17 abril 2017

El Tramabus presenta, junto a personas investigadas por corrupción como Luis Bárcenas, Rodrigo Rato, Blesa o Pujol al mismo nivel que Rajoy y los ex presidentes José María Aznar y Felipe González

Podemos pasea un autobús por España en el que señala a Cebrián (PRISA) e Inda (OKDIARIO) como co-responsables de una Mafia

Hechos

El 17.04.2017 Podemos y su secretario general, D. Pablo Iglesias Turrión, presentaron oficialmente el ‘Tramabus’.

18 Abril 2017

Así empieza lo malo

Juan Cruz

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Desde Roma a hoy no hay más que un paso. Lo ha dado Podemos con ese autobús que es secuela del otro extremo, aquel Hazte Oír de la vergüenza que tenía a Dios como pretexto

El fantasma de un autobús recorre España. Es fácil: preparas a la ciudadanía con suculentos nombres propios, dices a la gente que en esos nombres reside la trama de lo peor que le pasa a la sociedad en la que estamos y luego paseas sus caricaturas para que el pueblo haga diana. Desde Roma a hoy no hay más que un paso. Lo ha dado Podemos con ese autobús que es secuela del otro extremo, aquel Hazte Oír de la vergüenza que tenía a Dios como pretexto.

Está todo inventado. Los que hacen el dibujo previo no saben a ciencia cierta si lo que insinúan con el trazo grueso es verdad o mentira. Pero no importa, qué va a importar: lo dice todo el mundo y ellos le explican a la gente, preparada para creer que hay culpables sueltos, lo que esta ya quiere oír. “¡Queremos culpables!” Ellos los brindan en un autobús superpoblado, este fantasma en el que se alojan las identidades de cada uno de los bandidos seleccionados para la ocasión. Habrá más, anuncian como si estuvieran en aquel circo romano. Y ríen, la ocurrencia va a funcionar. Han hecho de la política un saloon del Oeste y en la confusión reciben el aplauso, e incluso la contrita condescendencia, de los que cuidan su ego desde asientos mullidos en los que se mecen sus complicidades. “Mientras no me den a mí, je je”.

“Si nada es verdad, todo es espectáculo”, escribe Timothy Sneyder en Sobre la tiranía, un libro que estos caricaturistas de la política deberían tener de cabecera para no repetir causas generales y desvergüenzas que ya tiñeron este país, Europa y el mundo cuando se pintaron otras dianas para satisfacer el ansia vengativa que anida en las sociedades tristes. Lean a Brecht; tengan cuidado con el justiciero que anida en la conducción de este autobús fantasma. Nadie sabe cómo se carga de razón un hombre hasta que no lo ves escupirle a otro por la calle. Que se desconozca la realidad es conveniente para oscurecer el camino: aquellos a los que ellos dibujan forman parte de la trama. El pueblo está preparado para percibir como real aquello que se diga en voz alta, cuanto más horrísona mejor. Los que habitan en los flancos de ese autobús son los malos, los culpables de lo que pasa. ¿Todos? ¿Uno a uno y todos? ¿Quién lo dice?

Lo dicen ellos, los que ya tiñeron de cal el Congreso, los que decidieron que el lenguaje les pertenecía y podían torcerlo en el hemiciclo, los que son capaces de elevar a verdad lo que ni siquiera ellos mismos han investigado. Consumen el pescado que obtuvieron otros y, aunque ese pescado se haya podrido en manos de los que lo divulgaron, lo siguen marcando como fresco. Y ellos saben que el pescado caducó. Ellos no son sólo los que hacen la caricatura y los que llenan el autobús de la diana floreada con la que despiertan a la ciudadanía al grito antiguo: “¡Son estos, son estos! ¡A por ellos!”. No son sólo los caricaturistas: son también los que les han reído la gracia hasta que llega el día en que en este país asoma, como reza el título shakespeariano de la novela de Javier Marías, a esta evidencia largamente masticada por los que frecuentan el saloon: Así empieza lo malo.

17 Abril 2017

Incitación al odio y la violencia

OKDIARIO (Director: Eduardo Inda)

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La Fiscalía debe actuar contra Podemos por su autobus que incita al odio y a la violencia

No hay nada tan universal y contagioso como la estupidez.

No obstante, llegados a cierto punto de radicalidad, según qué fatuidades van más allá de su inherente frivolidad y adquieren un cariz que puede acarrear peligrosas consecuencias.

El ‘Tramabús’ de Podemos es mucho más que la última*jaimitada*de sus dirigentes. Supone una clara incitación al odio y a la violencia, delitos tipificados en el artículo 510 del Código Penal. Para encontrar un clima tan crispado como el que vive la política española en estos momentos hay que retrotraerse a principios de los años 30 del siglo pasado.

Los impulsores patrios del populismo chavista no reparan en medios a la hora de poner en el centro de la diana pública a todo aquel que ose ir contra sus postulados, aunque ello suponga un claro riesgo para la integridad física de personas que, como en el caso del director de OKDIARIO, Eduardo Inda, sólo hacen un uso libre y con arreglo a la ley de la libertad de expresión.*

Esta moda podemita de señalar y perseguir a los “opositores” —casi como si nuestra sociedad fuera un remedo de la Venezuela bolivariana— supone un intento de coartar la libertad de las personas, justo lo contrario de lo que debería ser la esencia democrática.

Convertidos por ellos mismos en*casta*gracias a las actuaciones del “macho alfa” Pablo Iglesias, del sinvergüenza fiscal Juan Carlos Monedero o del inmobiliario Ramón Espiblack*—de cuyo padre, defraudador en Bankia, no se dice nada en el autobús del odio— ahora utilizan la palabra “trama” para definir a los poderes que, según ellos, dominan España.

Un esperpento a modo de indigencia intelectual donde meten en la misma categoría a personas sin condena como Eduardo Inda, Mariano Rajoy, José María Aznar o Felipe González junto a imputados como Jordi Pujol o Luis Bárcenas. Precisamente, fue Inda el que destapó los casos de corrupción del clan Pujol o el célebre ‘sms’ de Rajoy a Bárcenas.

Por lo tanto, toda esta campaña es una idea disparatada e irresponsable —por el evidente peligro físico y el perjuicio moral que supone para los señalados— que sale de unos políticos que representan a los ciudadanos en el Congreso y que, no lo olvidemos, cobran del dinero que aportan todos los españoles. Esto no puede seguir así.

Se hace absolutamente imprescindible que la Fiscalía tome cartas en el asunto. De lo contrario, estos advenedizos acabarán con la paz social.