, productora del programa, intentaba luchar contra La Voz en el Viernes Deluxe, enfrentando a dos de sus pesos pesados: Belén Esteban y Kiko Matamoros.

En aquel programa mostraron un gráfico en el que se comparaban, desde el año 2009, el tirón que tanto Kiko Matamoros como Belén Esteban habían tenido cada vez que se habían sentado como protagonistas en el Deluxe. Y fue al mostrar ese gráfico comparativo donde quedó reflejado la caída de audiencia del formato. Con respecto a su última entrevista, el registro de Kiko Matamoros cayó 8,7 puntos, mientras que el de Belén Esteban bajó 4,7 puntos.

Lo mismo ocurre en las tardes. El fin de la era Pasapalabra en Telecinco y la llegada del programa a Antena 3 se puede considerar la chispa que encendió la mecha de la caída de la cadena de Mediaset. Desde que arrancó Pasapalabra en Antena 3, Telecinco no encuentra la solución a la audiencia perdida.

Es la pescadilla que se muerde la cola. Mientras los informativos de Antena 3 en sus dos ediciones son lo más visto de cada día, las emisiones de Telecinco arrastran la caída en uno de los buques insignia de la cadena.

No es sólo un problema de «hastío» y «cansancio» a un modelo que no logra encontrar su renovación, como aseguran fuentes del sector, es un problema de que cuando eres líder es más difícil probar cosas nuevas «porque no tienes la presión de la audiencia». Cuando la caída es constante, «el probar cosas nuevas conlleva el riesgo de que no funcionen y la distancia con el principal competidor sea aún mayor».

27 Octubre 2022

Se va Paolo Vasile, mi jefe más jefe, y me quedo un poco huérfano

Jorge Javier Vázquez

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Se va Paolo Vasile, mi jefe más jefe, y me quedo un poco huérfano. Veinte años de relación, que se dicen pronto. Siento que mi asidero emocional en televisión desaparece y no sé muy bien qué pasará a partir de ahora. En cualquier caso estoy preparado para todo. Los titiriteros somos así: tenemos una gran habilidad para recoger lona cuanto toca.

Si he trabajado tantísimo ha sido porque en mi empresa había una persona que me animaba y que siempre tenía la palabra justa para apoyarme cuando alguna crisis hacía acto de presencia. Ahora esa persona se me va y me encuentro perdido, tengo que reconocerlo. Han sido veinte años de una televisión transgresora, polémica, divertida, cuestionable y cuestionada pero creo que, por encima de todo, necesaria. Porque gracias al entretenimiento que se ha emitido en Mediaset se han aliviado muchísimas soledades. No es hora ni toca hacer aquí y ahora una sesuda valoración de la tarea que ha desempeñado como profesional Paolo Vasile. Escribo sobre él para agradecerle estos años tan vibrantes que he vivido a su lado. ¿Se puede querer a un jefe? Sí. Y también lo voy a echar mucho de menos. Con su marcha se cierra una época en la historia de la televisión de este país y también una época de mi vida.

Por mi parte solo puedo decir que ha sido un honor trabajar a las órdenes de una persona tan brillante como él. Te voy a echar mucho de menos, Paolo. Gracias por haber estado a mi lado siempre que te he necesitado. Gracias por comprender las inseguridades de los que nos ponemos delante de la cámara. Espero que cuando desde tu casa de Roma conectes con Telecinco nos recuerdes con una sonrisa. Ahora, cuando pienso que te vas, me emociono e inevitablemente lloro. Jamás pensé que tendría que decirte adiós pero de aquí a que te vayas voy a ir ideando algo para que tengas la posibilidad de echarme una bronca. Porque hasta tus broncas voy a echar de menos.

Cuando fui a charlar con él la semana pasada y vi que me estaba poniendo muy tierno aproveché para darle un giro a mi estado sentimental y comunicarle que me pedía la semana entera del puente de diciembre de vacaciones. Él me reprochó que fuera a trabajar solo cuando tenía un poco de tiempo libre entre vacación y vacación. Yo sé que su tono de voz intentaba reñirme pero en esta ocasión no coló. Los dos sabíamos que nos estábamos despidiendo. Y como ni él ni yo sabemos despedirnos de alguien que nos importa echamos mano de otros recursos para no caer en el melodrama.

27 Noviembre 2022

Borja Prado enseña el colmillo en Mediaset

Rosario G. Gómez - Cristina Galindo

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El nuevo presidente del grupo propietario de Telecinco gana poderes ejecutivos y capacidad de influir en la línea editorial en un año electoral

En la controvertida docuserie Salvar al Rey se retratan las amistades peligrosas de Juan Carlos I y el papel de Manuel Prado y Colón de Carvajal, su administrador personal durante dos décadas, en la primera parte de su reinado. Un duro relato sobre el rey emérito y su cercano amigo —plagado de relaciones privilegiadas y negocios oscuros— que no gustó en absoluto a Borja Prado, hijo del confidente real y, desde hace siete meses, presidente de Mediaset en España. La serie fue realizada por una productora participada por el grupo propietario de Telecinco y, tras su emisión, Prado manifestó a varios interlocutores que la cadena había cruzado “una línea roja”, según señalan fuentes financieras. Como presidente no ejecutivo, puesto al que llegó el pasado abril tras 17 años de consejero, carecía del poder suficiente para determinar los contenidos. Pero esa situación cambiará el 1 de enero, cuando asuma algunas competencias ejecutivas, entre ellas “labores de apoyo y colaboración a la línea editorial de los programas informativos”. Ya aún antes de esa fecha, según las mismas fuentes, ha hecho valer su creciente peso en el grupo: Salvar al Rey y la “línea roja” cruzada con una producción de la casa precipitaron la marcha de Paolo Vasile, hombre fuerte de Mediaset España durante más de dos décadas. Esa salida fue una verdadera sorpresa; nadie esperaba el adiós precipitado de Vasile.

El nuevo rol de Prado en relación con la línea editorial figura en la comunicación de Mediaset al supervisor bursátil (CNMV) del pasado 10 de noviembre, en la que informaba del reparto del poder tras la salida de Vasile, el todopoderoso consejero delegado, que tras 23 años abandonará la empresa de la familia Berlusconi a finales de año. Cuando se produzcan oficialmente los relevos, las competencias de Vasile se repartirán entre tres consejeros delegados: Alessandro Salem, al frente de los contenidos; Massimo Musolino, encargado de las áreas de gestión y operaciones, y Stefano Sala, al frente de la división publicitaria Publiespaña, cargo que asumió recientemente para intentar reflotar la facturación y diversificar las vías de ingresos de la compañía.

Ese poder troceado da al presidente del grupo en España una preponderancia sin precedentes, que no tenía su antecesor, Alejandro Echevarría, que ocupó el cargo durante 26 años. Prado refuerza su papel y también suma competencias plenas “en materia de relaciones externas e institucionales, asuntos jurídicos y regulatorios, auditoría interna, cumplimiento normativo y responsabilidad social”. Sus retos pasan por mantener la rentabilidad en un mercado cada vez más competido, recuperar la audiencia perdida (Telecinco va por detrás de Antena 3, su archicompetidor) y ganar influencia a través de los informativos, en un año electoral tan intenso como 2023.

Aunque no está previsto que tome decisiones de calado hasta el 1 de enero tras la polvareda levantada con la salida de Vasile, su presencia ya se deja notar en la sede de la televisión, en el distrito madrileño de Fuencarral. Y eso a pesar de que en un homenaje sorpresa de despedida organizado por el presidente de Mediaset el pasado martes, Vasile dejó un aviso a navegantes: “Aquí el que manda soy yo hasta el 31 de diciembre”, dijo a un pequeño grupo de asistentes, según relata uno de los invitados.

La historia de ese relevo en la cúpula comenzó de facto el 17 de octubre, cuando El Mundo adelantó que el grupo “prescindía” de Vasile. La publicación pilló al directivo italiano por sorpresa. Se produjo, además, el mismo día en el que se sometía a una pequeña intervención quirúrgica. El directivo aseguró, tras difundirse la noticia, que no se trataba de una destitución, sino que estaba todo previsto: planeaba anunciar su retiro, con todos los honores, en un consejo de administración previsto pocos días después, el 26 de octubre. Su idea era prolongar la transición hasta fin de año o incluso hasta la formulación de las cuentas, en el primer trimestre de 2023, según dijo a El PAÍS en una entrevista el 19 de octubre. No le dio tiempo: la noticia había acelerado todos los tiempos. “Alguien ha querido darme un golpe, como una venganza”, dijo Vasile, que en sus últimos discursos en público no deslizó en ningún momento su idea de querer abandonar la compañía de forma inminente.

La serie sobre Juan Carlos I —y el papel destacado en la misma de Prado y Colón de Carvajal— fue el catalizador en esa salida, según revelan varias fuentes consultadas. Aunque ya estaba en marcha la operación para la salida del veterano consejero delegado, Prado manifestó su malestar por el tratamiento de la figura del rey emérito y de su padre en esa serie; y llegó a comentar que a Vasile “le costaría el puesto”. Días después, el periódico de Unidad Editorial (propiedad del grupo italiano Rizzoli) publicó la noticia sobre la salida de su primer ejecutivo. Preguntado al respecto por este periódico, el presidente de Mediaset niega que la serie influyera en la salida de Vasile. No obstante, fuentes cercanas a Telecinco opinan que “sería lógico” que le incomodara por razones obvias: “No deja en buen lugar a su padre”.

Una serie controvertida

La docuserie Salvar al Rey fue grabada en 2021 por la productora Mandarina, participada por Mediaset, pero no ha sido emitida en Telecinco ni en Cuatro. En mayo, el grupo audiovisual informó de su venta a HBO Max. Se estrenó el pasado septiembre y se ha convertido en una de las producciones originales españolas más vistas de la plataforma. El programa incluye testimonios sobre los supuestos negocios del rey emérito y su relación con el empresario Manuel Prado y Colón de Carvajal (fallecido en 2009) y los países del golfo Pérsico. El que fuera administrador personal del monarca fue condenado en 2002 a dos años de cárcel por apropiación indebida en el caso KIO junto al financiero Javier de la Rosa, un escándalo en el que, según se destaca en la serie, estuvo a punto de verse implicado Juan Carlos I.

No fue la única producción que incomodó a Prado. Por sus vínculos con Zarzuela, al ejecutivo madrileño tampoco le gustó el documental ¿Quién es mi padre?, emitido el pasado octubre en Telecinco, según fuentes cercanas a la cadena. En este espacio se ahondaba en las historias de Ingrid Sartiau, una mujer belga de 56 años, y Albert Solà, fallecido recientemente, que aseguraban ser hijos de Juan Carlos de Borbón.

Un financiero con contactos en Italia

El mundo de la televisión no le resulta ajeno a Prado después de 17 años en el consejo de Mediaset. Pero donde se sabe mover con más soltura es en el proceloso mundo de las grandes operaciones corporativas, de las fusiones y adquisiciones. Ha pasado por los bancos de inversión Rothschild, UBS, Lazard y Almagro Asesoramiento e Inversiones. Pero sobre todo está considerado uno de los hombres de negocios clave de Italia en España. Uno de sus cargos más destacados en el mundo financiero fue en Mediobanca, el principal banco transalpino, cuya filial española creó en 2007. Desde ese puesto medió, entre otras operaciones, en el pacto entre ACS y Atlantia para la compra conjunta de Abertis en 2018.

Su gran trampolín fue la presidencia de Endesa. Prado desembarcó en la eléctrica en 2010 tras la polémica toma de control de la italiana Enel y con el visto bueno del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Meses después de abandonar la compañía en 2019, con un suculento finiquito de 12,8 millones, se incorporó como accionista minoritario (15%) a Key Capital, un banco de inversión independiente, de referencia para Florentino Pérez. Tenía la expectativa de aprovechar, en esta entidad, su experiencia empresarial y sus contactos. Prado abandonó la firma financiera el verano pasado, tras algún desencuentro con el presidente del Real Madrid, para centrarse en su puesto al frente de la presidencia de Mediaset España.

Prado es, además, gestor del fondo de private equity Peninsula Capital, donde administra alrededor de 3.000 millones confiados por el fondo soberano de Qatar (Qatar Investment Authority). Gran aficionado a la caza y a los toros, en 2013 compró la prestigiosa ganadería Torrealta. Está situada en Medina Sidonia (Cádiz) y visita con frecuencia la finca, donde, según fuentes de su entorno, evita hablar de negocios y política.

Modelo de éxito agotado

Prado llega a Mediaset con esas credenciales, pero desde el comienzo es consciente de que para dar un nuevo impulso a la compañía tiene que abordar cambios. El modelo de éxito de audiencia que potenció Vasile se ha agotado, pese a que Telecinco sigue siendo un negocio rentable. Definir una nueva línea editorial es uno de sus retos. Hasta ahora, el control de los informativos estaba bajo la órbita de Vasile, que dejó libertad a los responsables de área a la hora de fijar el rumbo editorial. A diferencia de Prado, el anterior presidente, Alejandro Echevarría, carecía de competencias ejecutivas. Echevarría tampoco tenía responsabilidad sobre la línea editorial y los informativos. Prado sí: es la primera vez que eso ocurre.

¿En qué sentido ejercerá su influencia? Fuentes del comité de empresa no ocultan la “incertidumbre” que se abre con los cambios en la cúpula. “No sabemos cómo se materializarán las nuevas funciones de Prado. De momento, nos han dicho que cuentan con toda la plantilla y que seguiremos haciendo televisión local”, añaden. Aventuran que en un año electoral como 2023 es lógico que se potencie la información política en los dos principales canales (Telecinco y Cuatro), en los que siempre ha primado el entretenimiento. La fórmula de Vasile dio suculentos réditos en el pasado: durante sus dos décadas como consejero delegado, la empresa tuvo un beneficio neto acumulado de 3.500 millones. Pero los pilares sobre los que se han asentado estos resultados muestran signos de agotamiento, con bajadas de audiencia, mientras su rival, Antena 3, se ha convertido en líder apostando por informativos y debates, en una línea con más mordiente y escorada a la derecha.

Mediaset ha mantenido en los últimos años una actitud más neutral. En la Junta de Accionistas del año pasado, Vasile abogó por un periodismo “objetivo y sin adoctrinamientos”. En una entrevista reciente en la cadena SER, Pedro Piqueras, responsable del telediario estrella de Telecinco, se declaró “equidistante”: “Nunca he tenido a nadie detrás diciéndome lo que tenía que contar (…) No tengo ánimo de fastidiar a los del PP o del PSOE”.

En 2013, poco después de la llegada del PP de Mariano Rajoy al poder, TVE cedió el liderazgo a Telecinco. Pero ahora la audiencia ha dado un vuelco y los informativos están dominados claramente por Antena 3. En octubre, obtenía un 19,1% de cuota de pantalla, muy por delante de Telecinco (12,4%), TVE-1 (10,5%) y La Sexta (7,4%). “Prado puede querer hacer unos informativos influyentes, pero hay que ponerlos en la parrilla y que tengan audiencia”, explican fuentes cercanas a Telecinco.

Un nuevo grupo europeo

El ascenso de Prado tiene todavía otra derivada. El cambio en la cúpula en España coincide con los planes de los Berlusconi de impulsar su nuevo proyecto audiovisual: crear un gran grupo de comunicación europeo con sede en Holanda, donde puede disfrutar de ventajas fiscales, y añadir más empresas de televisión nacionales para competir con el creciente poder de las plataformas de streaming como Netflix, Amazon y HBO. La matriz, Media for Europe (MFE), ha sido radicada en Ámsterdam. El plan de los italianos consiste en agrupar la filial italiana y la española, junto con la participación del 24% que tienen en la alemana ProsiebenSat1.

Dentro de esta estrategia de integración, MFE lanzó una oferta pública de compra sobre la división española para hacerse con el 44% que no controlaba para poder excluirla de Bolsa. La operación fracasó este verano al no alcanzar los objetivos: a pesar de que mejoró el precio de la oferta para hacerla más atractiva, solo acudieron el 83% de los accionistas. Falta por ver cómo queda jurídicamente la situación del nuevo proyecto. Y también quedan por dilucidar las consecuencias para España de perder a Mediaset como empresa local: lo habitual es que, en estos casos, la matriz eleve los dividendos que distribuye y reinvierta una porción inferior, como ocurrió, sin ir más lejos, en el caso de Endesa cuando quedó en manos de Enel, la obra magna de Prado antes de aterrizar en Mediaset.