30 julio 1914

Tras la 'era Meiji' Japón quiere equipararse con las demás potencias europeas

Muere el emperador del Japón Mutsuhito «Meiji Tennō» tras liderar el proceso de modernización de su país

Hechos

El 30.07.1914 falleció el Emperador del Japón, Mutsuhito.

Lecturas

Con la muerte del emperador Meiji el 30 de julio de 1912 se cerró un capítulo importante en la historia de Japón: no sólo había modernizado el país, víctima del colonialismo, sino que había conseguido convertirlo a su vez en una potencia colonial que, tras la alianza con Inglaterra (1902), ascendió a la categoría de potenciamundial.

El emperador Meiji nacido en Tokio el 3 de noviembre de 1852 y llamado Mutsuhito tenía catorce años cuando sucedió en el trono a su padre Komei Tenno.

30_12_1912_Mutsuhito2 El emperador Mutsuhito gobernaba desde la edad de 14 años.

Tras varios siglos de hegemonía militar iniciada con el bakufu (goierno) de los shoguns (jefes militares) a finales del siglo XII los emperadores divinizados habían perdido cualquier protagonismo político. Komei Tenno se rebeló contra esta situación y centró todos sus esfuerzos en que la casa imperial retomaba el poder.

En 1846 preocupado por el avance de las potencias extranjeras, Komei Tenno se atrevió a impartir una orden al bakufu, exigió la consolidación de la defensa nacional. Sin embargo en 1858, EEUU, Rusia, Holanda, Francia y Reino Unido obtuvieron por la fuerza privilegios coloniales mediante los ‘Tratados desiguales’ que el bakufu firmó sin la aprobación  del tenno (emperador). A raíz de esto, el bakufu, minado ya por luchas internas, se precipitó en una crisis irreversible.

Todas las fuerzas políticas que apoyaban la figura del shogun aprobaron la apertura; pero las fuerzas contrarias a la presencia extranjera utilizaron como arma la veneración al emperador. De este modo fue surgiendo contra el bakufu un movimiento integrado por samuráis de clase baja, latifundistas, comerciantes al por mayor, empresarios e intelectuales que exigían la restauración de la monarquía. Tras la muerte de Komei Tenno, el partido anti-bakufu se impuso en la corte, propugnando el derrocamiento violento del shogun. Estalló entonces una guerra civil que duró año y medio y costó miles de vidas humanas. El 12 de octubre de 1868, el nuevo tenno subió al trono y formó un gobierno provisional al que pocos días después denominó Meiji (gobierno iluminado). En 1869 trasladó su residencia de Kioto a Edo, que pasó a llamarse Tokio y fue declarada capital.

Entonces se inició la fase reformista más importante de Japón debido principalmente a la ampliación de equipararse a los países industrializados. Entre 1871 y 1873 se envió a América y Europa una numerosa delegación a la que pertenecían más de la mitad de los ministros y funcionarios de rango superior. Dicha delegación  consiguió que los estados más progresistas de la época empezaron a estudiar la rescisión de los ‘Tratados desiguales’. Pronto se encontró el nexo de unión con la civilización occidental moderna en los ámbitos de la administración, defensa nacional, educación y cultura. En enero de 1874 se exigió por primera vez un parlamento elegido por el pueblo, y un año más tarde se foró el primer partido político suprarregional, la Alianza Patriótica (Aikokusha).

Pero la élite dominante agrupada en torno a la monarquía rechazó con dureza, cualquier presión que propugnase la democratización y el compromiso social. El gobierno Meiji, que fue reconocido internacionalmente a finales de 1868 como el único gobierno legítimo de Japón, suprimió al finalizar la década de los setenta del siglo XIX casi todos los privilegios y concesiones coloniales, y formuló a su vez reclamaciones expansionistas. Basándose en la modernización, el crecimiento económico y el militarismo, el imperio japonés logró imponerse en Asia oriental durante las décadas siguientes.

Las principales caraterísticas de la era Meiji: Supresión del feudalismo (1871), Reformas fundamentales (1872), nuevo sistema tributario (1873) y una nueva constitución (1889).