1 enero 1903

Augusto Suárez de Figueroa deja la dirección de EL HERALDO DE MADRID para dirigir el nuevo periódico

Nace el periódico DIARIO UNIVERSAL para ser el órgano de expresión del político Álvaro de Figueroa ‘Conde de Romanones’

Hechos

El 1 de enero de 1903 se publicó el primer número de DIARIO UNIVERSAL.

Lecturas

¿CAMBIO EN EL HERALDO DE MADRID?

D. Augusto Suárez de Figueroa abandona EL HERALDO DE MADRID para dirigir DIARIO UNIVERSAL – el periódico de D. José Canalejas – en un momento en que el que se rumorea sobre la posibilidad de que ese diario cambie de propiedad.

Sobre la marcha

DIARIO UNIVERSAL (Director: Augusto Suárez de Figueroa)

1-1-1903

Leer

Lector: te saludamos sobre la marcha. Ni los tiempos están para programas, ni tu desengañada credulidad los aceptaría, ni nosotros hemos de insistir en ofrecértelos. Hay que vivir aprovechando los minutos y queremos dar fe de estos buenos propósitos en las primeras líneas de nuestra primera columna, sustituyendo las ofertas por los lectores y presentándonos a ti en acción, en movimiento, en plena actividad.

La letra de molde de nuestras cajas ha comenzado a agruparse en galeradas y éstas han pasado de la platina a las máquinas y de las máquinas a tus manos en forma de hoja impresa. Nada más. Decirte, lector, que escribimos por ti y para ti, sería tan ocioso como entretenernos en definir a estas alturas, lo que es, lo que significa un órgano de publicidad que aspira a ser con medios propios e independientes instrumento de opinión en su país. Con lo que queda dicho, nuestra visita de ceremonia está hecha, y ojalá sea el principio de una franca y no interrumpida cordialidad.

En cuanto a la Prensa, en cuanto a nuestros camaradas, lo mismo a los de Madrid que a los de provincias, un saludo efusivo, un apretón de manos de confraternidad y todo estará hablado entre nosotros. Es tópico algo pueril el de llamar a las puertas del templo con las solemnidades de rúbrica, como catecúmenos que esperan el agua bautismal y la sal en la boca para entrar en el seno de la religión. Por desgracia, o por fortuna, el sacramento nos coge at todos mayores de edad y no nacemos hoy – usando la frase hecha – a la vida de la Prensa. Esta hoja que aspira con modestia, pero con firmeza a popularizar, no tiene de nueva más que los elementos materiales que la componen; los que la redactamos, quién más, quién menos, estamos, años ha en contacto con el público y sería convencionalismo estéril suprimir de una plumada nuestra vida periodística pretendiendo hacer pasar por virginidad propia la virginidad de nuestras máquinas y de nuestro título.