Nace la revista GENTLEMAN ‘para hombres’ fundada por Juan Luis Cebrián Echarri y José Luis Gutiérrez Suárez

Conocí a Juan Luis en el año 1968 a través de un amigo de la universidad. Juan Luis ocupaba su despacho de subdirector de INFORMACIONES, había desembarcado en el periódico con Jesús de la Serna como director, procedentes ambos del diario PUEBLO, dirigido por el entonces todopoderoso Emilio Romero, donde un Juan Luis adolescente pero que ya apuntaba ademanes de hombre de poder, se ejercitó como redactor-jefe.

Escribí y publiqué alguna historia aislada en aquel INFORMACIONES de Jesús de la Serna y Juan Luis Cebrián.

El primer número de GENTLEMAN vio la luz en marzo de 1973 tras la minuciosa preparación desde finales del verano de 1972 y en los aún incipientes medios democráticos tuvo una gran aceptación, fue todo un éxito. Sorprendió la modernidad de su diseño para la época – responsabilidad, bajo la atenta mirada de Juan Luis, de Juan Espejo, entonces también diseñador en INFORMACIONES – la calidad de sus textos y la relevancia de sus articulistas.

En realidad lo de ‘revista de calidad para hombres’ no era más que la excusa y el envoltorio formal de una publicación con una notable carga política e ideológica.  GENTLEMAN desde su primer número entró a formar parte del a reducida nómina de publicaciones estrechamente vigiladas y bajo sospecha entre las que estaban CUADERNOS PARA EL DIÁLOGO o CAMBIO16.

GENTLEMAN fue, por tanto, y en aquella primera etapa una especie de experiencia in vitro de lo que sería el diario EL PAÍS fundado por Cebrián años más tarde en la primavera de 1976.

El texto de mayor resonancia de Juan Luis sería una larga entrevista realizada justo antes de abandonar la revista en enero de 1974 y de que yo me convirtiera en el nuevo director, a Manuel Fraga, entonces gran esperanza blanca del emergente, vago y titubeante centrismo.