19 noviembre 1989

EL joven abogado procede del sindicato Fuerza Nacional del Trabajo y ha ocupado cargos técnico en el ayuntamiento de Madrid tanto con Tierno Galván y Juan Barranco, como con Rodríguez Sahagún

Miguel Bernard elegido Secretario General del Frente Nacional (FN) que seguirá presidida por Blas Piñar

Hechos

El 19.11.1989 se celebró en Madrid el IV Congreso del Frente Nacional (FN) que reeligió D. Blas Piñar como su Presidente y eligió a D. Miguel Bernard como su Secretario General. En el acto también intervinieron D. José Sáez Carrasco y D. Josep Anglada Rius.

Lecturas

El 11 de noviembre de 1989 se celebra un congreso de las Juntas Españolas que elige presidente a D. Ramón Graells mientras que el 18 de noviembre de 1989 se celebra el IV Congreso del Frente Nacional en el que es reelegido presidente D. Blas Piñar López y D. Miguel Bernard Remon secretario general (sustituye en el cargo a D. Luis Fernández Villamea).

Ambas formaciones firmaron el 14 de abril de 1989 un proceso de estudio de una posible fusión política que finalizó sin éxito el día 31.

D. Miguel Bernard mantenía una visión crítica con la trayectoria de Fuerza Nueva y también en su heredera, el Frente Nacional. En opinión del Sr. Bernard se buscó demasiado el conseguir un escaño en el Congreso de los Diputados o el Parlamento Europeo y no tanto en buscar la entrada de concejales.  El Sr. Bernard también consideraba que los 200.000 votos logrados por D. José María Ruiz Mateos en las europeas de ese año eran votos suyos.

10 Diciembre 1989

Bernad: "Nuestro objetivo son los ayuntamientos"

Joaquín Prieto - Ferrán Sales

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Miguel Bernad, abogado, de 47 años, procede del sindicato Fuerza Nacional del Trabajo y es el nuevo secretario general del Frente Nacional. Ocupa un cargo técnico en el Ayuntamiento de Madrid. Protagonizó una polémica con Enrique Tierno Galván cuando éste era alcalde de la capital, al denunciar una supuesta malversación de fondos de la Seguridad Social por el alcalde y los entonces concejales socialistas, Joaquín Leguina y José Barrionuevo. Bernad es el cerebro de la operación político-electoral intentada ahora por las principales fuerzas legalizadas de la extrema derecha.

Su visión es crítica respecto a la trayectoria seguida por Fuerza Nueva. partido que se disolvió y reapareció en 1987, transformado en Frente Nacional. «Se voleó todo el esfuerzo en conseguir puestos en las elecciones legislativas y en llevar el líder al Parlamento «, dice. «Ahora las cosas han cambiado. Nuestro objetivo es agrupar las candidaturas Independientes y obtener concejales en capitales de provincia y otros ayuntamientos».

La operación esrá inspirada en la realizada por los partidos de extrema derecha en Francia y en la República Federal de Alemanía, pero el dirigente español hace hincapié en la existencia de una diferencia básica entre el Frente Nacional de Francia y el español: «El grupo de Jean-Marie Le Pen cuenta con un importante apoyo económico, y además le da soporte electoral un sector muy amplio y complejo de la derecha francesa’ .

Pérdida de militancia

El número dos del Frente Naciónal justifica el descontrol interno. «En la derecha riacional hay gente que milita al rnismo tiempo en dos o tres organizaciones, aunque formalinente está prohibido. No tenemos métodos de control eficientes, pero a la larga deberemos instrumentar sistemas para impedir estas situaciones».Atribuye la pérdida de mifitancia a un proceso voluntario de depuración: «En un principio vino gente de diversas procedencias. Todo el mundo se apuntaba y llegamos a tener 30.000 afiliados. Ahora somos mucho más selectivos y sólo tenemos 6.000». Pero no tiene inconveniente en reconocer que el fenómeno Ruiz-Mateos es la causa de sus desgracias: «200.000 de sus votos eran, en realidad, nuestros».

Oficialmente Bernad está en desacuerdo con quienes consideran a Blas Piñar responsable de todos los desastres. «Fuerza Nueva se disolvió con 1984. Los tres años siguientes fueron tiempo suficiente para que surgiera otro líder en la derecha nacional pero eso no sucedió. Por eso Blas Piñar decidió reaparecer de nuevo en la política». Y defiende la necesidad de un líder: «Lo tiene el socialismo con Felipe González y lo tuvo Alianza Popular con Manuel Fraga. También nosotros, la derecha nacional, necesitamos un líder».

A título personal, Miguel Bernad, cree que Ios dirigentes de las Juntas Españolas se muestran partidarios, de momento, de no discutir la presencia de Blas Piñar».

La ultraderecha arrincona a sus Iíderes históricos, pero no controla los grupos violentos

Jóvenes dirigentes se han hecho con el mando en las principales organizaciones legalizadas de extrema derecha a través de un proceso que culminó en noviembre pasado con el arrinconamiento de los líderes históricos del sector. El triunfo de Jean-Marie Le Pen en las elecciones francesas obra a favor de esa corriente, que pretende una acción político-electoral capaz de superar los fracasos del pasado, abandonando actitudes violentas y las parafernalias dedicadas a la exaltación del jefe. Sin embargo, las bases radicalizadas y ciertas estructuras semiclandestinas se resisten al giro y optan decididamente por una acción directa contra el sistema democrático.

Los cambios han sido amplios. Esteban Gómez Rovira, de 51 años, ya no dirige las Juntas Españolas: desde hace menos de un mes se ha hecho cargo de las mismas Ramón Graells, un abogado de 37 años. Blas Piñar manda todavía en el Frente Nacional, a sus 71 años, pero se ocupa ahora de organizar la sucesión y para ello cuenta con un nuevo número dos, Miguel Bernad, de 47. Y Jorge Mota, dirigente histórico de Cedade, ha perdido también la batalla interna.Blas Piñar vive horas bajas. Los grupos violentos no reconocen su autoridad, y su reaparición en la escena política ha arrojado magros resultados: sólo 60.000 votos este año, frente a los 379.000 logrados en 1979. El desastre contrasta con el éxito de sus socios europeos: Jean-Marie Le Pen, líder del Frente Nacional de Francia, alcanzó el 12% de los votos y 10 escaños en las elecciones al Parlamento de Estrasburgo, mientras el Partido Republicano de la RFA se hacía con el 7% y seis actas de diputados.

Piñar ha aceptado, al parecer, las sugerencias de los partidos representados en el grupo de Derechas Europeas del Parlamento de Estrasburgo. El más clásico de los dirigentes ultras ha iniciado «un período de formación de jóvenes cuadros» para preparar la sucesión. El nombramiento del nuevo secretario general del Frente Nacional, Miguel Bernad Remón, es una prirricra consecuencia directa de esta operación de relevo.

A raíz de una visita de Le Pen a Madrid, el Frente Nacional se comprometió a fusionarse con las Juntas Españolas, la otra estructura legal de extrema derecha creada desde el diario El Alcázar en 1984. El compromiso de fusión quedó plasmado en un documento, que fue firmado el pasado 14 de abril y vence el próximo día 31.

Los aparatos de uno y otro partido han debatido ampliamente la reorganización. El 11 de noviembre, las Juntas Españolas celebraron un congreso, que ha sido calificado por sus dirigentes como «una verdadera refundación». Siete días más tarde, el Frente Nacional realizó una reunión, oficialmente considerada su IV Congreso, en el que fue refrendada la nueva política.

Mientras el Frente Nacional colocaba a Miguel Bernad como nuevo secretario general, las Juntas Españolas designaban un nuevo equipo, presidido por el abogado catalán Ramón Graells, para hacerse cargo de la gestión de este partido, que dice contar con 5.000 afiliados.

Las Juntas Españolas han revisado su postura frente a la Constitución, cuya validez aceptan ahora. «La Constitución y la democracia son hechos irreversibles», asegura su nuevo presidente, que va más allá y opina que hay que acabar con la idea de fuerzas nacionales surgida en 1935, en vísperas de la guerra civil.

Se modera el lenguaje, se renuevan los símbolos y se cambia de estrategia. Aceptan la libertad de religión, pero piden la reinstauración de la pena de muerte para los terroristas -ésta fue una las grandes batallas políticas utilizadas por los seguidores de Jean-Marie Le Pen en Francia, antes de centrarse en la lucha contra los inmigrantes- y la derogación de la ley del aborto. Junto a estos puntos propugnan la salida de España de la OTAN, al menos mientras el Reino Unido no devuelva a España la soberanía sobre Gibraltar.

La persona de Blas Piñar es el principal escollo en el proceso de fusión. Para los representantes de las Juntas, el presidente del Frente Nacional goza de excesivo protagonismo y vive anclado en posiciones inmovilistas que hacen dificil el cambio de rumbo.

Radicalización

Un grupo juvenil -Acción Universitaria- y unas bases radicalizadas se oponen al giro. Un ejemplo: con el nombre de Juntas Nacionales, esas bases radicalizadas firmaron en Barcelona pintadas de apoyo al atentado de Madrid contra los parlamentarios de Herri Batasuna. El texto de esas pintadas -«ojo por ojo, diente por diente»- iba acompañado de la cruz céltica.

Mientras, los dirigentes condenan la violencia y tampoco están de acuerdo con Bases Autónomas y otros grupos de acción directa, que funcionan en universidades y enseñanzas medias.

«Los factores que mueven hoy a la extrema derecha son la corrupción del proceso electoral y la reacción que produce, entre familiares y compañeros de las víctimas del terrorismo, la entrada de un presunto miembro de ETA en el Parlamento». Esta observación es del constitucionalista Jorge de Esteban, quien, tras cinco años al frente de la Embajada de España en Roma, asiste ahora al rebrote ultraderechista desde la Universidad Complutense.

La Joven guardia conquista la asociación Cedade

El rnovimiento de reorganización de la extrema derecha afecta a otros grupos tradicionalmente automarginados de los procesos electorales, como el Círculo Español de Amigos de Europa (Cedade). Hasta ahora era un centro de formación, organizado en torno a una editorial instalada en Barcelona, que funcionaba desde 1965 en torno a su inspirador, Jorge Mota.

La crisis de Cedade se concretó en dos posiciones: una de ellas encabezada por Meta, que propugnaba el refuerzo de la línea fundacional nacionalsocialista, en oposición al sector que quería estructurarse como un partido clásico. Los dirigentes de Cedade arbitraron una singular votación a través de un comité de notables -«no creemos en el sistema electoral: los votos hay que pesarlos, no contarlos», sostiene Mota- que apoyó la candidatura de Pedro Varela, desplazando así al líder histórico. Varela, de 32 años, propugna la participación en las elecciones, especialmente las municipales, y pretende gestionar la editorial de forma «agresiva y moderna».

El Análisis

BERNARD TENDRÍA QUE ESPERAR...

JF Lamata

D. Miguel Bernard, militante de Fuerza Nueva escasamente conocido, llegó a ser la mano derecha de D. Blas Piñar en el Frente Nacional, que fracasó en sus dos intentos de entrar en el Parlamento Europeo aunque se quedara cerca. Sus poco más de 100.000 votos se mostraron insuficientes para el acta en Estrasburgo, ahora bien merecen consideración si se tiene en cuenta que están bastante por encima de lo que una desapareciera FN sacaría cualquier partido colocado a la derecha del PP.

¿Y el Sr. Bernard? No triunfaría en política, pero si llegaría a jugar un papel muy importante en la sociedad española como sindicalista, con ‘Manos Limpias’, no en balde en el derechismo siempre existió un lado nacional-sindicalista. Cierto que acabaría en la cárcel, pero que le quiten lo bailado.

J. F. Lamata