26 febrero 2009

Pedro J. Ramírez califica en su periódico al juez Baltasar Garzón como ‘juez indeseable’

Hechos

El 26.02.2009 el diario EL MUNDO publicó el editorial «Un juez indeseable, una querella inútil, una hipótesis grave».

Lecturas

EL EDITORIAL ÍNTEGRO:

Un juez indeseable, una querella inútil, una hipótesis grave

Garzón es un magistrado que ha puesto el Derecho al servicio de sus intereses y -lo que es peor- de sus fobias personales.Se ampara en los privilegios de la institución que representa para hacer el mayor daño posible al PP, al que ha situado en su punto de mira y nunca mejor dicho. Ayer el juez de la Audiencia Nacional volvió a quedar en evidencia al levantar el secreto del sumario para hacer constar en un auto «la aparición de un posible nuevo caso de aforamiento» que requeriría informar al Tribunal Supremo por afectar a diputados o eurodiputados del PP. Es exactamente la misma táctica adoptada el pasado 13 de febrero cuando reveló en otro auto que había sospechas contra personas aforadas en Madrid y Valencia sin aclarar quienes eran.

Nada más conocerse el contenido de su escrito, varios medios empezaron a especular con los nombres de tres dirigentes del PP a los que podría estar refiriéndose. Garzón desmintió que se tratara de Esteban González Pons, pero al excluir tan sólo a este diputado y portavoz del partido, el juez confirmaba implícitamente que los implicados en su auto son Luis Bárcenas, tesorero del PP, y el eurodiputado Gerardo Galeote.

Garzón justifica esta eventual implicación en la trama que investiga por un nuevo informe policial que le fue entregado anteayer, pero el pasado viernes ya hizo una tercera copia de lo actuado para enviársela al Tribunal Supremo, lo que sugiere que tenía indicios anteriores de la presencia de esos aforados del PP.

Como fuentes de la Fiscalía Anticorrupción denunciaron ayer, Garzón está jugando con «un secreto sumarial de quita y pon» y administrando la información de la que dispone para incriminar cuando le conviene a dirigentes del PP. La Fiscalía considera que el juez de la Audiencia está actuando con «formas arbitrarias» que lesionan los derechos de las personas que se han visto afectadas por «el goteo» de revelaciones. Es obvio que Garzón se ha comportado de forma malévola y artera manejando los datos que obran en el sumario y los tiempos para perjudicar al PP, interpretando la ley a su antojo y convirtiendo el procedimiento en una tortura contra el partido de Rajoy.

Ello no obsta para reconocer la importancia y la trascendencia política que tendría la implicación de Luis Bárcenas en este asunto, que obligaría probablemente al Tribunal Supremo a instruir una parte o la totalidad de la causa. Pero esto no deja de ser una hipótesis, ya que el secreto del sumario impide conocer la naturaleza de los hechos en los que podría haber indicios de delito por parte del tesorero del PP.

Bárcenas y Galeote se encuentran en estos momentos en una absoluta indefensión, ya que recae sobre ellos la sospecha de una posible financiación ilegal del PP, pero ignoramos si hay datos en el sumario que la avalen.

El PP presentó ayer una querella ante el Supremo en la que acusa a Garzón de prevaricación, alegando que el juez ha investigado a personas aforadas y se ha negado a inhibirse. Todo indica que no va a prosperar porque la prevaricación -que implica dolo- es muy difícil de demostrar, excepto que se actúe con la mala fe de quienes condenaron a Liaño, en un precedente lamentablemente esgrimido por un PP que parece ignorar que Estrasburgo resolvió que se había vulnerado el derecho al juez imparcial. Una cosa es que Garzón esté manejando el proceso de forma arbitraria, como dice la Fiscalía, y otra que haya cometido un delito.

Lo que sí está demostrando es que no es un investigador imparcial, que asume un protagonismo desmedido, que administra justicia para satisfacer su ego, que tiene una serie de fobias y filias que le ciegan y, sobre todo, que se cree por encima de la ley.Hasta que este juez indeseable para cualquiera y sin vergüenza para casi todo no se aparte del asunto, será imposible deslindar el grano de la paja.