3 noviembre 1993

Muere el bioquímico Severo Ochoa de Albornoz, el científico español de mayor relieve internacional de la segunda mitad del siglo XX

Hechos

El 1 de noviembre de 1993 falleció D. Severo Ochoa de Albornoz.

03 Noviembre 1993

Un símbolo

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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L PASADO lunes falleció en Madrid, a los 88 años de edad, el bioquímico Severo Ochoa, probablemente el científico español de mayor relieve internacional de la segunda mitad del siglo XX. En 1959 obtuvo el Premio Nobel de Medicina por haber logrado, por primera vez en un laboratorio, la síntesis el ácido ribonucleico (ARN), una enorme aportación para descifrar el código genético.La trayectoria personal y profesional de Severo Ochoa es paradigmática de quienes vivieron en la España monárquica y republicana: en 1936 se trasladó a Estados Unidos, y fue allí donde desarrolló toda su labor de investigación. Desde que a finales de los años sesenta o comienzos de los setenta, años en los que volvió a frecuentar su país de origen, hasta que se afincó definitivamente en España en 1985, su papel como científico no tuvo el mismo perfil que el que había desarrollado en EE UU y, sin embargo, resultó esencial para el impulso de la investigación científica.

Severo Ochoa, como tiempo atrás Ramón y Cajal -el otro premio Nobel de Medicina de la historia de España-, se convirtió en un símbolo para la juventud. Su figura fue fundamental para estimular la creación de centros de investigación científica de excelencia en España, auténticos semilleros de expertos, programas y proyectos científicos, infrecuentes hasta entonces. Un papel relevante por cuanto en un país como el nuestro, de muy poca tradición investigadora, figuras como la del ahora desaparecido Severo Ochoa han sido capaces de suscitar una especie de adhesiones emocionales a los valores de la ciencia, de la investigación y el conocimiento.