7 diciembre 2002

Polémica por la celebración del concurso Miss Mundo 2002 en Nigeria

Hechos

Se celebró el 7 de diciembre de 2002 en Londres.

Lecturas

Miss Mundo 2002, fue la 52° edición del certamen de Miss Mundo1​ y se llevó a cabo el 7 de diciembre de 2002 en el Alexandra Palace2​ en Londres, Reino Unido. Fue pensado inicialmente que tendrá lugar en Abuya, Nigeria, pero debido al conflicto en la cercana ciudad de Kaduna el certamen se trasladó a Londres. Un total de 88 participantes de todo el mundo compitieron por la corona, varias concursantes boicotearon el desfile en protesta por la condena a muerte por lapidación determinado por un tribunal islámico de la Sharia a Amina Lawal, la mujer nigeriana acusada de adulterio. Fue la primera vez que el público podría votar a través de mensajes de texto, junto con las puntuaciones de los jueces ayudó en la determinación de los resultados para el Top 20. Azra Akin de Turquía ganó el certamen,​ convirtiéndose en la primera representante turca en ser coronada Miss Mundo. Ella fue coronada por Miss Mundo 2001, Agbani Darego de Nigeria.

23 Noviembre 2002

Mahoma y la Miss

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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Un comentario periodístico, desde una perspectiva musulmana liberal, sobre Mahoma y la elección de Miss Mundo ha desatado lo que puede parecer un microconflicto de civilizaciones en Nigeria, con más de un centenar de muertos en agresiones de integristas islámicos, que consideraron blasfemo el editorial de This Day contra cristianos en la norteña ciudad de Kaduna. El comentario ha sido la chispa que ha hecho estallar un polvorín, y el incendio étnico se ha extendido a otras zonas del país. La ilegal introducción a principios de 2000 de una de las más restrictivas interpretaciones de la la ley coránica, la sharia, en ése y otros Estados del norte de Nigeria ha generado una violencia que se ha cobrado más de dos millares de muertos.

Nigeria, con 120 millones de personas y abundante petróleo, era la gran esperanza de África central. Pero desde hace años se encuentra sumida en una pobreza lacerante (menos de un dólar al día de renta por habitante) y en un terrible ciclo de luchas tribales. El Gobierno central de Olusegun Obasanjo, presidente elegido en las urnas en 1999 tras 15 años de régimen militar, no puede decirse que se comporte en propiedad como un demócrata, pero además no controla la mitad norte del país. Allí los grupos islamistas han impuesto su ley, que ha llevado a tribunales islámicos no reconocidos oficialmente a condenar a penas de lapidación a muerte por adulterio, entre otras a Amina Lawal, cuya vida el Gobierno logró salvar.

Esta situación ha llevado a varios países, entre otros a España, a boicotear el certamen de Miss Mundo, previsto para el 7 de diciembre en la capital federal, Abuya, donde se ha extendido el conflicto en protesta contra el concurso.

El periódico This Day se había limitado a señalar que Mahoma hubiera elegido una esposa entre las participantes a este concurso, lo que no ofende al sentido histórico. El certamen es criticable desde el punto de vista de la dignidad de la mujer, pero no es comparable con las condenas a lapidación u otras aberraciones impuestas por este fundamentalismo. Sí ofende a la dignidad humana el contraste entre el boato del festival y la pobreza reinante que alimenta estos enfrentamientos étnicos. Nigeria vuelve a poner de manifiesto que los Estados fallidos son un fenómeno más peligroso aún que los díscolos. Para sus habitantes y para los demás.