9 enero 1981

El nuevo director de RADIO NACIONAL DE ESPAÑA, Eduardo Sotillos, es militante del PSOE, el principal partido de la oposición

Pacto político sobre RTVE: Fernando Castedo será el director general e Iñaki Gabilondo liderará los servicios informativos

Hechos

El 9.01.1981 D. Fernando Castedo fue designado por el Gobierno nuevo director general de RTVE, D. Iñaki Gabilondo asumió la dirección informativos de TVE y D. Eduardo Sotillos la dirección general de Radio Nacional de España (RNE).

Lecturas

En enero de 1981 el Gobierno presidido por D. Adolfo Suárez designó a D. Fernando Castedo nuevo Director General de Radio Televisión Española (RTVE). Sustituye en el cargo a D. Fernando Arias Salgado, que ocupaba el cargo desde noviembre de 1977. 

El nombramiento del Sr. Castedo era especialmente relevante porque por primera vez los cargos directivos de la radio y la televisión pública se habían negociado entre el partido en el Gobierno (la UCD de D. Adolfo Suárez) y el principal partido de la oposición, el PSOE, cuyo interlocutor en las cuestiones de RTVE era D. Alfonso Guerra.

De las negociaciones UCD-PSOE salió el nuevo staff de la radio y televisión pública de la que formaban parta D. Fernando Castedo como Director General de RTVE, D. Iñaki Gabilondo como Director de Informativos de RTVE, D. Eduardo Sotillos como Director de RNE y D. José Luis Balbín (el presidentador de ‘La Clave’) como Director de programas especiales de TVE.

El mandato del Sr. Castedo será breve dado que se verá forzado a dimitir en octubre de 1981.

EQUIPO CASTEDO:

D. Iñaki Gabilondo Pujol (Independiente considerado próximo al PSOE), Director de Informativos de RTVE

eduardosotillos D. Eduardo Sotillos Palet (PSOE), Director General de Radio Nacional de España (RNE).

Balbin D. José Luis Balbín Meana (PCE), Presentador de ‘La Clave’ y Director de programas especiales de TVE.

D. Jesús Picatoste Baeza – Director del Gabinete Técnico del Ente Público RTVE.

D. José María Otero Timón – Secretario General del Ente Público RTVE.

D. Francisco Guerrero Sáez – Director de Relaciones Internacionales RTVE.

D. Miguel Ángel Toledano Vázquez – Director de TVE.

D. Juan Fernández Lozano – Director de Radio Cadena Española.

LOS PROGRAMAS ESTRELLA DE RNE EN 1981:

Manuel_Antonio_Rico ‘España a las 8’, conducido por D. Manuel Antonio Rico, se emitía a las 8.00 de la mañana, siendo el primer informativo de la radio pública. En su equipo figuraban periodistas como D. Jordi García Candau o D. Felipe Sahagún.

luis_del_olmo_cope ‘De Costa a Costa’, conducido por D. Luis del Olmo  desde las 9.00 de la mañana hasta las 12:30 era un amplio magazine que incluía desde entrevistas a políticos de primer orden hasta información sobre curiosidades. El programa se había llamado hasta 1981 ‘Protagonistas Nosotros’. 

alejogarcia ‘Directo-Directo’, conducido por D. Alejo García, se emitía todos los días a las 19.00 horas con un tema y un invitado. El programa se hizo popular porque permitía a la gente que llamara en directo para formular preguntas al entrevistado.

FERNANDO ÓNEGA, UN HOMBRE AFÍN AL GOBIERNO SUÁREZ, SUSTITUTO DE GABILONDO EN LA CADENA SER

onega_ser El Sr. Gabilondo abandonó su puesto de director de los informativos de la Cadena SER para fichar por TVE, por lo que fue reemplazado en la emisora por D. Fernando Ónega (hombre cercano a la UCD, el partido en el Gobierno), que será el nuevo director de la emisora.

11 Enero 1981

El coraje de Castedo

EL PAÍS (Director: Juan Luis Cebrián Echarri)

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DE LA designación por el Consejo de Ministros de Fernando Castedo como director general del ente público Radiotelevisión Española, tan sólo ha sorprendido la demora en hacer formal y oficialmente pública una decisión negociada de antemano entre el Gobierno y los socialistas y adoptada -como muy tarde- en el momento en que las Cortes Generales eligieron a los miembros del Consejo de Administración. Ese retraso de más de dos meses dio oportunidad para que se especulara con una vigorosa ofensiva lanzada por los sectores neoconfesionales y conservadores de UCD para designar como director general a un hombre suyo que pudiera garantizarles el control del monopolio estatal de televisión.Ese insólito aplazamiento es tanto más grave cuanto que por su culpa han vencido ya las fechas para la constitución de las tres sociedades estatales -Televisión Española, Radio Nacional y Radio Cadena- previstas por el estatuto. Ha pasado ya un año desde que éste viera la luz, y bien puede decirse que durante 1980 el Gobierno ha dejado sumida a RTVE en la más siniestra y absoluta de las ineficacias y en un mar de intrigas, ganduleos y deleznables actitudes.

Fernando Castedo, director general del nuevo ente jurídico, ha tenido, por lo pronto, el coraje político y el valor cívico de aceptar la patata caliente de Televisión Española, capaz de abrasar manos incluso muy callosas políticamente. Su designación ha tenido el visto bueno de diez de los doce miembros del Consejo de Administración y ha sido recibida con alguna esperanza en los sectores más renovadores de Prado del Rey. La tarea que le aguarda es ardua y poco agradecida, pues los intereses creados, los derechos adquiridos y los compromisos con el Gobierno y con los partidos forman un corsé de hierro que dificultará sus movimientos y condicionará sus decisiones. De la ayuda y colaboración que le preste el Consejo de Administración dependerá, por lo demás, gran parte del éxito de su gestión. Sin embargo, los ínfimos niveles en que ha hundido la programación de Televisión durante los últimos meses, la rutinaria pobreza de los espacios informativos, la deplorable ausencia de calidad cultural y el vértigo hortera de los espectáculos presuntamente dedicados al ocio sitúan casi a ras de tierra el listón que Fernando Castedo deberá saltar para mejorar las marcas de sus predecesores. Ahora falta por ver si Fernando Castedo se propone, de verdad, manejar con firmeza la escoba y sustituir con personas competentes y respetadas a tantas figuras del museo de cera que habían ocupado como una finca Prado del Rey. Lo que acertadamente llamó Alfonso Guerra el sottogoberno, es decir, la tupida red de mandos y cuadros que envuelven y ahogan los esfuerzos de los buenos profesionales de Televisión, debe ser el primer objetivo de esa ineludible operación de limpieza que el director general del nuevo ente público tendrá que acometer, porque sin una drástica ruptura del búnker de incompetentes, vagos o corruptos que han degradado el monopolio estatal la reforma de Televisión será simplemente imposible.

07 Febrero 1981

RTVE empieza a mejorar

EL PAÍS (Director: Juan Luis Cebrián Echarri)

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TRATÁNDOSE DE una institución tan enrevesada y tan corroída por el arbitrismo del antiguo régimen y la picaresca o los despropósitos de los últimos cinco años como RTVE, al equipo directivo que encabeza Fernando Castedo habría de concedérsele. cuando menos, ese margen de cien días de confianza previa que se otorga tradicionalmente a quien pretende poner en orden un Gobierno, un ministerio o un ente público. A menos que las primeras medidas que ese equipo adopte sean tan atrabiliarias como las de los cuadros directivos precedentes.No es este el caso de los hombres de Fernando Castedo o de los componentes del Consejo de Administración de aquella casa. Tiempo habrá para criticar todos sus yerros cuando los cometan, pero ahora es de justicia admitir que en los escasos días que llevan reordenando RTVE han conseguido girar la oxidada bisagra de la credibilidad y la atención pública de esos dos medios de comunicación estatales.

Los nuevos responsables de RTV E han topado con un Matto Grosso administrativo que contempla más de 1.800 jefaturas, con un coste laboral de más de ochocientos millones de pesetas y un rendimiento profesional globalmente más que dudoso. El equipo de Fernando Castedo pretendie, en una primera etapa, reducir estos costes en altos cargos al menos a la mitad, acabar con los pluses de los directivos y exigirles algo tan elemental como la dedicación exclusiva. No es mal comienzo si se reconoce el dicho popular de que los peces se pudren por las cabezas.

En el terreno informativo, Radio Nacional (más profesionalizada en los últimos años que Televisión Española) ha dado un impulso a su información en directo y a su calidad, suprimiendo algunos resabios o procedimientos obsoletos. Y en un caso concreto que se esgrime contra su director -Eduardo Sotillos- se nos antoja que la sustitución del ángelus por un toque de campanas es más respetuoso con la fe católica (además de con la Constitución) que cobrar año tras año el guión de la santa misa como hasta no hace mucho devengaba en Televisión un severo sacerdote.

De los informativos de Televisión, baste citar, por el momento, la emisión íntegra del «incidente de Guernica» o la mayor ecuanimidad política que se advierte en los telediarios.

Por supuesto que prácticamente todo queda por hacer, y que será difícil hacerlo cuando el anterior equipo rector de RTVE ya comprometió cerca del 80% del presupuesto de programación de Televisión para este año, y el nuevo apenas podrá disponer libremente de la dieciseisava parte del presupuesto para inversiones en 1981. Pero en Prado del Rey se apuntan ahora, cuando menos, intenciones de respeto a la Constitución, al profesionalismo y a un mínimo rigor contable.

No quisiéramos volver sobre los pasos de este primer juicio si los nuevos rectores de RTVE desmerecen la confianza del país, defraudan las expectativas de su audiencia o escamotean papeles a los interventores de Hacienda. Pero cualquier apedreamiento previo del equipo de Fernando Castedo o del Consejo de Administración de RTVE sería ahora injusto, por prematuro e indocumentado. Radiotelevisión Española no sabemos si sanará, pero, por el momento, ha empezado a mejorar.

El Análisis

LA PRIMAVERA DE AMADEO DE SABOYA

JF Lamata

El periodo de D. Fernando Castedo al frente de RTVE se conoce como ‘la primavera de TVE’ porque se idealizó mucho como ‘modelo de libertad’, lo cual era un tanto ofensivo para la etapa de D. Rafael Anson o D. Fernando Arias Salgado. Lo que sí es cierto, es que D. Fernando Castedo había sido designado por consenso con el PSOE, al contrario que sus dos antecesores.

No obstante quizá más que el mote de ‘la primavera’ de TVE se le podría haber llamado el ‘Amadeo de Saboya’ de TVE, porque al igual que el reinado de Amadeo quedó coondenado al fracaso desde el momento en que el principal instigador del mismo, el General Prim, no llegó vivo a la toma de posesión del monarca, el principal muñidor de la llegada del Sr. Castedo a TVE, el presidente Suárez, no tendría ocasión, prácticamente, de conocer su mandato, puesto que sería derribado como Presidente del Gobierno pocas semanas después. El mandato del Sr. Castedo – ‘la primavera’ – estaba condenado.

J. F. Lamata