20 septiembre 2006

En sólo tres emisiones la serie perdió más de la mitad de su audiencia

Se estrella la serie ‘Ellas y el sexo débil’ de ANTENA 3 TV en las que Ana Obregón pretende hacer la versión española de ‘Mujeres Desesperadas’ y ‘Sexo en Nueva York’

Hechos

  • El 20 de septiembre de 2006 ANTENA 3 TV estrenó ‘Ellas y el Sexo Débil’ con un 15,6% de audiencia.
  • El 2 de octubre de 2006 ANTENA 3 TV retiró la serie ‘Ellas y el Sexo Débil’ tras caer al 6,1% de audiencia.

Lecturas

La serie estaba producida por D. César Benítez, D. Carlos Arias y la propia Dña. Ana García Obregón.

Protagonizada y escrita por Dña. Ana Obregón, la trama giraba alrededor de cinco mujeres de diferentes edades, clases sociales y profesiones que intentan superar la traición de los hombres a los que amaban. Todo comienza en la Moncloa donde la presidenta Carla rememora cómo ha llegado a lo más alto. Carla (Dña. Ana Obregón), hija de los asesinados condes de Viñacorta, es una atractiva mujer florero, madre de dos hijas; casada con Mario (D. Luis Fernando Alvés), un poderoso hombre de negocios que complace todos sus caprichos aunque este le es infiel. Harta de esta situación le deja y decide montar en su vivienda un hotel para mujeres traicionadas. A él acudirán la pescadera Loli (Dña. Teté Delgado) y sus hijos, una ex monja sexóloga (Dña. María Barranco) y una paparazzi (Dña. Beatriz Rico) para vengarse de sus exparejas de las formas más divertidas pero un asesino ronda a Carla.

El ‘morreo’ con Alfredo Urdaci, momento de impácto. 

Uno de los momentos de mayor impacto en los episodios emitidos de la serie fue el cameo del exdirector de Informativos de TVE (2000-2004), que aparecía como un director de telediarios que era seducido por ‘Carla’, el personaje interpretado Dña. Aa Obregón.

Analizan el fracaso de la serie en TELECINCO: «Era demasiado feminista para España».

En una entrevista en TELECINCO emitida el 26.01.2008 a Dña. Ana García Obregón, tanto el presentador D. Jordi González y el periodista de INTERVIÚ, D. Pepe Calabuig comentaron los motivos por el fracaso de la serie. En opinión de todos ellos ‘Ellas y el Sexo Débil’ fracasó porque era ‘demasiado feminista’ para España. Para la actriz: «España es un país muy machista y por eso las mujeres no gustan».

22 Septiembre 2006

Bush, Urdaci y Obregón

Ferrán Monegal

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Seguimos en el mundo del lujo, los cochazos, el jet privado y las mansiones fabulosas tapizadas de sirvientes. Esta Ana Obregon que acaba de estrenar Ellas y el sexo débil (A 3) ya no es aquella cenicienta que conoció a un banquero en Ana y los 7. Ahora es directamente condesa, podridita de dinero, y con un furor sexual tremendo. En realidad, Ana Obregón no interpreta. Al contrario que María Barranco, por ejemplo, actriz contratada en esta telecomedia-, la Obregón lo único que hace es hacer, simplemente, de ella. Se mimetiza a sí misma. Y á lo mejor hasta reproduce ambientes reales de su entorno. O sea, que del Mercedes 500 descapotable que sale en la comedia, al Mercedes 500 descapotable con el que siempre la vemos cuando la persiguen los paparazis por Puerta de Hierro o La Moraleja, no hay ninguna diferencia. Es cargante, francamente, este chapoteo constante en un yacusi que, en lugar de salir burbujas a presión, parece que salgan, a chorro, billetes de 500 euros. Y ha sido todavía más cargante que saque a Bush (un doble) como invitado distinguido de sus carísimas fiestas. Poca gracia ha tenido esta incrustación.

 

También lo de Urdaci ha sido de gran cutrez. Dirigiéndose a la cámara, al final del programa, nos dijo con gran ilusión: «Todo el mundo quieto». O sea, una variante de aquel «Quieto todo el mundo de Tejero. Y añadió: ¿No tienen curiosidad por saber cómo besa Alfredo Urdaci, el que fue jefe de los Telediarios, y que estaba ahí todo serio presentando guerras?» iAh!, ese sí fue el golpe définitivo y demoledor. No solo por el beso de mujer araña que le pegó ella, que resultó patético, boqueando él como un besugo y succionándole ella los morros como una ventosa. Lo tremendo fue describirle como «estaba ahí todo serio presentando guerras». Pues no señora, no presentaba guerras: las provocaba, que es muy diferente. Que se lo pregunten si no a «C-C-O-O»