23 octubre 1989

Será reemplazado por Macia Alavedra

Muere de un infarto en plena campaña electoral Ramón Trías Fargas, consejero de economía de la Generalitat de Catalunya

Hechos

El 23.10.1989 la prensa informó del fallecimiento de D: Ramón Trías Fargas, consejero de Economía de la Generalitat de Catalunya.

23 Octubre 1989

Un economista liberal y dialogante

EL MUNDO

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Ramón Trías Fargas, conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat de Cataluña, que falleció ayer al sufrir un infarto mientras intervenía en un mitin, fue un personaje político que tuvo una importante actividad en la transición democrática en Cataluña. Nació el 27 de diciembre de 1922 en Barcelona y en 1939 viajó a Colombia, país donde se doctoró en Derecho, ya que allí emigró su padre, militante de Acció Catalana Republicana, al ser derrotada la República española. Este hombre dialogante y liberal, según le definen sus compañeros de partido y los políticos de otros grupos, regresó a la capital catalana en la década de los cincuenta y se casó en 1954 con Montserrat Trueta, con quien tuvo cuatro hijos. Fue expedientado y sancionado en numerosas ocasiones, debido a su contínua actividad política, en la que se incluye el haber puesto en contacto a Prat de la Riba con el doctor Robert, lo que según sus biógrafos ayudó al nacimiento del catalanismo. En 1974 fundó con otros políticos Esquerra Democrática de Cataluña, partido que después se fusionó con Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), que él mismo presidió hasta hace apenas un año. Resultó elegido diputado en las primeras elecciones generales de junio de 1977, por CDC, dos años después fue reelegido ya en las listas de CiU y en diciembre de 1980 le nombraron consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat catalana. En 1986 consiguió una plaza como senador por CiU, actividad que desarrolló hasta que dos años más tarde, en julio de 1988, dejó para acceder de nuevo a la consejería de Economía y Finanzas, en el que fue tercer mandato de Pujol. Partidario siempre del pensamiento liberal, Ramón Trías asistió días pasados a la reunión de la Internacional Liberal en la que se eligió a Adolfo Suárez como presidente, ya que pertenecía a ese grupo a título individual. Es conocida su contribución a la creación de la Universidad Autónoma de Barcelona, en la que fue catedrático de Hacienda Pública. Como responsable de la economía del Gobierno autónomo catalán decidió la primera emisión de deuda pública de la Generalitat, por importe de 10.000 millones de pesetas. Su actividad académica y política le llevó a publicar diversas obras, entre ellas «La balanza de pagos interior», «El servicio de propaganda del sistema capitalista», «Entre el capitalismo y el comunismo, un tercer camino», «Quince años de política económica en la RFA», «El sistema financiero español» y otras. También participó muy activamente en la asociación «Aspanias» en favor de los deficientes mentales, junto con su esposa Montserrat Trueta.

23 Octubre 1989

Muerte en el mitin

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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LAS CIRCUNSTANCIAS de la muerte de Ramón Trias Fargas, conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat de Cataluña, que cayó fulminado por un ataque al corazón mientras se dirigía a sus partidarios en un mitin, introducen una nota dramática en esta campaña electoral, en la que, aparentemente, nada se juega y nadie parece creer lo que dice y lo que hace.Con Ramón Trias Fargas no desaparece únicamente un político liberal y un economista insigne, sino, ante todo, un intelectual que buscó en la razón, en sus razones, el sustento de su práctica personal, indómito ante los partidismos al uso y sin reparo alguno en el lucimiento público de las discrepancias. Como conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat, a diferencia de sus antecesores, no fue un hombre de detalle, sino una cabeza capaz de dibujar líneas maestras y de realizar algunas apuestas, pocas pero valiosas -como es el mercado de futuros de Barcelona-, y de mantener, a veces a contracorriente, una clara posición contra el fraude fiscal.

La muerte le pilló en un momento de declive político, en el que nuevas y no siempre más limpias formas de hacer superaban su talante demócrata, liberal y tolerante. Pudo haber sido presidente de la Generalitat, ministro de algún Gobierno español o alcalde de Barcelona, y muchas cosas más posiblemente, y todo en su trayectoria suponía merecimientos para tales destinos. Pero debió conformarse con el papel más modesto de una consejería y con su lucidez crítica y su fe, infatigable en la gente y en la palabra. Su súbita e inesperada desaparición, en plena campaña electoral, proporciona a su figura una luz nueva, añadida a los perfiles indiscutibles de su personalidad, y es la que surge de una bella muerte, la de un hombre consecuente con sus ideas que las sabe defender y asumir hasta el último soplo de vida.

23 Octubre 1989

Ante todo, liberal

Walter Oppenheimer

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Ramón Trias Fargas era, por encima de todo, un liberal, en lo político y en lo económico. Un talante que quizá acuñó en su años de exilio en Colombia, acabada la guerra civil, y que quiso dejar patente en sus palabras de despedida como presidente de CDC, en enero pasado.»En materia ideológica», explicó Trias ante las bases y la dirección convergentes, «no he engañado nunca a nadie. Estoy seguro de que nadie en esta sala y ninguno de los militantes duda de mi nacionalismo. (…) Pero yo desde el primer día me he manifestado como un liberal. Un liberal en la clandestinidad, en España y en el extranjero, en la época de Franco. Un liberal sin reticencias en la época posterior inmediata a la muerte del general, cuando estaba de moda el marxismo. Un liberal ahora, cuando esto de la idea liberal de progreso, de justicia y de las libertades de las personas y de los pueblos ya es más aceptada».

A Trias le obsesionaba el exceso de poder. «El hombre tiende, si tiene mucho poder, a abusar de él», afirmaba. En su noción de la división del poder se sienta una de las bases de su nacionalismo económico. Trias, que en 1985 publicó un estudio en el que defendía la viabilidad de la independencia económica de Cataluña», era partidario de la recaudación descentralizada del IRPF: «Dado que el anticuado sistema fiscal sitúa la recaudación en el centro del país, se da la circunstancia de que la periferia tiene los problemas, pero no tiene el dinero. Las competencias periféricas de un sistema descentralizado constituyen una garantía para los ciudadanos y un modo de reforzar el sistema democrático».

A diferencia de sus predecesores, Josep Maria Cullell y Josep Manuel Basáñez, Trias Fargas no ha sido un hombre de detalle. Ha sido más bien el político de las grandes ideas, el dirigente que traza las líneas maestras para que luego los ejecutivos vayan llenando de contenido el plan trazado.

El Análisis

NO LOGRÓ EL PROTAGONISMO ESPERADO

JF Lamata

D. Ramón Trías Fargas no pudo ser el gran líder del catalanismo liberal democrático, ese puesto se lo arrebataron D. Jordi Pujol y D. Miquel Roca, que lograron la popularidad de la que él careció. Intento ser alcalde de Barcelona pero fue derrotado por D. Pasqüal Maragall. Ocupó el cargo de presidente de Convergencia hasta que fue desplazado para ceder el puesto al Sr. Pujol a principios del año 1989.

Pero lo más doloroso es que su nombre sería usado para denominar así a la fundación con la que se financiaría el partido con procedimientos no del todo limpios.

J. F. Lamata