29 agosto 2015

La mujer a la que supuestamente salvó siempre lo negó

Muere el profesor Jesús Neira que pasó de ser héroe ensalzado por los medios a tertuliano incontrolado detestado por ellos

Hechos

El 29.08.2015 falleció D. Jesús Neira.

Lecturas

LA SUPUESTA SALVADA QUE SIEMPRE LO NEGÓ

Los medios ensalzaron al profesor D. Jesús Neira por, supuestamente, salvar a la mujer Dña. Violeta Santander de ser agredida por su marido D. Antonio Puerta (ya fallecido) con el que el Sr. Neira mantuvo una pelea que le llevó a uno al hospital y a otro a la cárcel. La Sra. Santander siempre negó que el Sr. Neira le hubiera salvado y denunció que lo único que hizo fue insultar y provocar a su marido causando la pelea. Esa posición llevó a la Sra. Santander a ser linchada por todos los grandes medios de comunicación de España.

29 Agosto 2015

Fallece Jesús Neira, 'héroe' y 'villano' de la derecha

Cecilia Guzmán

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Elevado a los altares por una 'oportuna' Esperanza Aguirre, había sido olvidado desde el agravamiento de su estado de salud a finales de 2010

Termina hoy la historia de Jesús Neira con su triste fallecimiento. La tragedia de un profesor universitario que, convertido en héroe por una valiente actuación e inflado de popularidad, pasó a ser un personaje mediático estancado en el frecuente ridículo y con un rostro escasamente humano. Políticos y medios de comunicación se aprovecharon de su honrosa actuación para, una vez hundido públicamente, darle la espalda. Neira había desaparecido hace mucho de la memoria de los medios cuando sus problemas físicos le llevaron a un derrame cerebral que ha terminado con su vida. Neira deja una vida de trabajo universitario, junto con un dudoso paso por los medios de comunicación y por las tribunas de opinión política. Lecciones para cadenas de televisión y medios sin escrúpulos.

2 de agosto de 2008. El profesor de Teoría del Estado Jesús Neira interviene en un forcejeo entre Antonio Puerta y Violeta Santander; Neira sufre una paliza a manos del supuesto maltratador (moriría sin haber sido juzgado) e ingresa en el hospital de Majadahonda en estado de coma. A pesar de que medios como El Plural indagaran posteriormente en el hecho de que las heridas sufridas no fueron los únicos determinantes del terrible desenlace final —Neira sufría de dolencias varias—, unos meses después este sale del hospital convertido en un héroe contra la violencia de género.

Todo bien hasta ahí. La siempre oportuna presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, le ofrece a principios del año 2009 un puesto destacado en el Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid. El propio Neira declarará posteriormente que por cada reunión como asesor se embolsaba 1.000 euros. Los colectivos feministas dudan de que una persona que no tiene cualificación para este dominio pueda sentar cátedra en dicho dominio. Pero para el PP, con Juan José Cortés, padre de Mariluz, nombrado en 2010 asesor para la reforma del Código Penal, todo es posible. Poco después de su nombramiento, el héroe más admirado anuncia que está preparándose para obtener la licencia para llevar armas, lo que provoca un segundo revuelo.

Neira frecuenta cada vez más los platos televisivos y ya no se limita a contar su experiencia personal, sino que participa en casi todos los debates políticos con opiniones incendiarias: insultos al entonces presidente Zapatero —y a sus hijas, de las que llegó a decir que pesaban cien kilos— y al líder del PSM Tomás Gómez, diatribas contra la democracia española y contra la Constitución, etc. Para Neira, la Constitución Española había servido para legitimar un engaño nacional y una falsa democracia. Estas posiciones políticas quedaron fijadas en “España sin democracia”, libro en el que el profesor pedía explícitamente la ilegalización del PSOE y del PNV, entre otras medidas impensables en una sociedad abierta como la española.

Su declive no se hizo esperar: limitado ya al programa “El gato al agua” de Intereconomía, Jesús Neira denuncia un complot de espías para obtener información de su pasado. Entre acusaciones de haber sido supuestamente protagonista de agresiones a una compañera sentimental en el pasado, Jesús Neira es multado en septiembre de 2010 por triplicar la tasa de alcoholemia al volante. Lejos de pedir perdón, el profesor condena una conspiración de la Comunidad de Madrid contra su persona. Esperanza Aguirre suprime su puesto en el organismo contra la violencia de género, de escaso recorrido y aún inferior actividad y resultados. En octubre de ese mismo año se suicida Antonio Puerta, aún no juzgado y acosado por los medios de comunicación. Solo unos días después, Jesús Neira es hospitalizado por una hemorragia interna. Su estado empeorará hasta entrar en un coma del que saldrá; no obstante sus días como personaje público están contados. Neira desaparece para los medios, extenuado por una exposición pública que le había llevado a delirantes declaraciones públicas y a su propio hundimiento. El silencio recorre el triste fallecimiento de un profesor que en los años setenta llegó a militar en el Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván.

30 Agosto 2015

El polémico héroe involuntario

Isabel Munera

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El noble gesto de defender a una mujer que estaba siendo maltratada por su compañero sentimental en plena calle le convirtió en un héroe, pero sus intervenciones públicas tras recuperarse del derrame cerebral que sufrió en 2008 le transformaron, para algunos, en un villano. Las vidas de Jesús Neira y su agresor, Antonio Puerta, cambiarían el día en el que el destino quiso que se cruzaran. Tan sólo tres días después de su encontronazo en un hotel madrileño, Neira ingresaba en el Hospital Puerta de Hierro y su verdugo, en la cárcel de Soto del Real.

Este profesor de Teoría del Estado en la Universidad Camilo José Cela de Madrid nunca pensó que tan sólo tres días después de aquel altercado no abriría los ojos cuando su mujer acudiera a despertarlo. A partir de aquel momento, su calvario lo convirtió en el héroe de una historia, en el que Antonio Puerta pasó a ocupar el papel de malvado. Las declaraciones en televisión de Violeta Santander, la mujer a la que Neira defendió, asegurando que su novio era «una bellísima persona» y que si el profesor no hubiera intervenido «no hubiera ocurrido nada», despertaron una fuerte indignación en la opinión pública. La novia de Puerta no sólo no agradecía a Neira su gesto sino que lo culpaba de la situación de su pareja, a la que calificaba como «un enfermo» por su drogadicción.

Mientras el profesor agonizaba en el hospital, no dejaban de sucederse homenajes y distinciones. El Consejo de Ministros le concedió la Gran Cruz del Mérito Civil y el Senado le otorgó la Medalla de Oro por «representar lo mejor del espíritu constitucional». La entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, le ofrecía, mientras estaba todavía convaleciente, que presidiera un nuevo organismo: el Observatorio de la Violencia contra la Mujer, cargo que Neira acabaría aceptando.

Pero las declaraciones y comportamientos posteriores de este ciudadano ejemplar contribuyeron a cambiar su idílica imagen. Tras su alta hospitalaria, en 2010, Neira ratificaba ante la juez su testimonio sobre la agresión que había sufrido y, preguntado por una periodista sobre si era verdad que tenía licencia de armas, respondía envalentonado: «Es una libertad a la que cualquier ciudadano tiene derecho, no vendrá usted a decirme qué derechos tengo».

Nació en Granada en 1953, ciudad a la que fue destinado su padre, que pertenecía a la Marina. A los 14 años, volvió a trasladarse, esta vez a Madrid, donde Neira se doctoraría en Derecho con una tesis que le valió el premio extraordinario. Ya como profesor de Teoría del Estado en la Universidad Camilo José Cela, se enamoró de una joven estudiante, Isabel Cepeda, que pronto se convirtió en su mujer y en la madre de sus gemelos. Quienes lo conocían afirman que le encantaba conversar con sus alumnos. Pero cuando era pequeño soñaba con ser marino. Sin embargo, dos operaciones de corazón se lo impidieron y lo apartaron poco a poco de algunas de sus aficiones: la natación y el tenis.

Aunque en su juventud militó en el Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván, sus últimas opiniones lo situaron en la órbita de la derecha. Además, sus polémicas afirmaciones en su libro España sin democracia, en el que aseguraba que la Constitución española fue una «anormalidad democrática», «un apaño y un arreglo entre partes», contribuyeron a colocarlo en la diana de los socialistas. Neira se convertiría así en el protagonista involuntario de enfrentamientos entre socialistas y populares. Mientras los primeros cargaban contra él, los segundos lo defendían y lamentaban que «un valiente» tuviera que «soportar» ataques del PSOE. Sin embargo, el apoyo de los populares tuvo fecha de caducidad. El detonante: su detención en septiembre de 2010, tras dar positivo en una prueba de alcoholemia en la que triplicó la tasa de alcohol en sangre. Neira negó haber tomado alcohol y achacó su elevada tasa a la ingesta de un fármaco para prevenir los ataques de epilepsia que sufría.

Socialistas y populares pidieron entonces su dimisión como presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional contra la Violencia de Género, pero no hizo falta, la presidenta de la Comunidad de Madrid anunció su cese. El profesor, lejos de hundirse, aseguraba sentirse «doblemente feliz» por quedarse sin carné y sin cargo oficial, y afirmaba que todo era «un montaje». Tras el huracán inicial, parecía que la calma volvía a la vida de Neira, despojado del personaje que otros habían creado para él, pero por poco tiempo.

Su nombre volvió a estar en boca de todos cuando se supo que su agresor, Antonio Puerta, había muerto por una sobredosis . Tres días más tarde, como si fuera el protagonista de un macabro guión, el profesor ingresaba en la UCI del Hospital Puerta de Hierro con pronóstico reservado. Logró sobrevivir una vez más. Pero este mismo martes, volvió al hospital, y ayer falleció de un derrame cerebral. Terminaba así la vida del héroe que no quiso serlo.

Jesús Neira, profesor universitario, nació en Granada en 1953 y falleció en Madrid el 29 de agosto de 2015.