26 octubre 1982

En el PAD figuran destacados dirigentes que ocuparon puestos durante la dictadura franquista como Luis González Seara o el propio Ordoñez

Pacto entre el PSOE y el Partido de Acción Democrática de Francisco Fernández Ordoñez para integrarle en sus listas

Hechos

El 17.09.1982 el secretario general del PSOE, D. Felipe González y el presidente del PAD, D. Francisco Fernández Ordoñez anunciaron el acuerdo entre ambas formaciones para que dirigentes del PAD fueran incluidos en las listas del PSOE.

Lecturas

El 17.09.1982 el secretario general del PSOE, D. Felipe González y el presidente del PAD, D. Francisco Fernández Ordoñez anunciaron el acuerdo entre ambas formaciones para que dirigentes del PAD fueran incluidos en las listas del PSOE.

Miembros del PAD en las listas del PSOE:

  • D. Francisco Fernández Ordoñez (nº3 del PSOE por Madrid)
  • D. Javier Moscoso (nº9 del PSOE por Madrid)
  • Dña. María Dolores Pelayo (nº2 por Tenerife)
  • Dña. Carmela García Moreno (nº 4 del PSOE por Murcia)
  • Dña. Carmen Pinedo (nº 4 del PSOE por Cádiz)
  • D. Luis Belenguer (nº 4 del PSOE  por Alicante)

DoloresPelayo CarmelaGarciaMoreno Dña. María Dolores Pelayo y Dña. Carmela García Moreno, generosamente recompensadas por el PSOE tras abandonar la UCD y pasarse a sus filas.

ENRIQUE TIERNO RECHAZA SER DIPUTADO TRAS CONOCER SU EXCLUSIÓN DE LA LISTA POR MADRID

El gran ausente del a lista del PSOE por Madrid será D. Enrique Tierno Galván.

18 Septiembre 1982

La opción del PAD

Francisco Fernández Ordoñez

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El PAD es el único partido de España que se definió estatutariamente como de ideología socialdemócrata en su congreso constituyente.Hace un año, el grupo llamado socialdemócrata abandonó UCD por razones que hoy, con el paso del tiempo, se han hecho evidentes. La experiencia propia nos había demostrado la incapacidad de la derecha para asumir un verdadero programa político de renovación y de cambio.

Acordamos, así, en nuestro congreso de marzo pasado, o ir solos a las elecciones o apoyar a aquella opción política que de forma más cercana representara nuestras ideas. Desde entonces se inició una larga conversación con el PSOE para explorar los puntos de afinidad y discrepancia y para valorar las posibilidades de asumir un programa seno, reflexivo, de reformas reales y de buen gobierno que pudiera afrontar la preocupante situación que atraviesa el país.

Como resultado de todo ello estuvo claro que, cuando los socialistas planteaban un programa de absoluta afinidad con el nuestro, lo razonable no era combatirlo con otro parecido, haciendo amarillismo político, ni contribuir a dividir los votos progresistas del país. Lo constructivo, lo que representa un avance histórico, es ampliar la base de ese programa para instalar un proyecto político más amplio. Un proyecto político no sólo socialista, sino que recoja el sedimento social, cultural y político de amplias capas de la población española que no son socialistas, pero que creen en una posibilidad de cambio, de avance social y de libertad que puedan permitir a España desplegar su verdadero potencial de crecimiento y de vida.

Por ello, la alternativa de estas elecciones para nosotros no es la de una sociedad socialista frente a una sociedad no socialista. La alternativa es una sociedad resignada, inerte, saciada de palabras y de promesas, frente a una sociedad viva., dinámica, apoyada en la palanca firme de un Gobierno diferente, que aborde con respuestas reales y concretas a los problemas reales y concretos.

El PAD va a mantener su identidad y su personalidad sin presentarse formalmente como tal partido a las elecciones, porque la desproporción electoral de sus siglas con las del PSOE es evidente. Pero va a apoyar, a través de algunas de sus figuras representativas y de sus cuadros técnicos, tanto la oferta electoral como eventualmente la acción de gobierno al servicio de un gran proyecto de cambio. Vamos a aportar, en la medida de nuestras fuerzas, un equipo nutrido y coherente de españoles de primera fila dispuestos a asumir en toda su dimensión el empeño político más importante de esta hora.

Nadie es indispensable, pero todos son necesarios. Por mi parte, he ofrecido desde el primer momento mi colaboración sin contrapartida personal de ninguna clase. Hay mucha gente nueva que espera su puesto y que tiene el derecho y el deber de defender esa misma idea de España por la que yo he luchado cuando traté de servir con dignidad mis responsabilidades de gobierno.

Por tanto, se ha concluido la polémica de si los socialdemócratas verdaderos están o no en el PSOE. Los socialdemócratas verdaderos, en cualquier caso, están hoy con el PSOE, porque el proyecto es más amplio, y ésta es. su verdadera grandeza. Frente a los miedos de la derecha, hemos apostado por la esperanza.

21 Septiembre 1982

Por qué no voy a ir al Parlamento

Enrique Tierno Galván

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Cómo todo el mundo sabe, en el decreto que convocaba a Cortes se excluía a los alcaldes. Es una exclusión que data de la primera convocatoria, que, eminentemente, ahora no tiene sentido. Lo tuvo en aquella ocasión, en la primera, en cuanto que se refería a alcaldes designados, a alcaldes elegidos, pero ahora los alcaldes son democráticamente, elegidos y- no hay ningún inconveniente, parece, en que los alcaldes sean diputados, sobre todo los alcaldes de las gran des ciudades y, si me apuran ustedes un poco, se justifica aún más en el alcalde de la capital del Estado. Esta es una norma prohibitiva, que con el tiempo habrá que derogar, porque no se tiene en pie. En el Derecho, Cónstitucional Comparado no se admite la comparación, porque es una norma excepcional, y este carácter excepcional que tiene la norma no está justificado tampoco por nuestra legislación, ni por la estructura democrática del Estado, ni , por los deseos de los partidos; por consiguiente, la norma tendría que haberse derogado, pero no se ha derogado, está ahí y hay que cumplirla. No se puede decir que la ley hay que cumplirla y sostenerlo y subrayarlo cuando se refiere a los demás y cuando se refiere a uno mismo alegar mil cosás para evitar cumplir la norma o ley que nos atañe.

Este es el criterio que también ha influido en mi ánimo- para no aceptar algunas soluciones que se me proponían: por ejemplo, presentarme diputado por otra circunscripción.

El partido me lo ha propuesto, me ha sugerido ir por Soria o por alguna otra provincia, pensando que podría salir. Aun teniendo la completa seguridad-de que saldría en algún otro sitio, no me ha parecido una solución.

En principio, porque quizá por el sitio que me propusieren, no tuviere un conocimiento amplico de los problemas, y en segundo lugar, porque no iba a poder haber nada serio por resolverlos, si tenía que atender al Ayuntamiento de Madrid; ya que me lleva demasiado tiempo para encima echar la sobrecarga de atender a los negocios de una provincia. Era realmente una solución que no se avenía bien; ni con el- sentido común, ni con la moral. También algunos amigos e interesados me sugirieron que tuviere la representación del Parlamento y la de alcalde al mismo tiempo.’

Al servicio del pueblo

Dimitiendo como alcalde -durante un mes o mes y medio, me haría diputado y después volvería al Ayuntamiento, siendo nuevamente elegido por mis compañeros. Aunque esto sería relativa mente fácil hacerlo, yo, moralmente, no podría, eso no es serio y sería justamente dar la imagen de la que me quiero apartar y de la que me gustaría se apartase todo el mundo: «Ir más por los cargos que a cumplir un servício público». La verdad es que debemos estar al servicio del pueblo y debemos aceptar los puestos no por los puestos, sino como un instrumen to para atender mejor las necesidades de quienes votan. Eso de estar zigzagueando de un lugar para otro, buscando, quitando y po niendo no me parece bien, es una trampa que me he negado a utilizar. De manera que «he elegido Madrid», me quedo con Madrid y seguiré en esta postura. No sé si se ha consultado a la Junta Electoral o no se ha consultado; pero es* lo mismo, cualquiera que sea la decisión me parece que mi deber es, continuar siendo alcalde, incluso yo diría que vamos a salír ganando, no sé si múcho o poco, pero saldremos ganando algo, porque, a fin de cuentas, me voy a dedicar con mayor intensidad aún, si esto es posible, a los problemas del Ayuntamiento.

Cada uno en su lugar

Por consiguiente, no hay que dar demasiada importancia. Está bien que cada uno, estmos en un lugar, que trabajemos en ese lugar y, aunque conviene que los alcaldes estén en el Parlamento, hasta tanto no salga la nueva disposición, aprovechemos el tiempo para dedicamos a una función y a una función que requiere todo nuestro esfuerzo, como el de la alcaldía de Madrid, en mi caso.

Enrique Tierno Galván es alcalde de Madrid.