24 noviembre 1988

Era la mano derecha de Juan Tomás de Salas

Muere Romualdo de Toledo Sanz, Vicepresidente del Grupo16

Hechos

El 24 de noviembre de 1988 falleció D. Romualdo de Toledo, fundador del Grupo16, de la revista CAMBIO16 y el periódico DIARIO16.

Lecturas

El Vicepresidente de INPULSA (Grupo16) y Director General de INPRESA, D. Romualdo de Toledo Sanz muere el 24 de noviembre de 1988. Con su desaparición D. Juan Tomás de Salas Castellano y D. César Pontvianne Santos son los únicos de los 16 fundadores que siguen aún en las sociedades del llamado ‘Grupo16’, que edita Diario16 y Cambio16. Además era director general de Inmoda (editora de Marie Claire 16 y La Casa 16) y editor de Motor16.

25 Noviembre 1988

Un pionero irrepetible

DIARIO16 (Director: Pedro J. Ramírez)

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Ayer falleció Romualdo de Toledo, uno de los fundadores del Grupo16. El perfil de este personaje entrañable e irrepetible – que poseía esa virtud innata que Nietzsche llamaba la cortesía del corazón – ha sido tan rico y matizado que no queda dibujado suficientemente con la mención a su actividad esencial de importante empresario periodístico. Romualdo de Toledo ha sido un empresario tenaz, un pionero de innumerables proyectos de comunicación, pero sobre todo se le recordará por haber sido un extraordinario modelo de bonhomía, un ejemplo permanente de tolerancia y liberalidad. Su lema vital bien podría ser lacónico ‘libertad sin ira’ con que este periódico inició su andadura.

Al lector que desconociera la personalidad del desaparecido Romualdo de Toledo solamente tendríamos que decirle que no podría estar hojeando este diario de no haber existido este personaje emprendedor y arriesgado que posibilitó la supervivencia de DIARIO16 en los momentos de mayor crisis económica y de peores circunstancias empresariales. Este espíritu inquieto no descansó cuando el periódico se consolidó definitivamente: el éxito le impulsó a la búsqueda de innovadoras fórmulas de comunicación que dieron lugar nuevos proyectos de publicaciones que han sido la base de la actual expansión del Grupo16.

Romualdo de Toledo perteneció a esa generación de españoles que, contra corriente, creyó en la libertad y luchó tenazmente por ella con un talante afectuoso de alegría comunicativa. Sus afanes, que son hoy los nuestros, han servido de constante acicate para nosotros, que fuimos sus amigos. El mayor homenaje con que podemos rebelarnos a su ausencia es continuar por esta senda de creatividad e imaginación que nos dejó trazada.

05 Diciembre 1988

Un amigo se fue

Juan Tomás de Salas

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Un amigo muerto es un pedazo de uno mismo que se va, que se raja, se saja y se va. Duele a rabiar el alma, o lo que sea, la memoria, uno mismo, el trozo de uno mismo que sigue aquí mientras le sangra la mitad siamesa que se despellejó. Algo así es lo primero que se siente cuando se muere un amigo, un amigo como éste, cuarenta y tantos años de amigo, todas las batallas, las de estudios, las de los amores, las políticas, los trabajos y los diarios, los peligros, las ilusiones, todas ellas compartidas. Romualdo de Toledo era mi amigo siamés. Y se ha ido.

Se ha ido cuando menos debía, cuando sus sueños se realizaban uno tras otro, sus niñas de MARIE CLAIRE 16 florecían, triunfaba su DIARIO16, por el que tanto porfió, MOTOR16 corría a toda máquina, crecía la empresa hispano-italiana y se agolpaban a dos dedos de la realidad otra serie promisoria y brillante de proyectos. Romualdo se ha ido cuando menos debía, cuando había alcanzado ya estatus de creador y casi sabio. Cuánta gente siente hoy en esta casa, en estas diversas casas nuestras, una extraña soledad, algo como de huérfano, tristeza, nostalgia y hasta un poco de miedo.

Yo siento todo eso y algo más. Una cierta desolación al saber que nunca más resonarán por aquí sus carcajadas. Nadie era capaz de reír tan estrepitosamente en los peores momentos. Cuando a los demás nos desfallecía el alma ante la dificultad, resonaba por aquí su carcajada, y otra vez el equipo volvía a funcionar. Tenía nervios de acero ante la adversidad y el mejor símbolo de ese coraje suyo era esa endiablada, imposible y contagiosa carcajada. El estrepitoso coraje de la risa.

Sin Romualdo de Toledo esta casa no habría llegado hasta aquí, probablemente  usted no podría leernos ahora, y una parte importante de la historia reciente de la prensa española sería muy diferente, y yo creo que peor. Romualdo de Toledo fue nuestro motor de tantas cosas.

Supongo que los equipos humanos se nutren con los esfuerzos de los seres buenos que en su seno bregaron, penaron, triunfaron y soñaron. Por eso creo que Romualdo de Toledo, o su espíritu, o su carcajada, seguirán por aquí alegrando nuestra alma y manteniendo nuestra mente bien despierta. Aquí sus compañeros no vamos a detener la marcha. Por aquí todos sus amigos y su familia, sentimos bien triste el alma. Un espíritu brillante, estrepitoso, audaz y profundamente bueno se ha ido. Se ha ido un amigo. Duelen tantas cosas.

Juan Tomás de Salas