Muere Jesús Santaella, el abogado de periodistas que se hizo polémico por el caso CESID y el caso Banesto

Mario Conde, Banesto, Papeles del CESID, GAL, Informe Crillón, Luis Roldán, Francisco Paesa, Juan Alberto Perote y otros asuntos de gran calado judicial, político, financiero y periodístico pasaron por las manos y el saber del abogado Jesús Santaella López.

A principios de los años 90 el letrado Santaella se convirtió en uno de los hombres que más sabía de España. Representó a Emilio Botín en una querella que interpuso el banquero contra la revista Epoca porque le habían atribuido un idilio con la actriz Carmen Maura y años después, en 1995, pasó a formar parte del equipo de otro destacado financiero de aquellos tiempos, Mario Conde.

En 1995 también se hizo cargo de la defensa del coronel Juan Alberto Perote, jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales (AOME) del Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid). El coronel Perote fue acusado de un delito de revelación de secreto.

Entre uno y otro episodio el abogado Santaella se reunió con el presidente Felipe González, a instancia del mandatario socialista, para hablar de sus defendidos, el banquero Mario Conde y el coronel de los servicios secretos españoles. Esa importante y transcendente reunión se produjo el 23 de junio de 1995 en la residencia del presidente en Moncloa. Santaella estuvo acompañado del ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, que hizo las veces de notario del Reino.

El diario El País calificó aquella reunión de chantaje por parte de Jesús Santaella. El abogado no calló y respondió a las imputaciones dando detalles sobre esos y otros encuentros, pero siempre con la autorización de sus defendidos. A continuación de aquellos hechos, el Consejo General de la Abogacía a instancia de su prsidente, Eugeni Gay, promovió la apertura de un expediente contra el letrado y fue sancionado con cinco meses de suspensión en el ejercicio profesional.

En enero de 2004 el Tribunal Supremo sentenció que «el abogado Jesús Santaella no vulneró el secreto profesional» y anuló la sanción del CGA. Tras conocer la resolución del Supremo, Santaella declaró que «he acabado con ocho años de pena de banquillo y puedo decir, bien alto, que he cumplido 30 años de ejercicio en la abogacía sin ninguna mancha en mi expediente». Jesús Santaella nunca contó los pormenores de aquella reunión con el entonces presidente del Gobierno y ahora esos y otros secretos se los ha llevado consigo. Falleció el pasado domingo.

Jesús Santaella nació en Valladolid en diciembre de 1951 y estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela. En 1974 se convirtió, por oposición, en técnico de la Administración Civil del Estado y después fue nombrado jefe del gabinete técnico del Instituto de la Salud.

El letrado Santaella se convirtió en uno de los hombres de confianza del ex ministro Pío Cabanillas y en 1981 fue nombrado secretario técnico del Régimen Jurídico de Radiodifusión y Televisión y, más tarde, secretario técnico del Ministerio de Justicia. Santaella también recibió el encargo de Pío Cabanillas de negociar y tramitar la instalación de las cadenas de televisión privada en nuestro país.

Santaella siempre sintió una atracción especial por el mundo de los medios de comunicación y en los últimos años se había convertido en un prolífico articulista de varios medios, incluido EL MUNDO.

El letrado Santaella también asesoró, ayudó y defendió a multitud de periodistas. En 1984 se convirtió en secretario general de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) y también ejerció como profesor de Derecho en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.

Dos fueron las veces que me encontré al letrado Jesús Santaella frente a frente en un estrado de la Justicia. La primera fue en 1997, cuando tuve que declarar ante el tribunal militar que juzgaba al coronel Perote. Y la segunda en 2005 y en la Audiencia Provincial de Madrid por el tema de la escuchas ilegales del Cesid. Y en ambas demostró su profesionalidad.

Hay que recordar que en el 2002 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo le dio la razón al letrado Santaella al condenar al Estado español por «vulneración del derecho a un juicio justo» en el caso del coronel Perote. La sentencia constató la parcialidad de dos jueces de la jurisdicción militar.