27 enero 1928

Opositor al Rey Alfonso XIII, a la Restauración y a la Dictadura de Primo de Rivera

Muere en el exilio el escritor, intelectual y político español Vicente Blasco Ibáñez

Hechos

Falleció el 27 de enero de 1928.

Lecturas

En Mentón (Francia) ha muerto el ilustre escritor español D. Vicente Blasco Ibáñez. Nacido en Valencia el 29 de enero de 1867, llevó una vida avneturera a la que no fueron ajenas prisiones, exilios, viajes y negocios fracasados.

Su obra, no obstante, no ha carecido de unos merecidos reconocimientos internacionales como el nombramiento de Caballero de la Legión de Honor, otorgado en 1906 por el gobierno francés, y las numerosas reediciones y traducciones de muchas novelas. La más exitosa de ellas, ‘Los cuatro jinetes del apocalipsis’, publicada en 1916 ha sido incluso llevada al cine e interpretada nada menos que por el famosísimo Rodolfo Valentino, símbolo de su clamorosa fortuna en los Estados Unidos, donde ha vendido en los últimos años millones de ejemplares en sus libros. Políticamente republicano y anticlerical, Blasco Ibáñez fue diputado y periodista, fundador en 1894 el diario EL PUEBLO DE VALENCIA.

En toda su obra literaria refleja la visión naturalista de Zola y la temática social de sus primeras novelas está limitada al ámbito valenciano: «Arroz y tartana» (1894), La barraca (1898) y Cañas y barro (1902), novelas de costumbres de la huerta, plenas de colorido local y brillante pintura de caracteres. ‘La Catedral’ (1903) y ‘El Intruso’ (1904) inician un periodo de temas más amplios con una manifesta tendencia anticlerical y antilatifundista.  Fue autor además de ‘La Maja desnuda’ (1906), de obras históricas y patrióticas, como ‘El Papa del mar’ (1925) o ‘En busca del gran Khan’ (1928). No puede olvidarse al hablar de Blasco Ibáñez, su faceta de conferenciante, que tanto contribuyó a la difusión de su obra literaria.

Dando charlas y conferencias recorrió casi toda Hispanoamérica y a los Estados Unidos donde su fama crecía día a día.

«La patria ha perdido – declaró al respecto D. Armando Palacio Valdés – a una de sus más legítimas glorias».