12 octubre 2012

La directora del programa, Mari Balaguer, presentó su dimision y TV3 envió una nota de disculpa

El programa de TV3 ‘Bestiari Il-lustrat’ con Jair Domínguez simular disparos al Rey Juan Carlos I, a Salvador Sostres y a Félix Millet

Hechos

  • Televisión de Catalunya (TV3) decidió el 14.10.2012 posponer hasta 2013 los 10 capítulos que faltaban de la serie de programas ‘Bestiari Il·lustrat‘ (Bestiario Ilustrado), que se emitía en la noche de los martes del canal 33 a las 23.00.

Lecturas

El martes 9 de octubre de 2012 el Canal 33, de TV3, emite una edición del programa de ‘Bestiari Il-lustrat’ en el que D. Jair Domínguez y Dña. Bibiana Ballbè disparan sobre retratos del Rey Juan Carlos I, el columnista D. Salvador Sostres Tarrida y D. Félix Millet Tusell. Durante el diálogo el Sr. Jair Domínguez reivindica que la violencia, aunque sea la última solución, “es una solución” y que el Rey de España tendría que marcharse del país “si no, le tendríamos que pegar cuatro tiros”.

Esta emisión es reprobada por la Generalitat a través del portavoz del Govern, D. Francisco Homs, que renuncia que la violencia ‘nunca puede ser una opción’. Ante el escándalo la directora del programa Dña. Mai Balaguer presenta su dimisión.

Uno de los señalados en el supuesto ‘gag’ como persona que merecía ser disparado, D. Salvador Sostres Tarrida publica su artículo de protesta en El Mundo el 12 de octubre de 2012.

12 Octubre 2012

LA BROMA

Salvador Sostres

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Era en broma, me dijo para disculparse la presentadora del programa en el que me disparaban. Y la creo, porque Bibiana es una buena chica, con un gran corazón. Hace tiempo que en Cataluña todo es broma, todo se dice y se hace en broma, y de todo nos sentimos víctimas y de nada responsables. Ayer en Twitter se acusaba a EL MUNDO de haber publicado una portada que era «un vómito contra la libertad de expresión»: es curioso que el vómito sobre la libertad, y encima de expresión, fuera la portada del periódico y no que alguien te ponga en una diana en la televisión pública y te dispare en la rodilla diciendo que «es un tiro de advertencia para que no te pases tanto con lo que escribes». Otros dijeron también que el vídeo se había sacado de contexto y que la pistola era de broma, esa broma que preside el panorama moral de una Cataluña secuestrada por la inconsistencia y el relativismo.

En mi país se considera que discrepar es de mala educación, y tener ganas de provocar, y estar loco. Hasta el punto de que hacía 15 años que no me invitaban a TV3 y va y el día que me sacan es para dispararme. En mi país hay un problema de libertad, que no se refleja tanto en el programa en cuestión como en toda la gente a la que le ha parecido un ejercicio de humor la mar de normal, sacado de contexto, y que es vomitar sobre la libertad de expresión el mero hecho de denunciarlo.

Hace algunas semanas, no demasiadas, un amigo mío, estrecho colaborador del presidente Mas, me dijo que estoy trabajando «para los enemigos de Cataluña» y que mis alusiones a la corrupción en Convergència y en la Generalitat eran cínicas porque «todos hacemos lo mismo». Mi amigo también es un buen chico, y también tiene un gran corazón. Un poco como el chico que me dispara en el vídeo, sólo en una rodilla -como explícitamente recalca- porque «el Sostres es de los nuestros».

En fin, qué decir de los enemigos cuando te ponen en una diana. Y qué decir de «los nuestros», claro. Lo más nuestro que tengo ahora mismo es a Federico Jiménez Losantos, que tuvo menos suerte y recibió un tiro real en su rodilla también real. Muchos de los que hoy opinan que EL MUNDO es el enemigo y que no pasa nada porque la pistola era de broma, dicen en privado que lo que les sabe mal de cuando dispararon a Federico es que no le mataran.

Con algunas excepciones que sería injusto olvidar, Cataluña hace tiempo que degenera de broma en broma hasta la degradación total. TV3 es el paradigma de la broma nacional, con un sectarismo atroz, un total desprecio por la inteligencia y por la calidad y una interminable plantilla de bromistas que comparan a Israel con Hitler, glorifican a Hezbolá y un día como otro te ves dibujado en una diana esperando turno para que te disparen.

No habría medios de comunicación catalanes sin el dinero público que de forma directa o encubierta reparte la Generalitat para asegurarse afinidades. Entiendo que buena parte de los periodistas sean tanto de la broma, porque cuando pagan los demás nunca nada acaba de parecer serio y todo tiene ese aire como de irrealidad.

Hay una Cataluña cada vez más mayoritaria, y cada vez más bromista, que cuando me dice que los tiros no tienen importancia porque eran de broma, como la pistola y la sangre, lo que en el fondo me está diciendo es que merecería que me dispararan de verdad.

Salvador Sostres

11 Octubre 2012

Es intolerable que se tirotee en TV3 al Rey y a periodistas incómodos

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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LA TELEVISIÓN pública catalana ha emitido un programa en el que ofrece al escritor Jair Domínguez que dispare a varios personajes -como el Rey o nuestro columnista Salvador Sostres- cuyas caricaturas aparecen sobre sendas dianas. Sólo eso ya podría interpretarse co-mo incitación al odio y la violencia, y da materia para actuar penalmente. Pero la respuesta de Domínguez agrava los hechos. Animado por la presentadora, dispara al Monarca en la mano, justifica la violencia y afirma: «Sostres es un bestia y desde que está en EL MUNDO aún se pasa más. Un tiro de advertencia». Domínguez le dispara en la rodilla, en claro paralelismo a lo que Terra Lliure hizo con el también columnista de EL MUNDO Jiménez Losantos. Es intolerable que el dinero de los ciudadanos se use para una emisión así, que señala peligrosamente como objetivos a personas incómodas con el discurso oficial en Cataluña. Los partidos que pusieron el grito en el cielo por la valoración que de la Diada hizo TVE, deberían ser ahora coherentes.

16 Octubre 2012

El fiscal

Arcadi Espada

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Hace cinco años la revista EL JUEVES publicó una portada que satirizaba la decisión del Gobierno Zapatero de dar 2.500 euros a cada familia que tuviera un hijo: sobre el lecho conyugal los Príncipes de Asturias iniciaban por el dorso los trámites para el cobro. Dos días después de publicarse, a instancias del fiscal general Conde-Pumpido, el juez orde-naba el secuestro de la revista. Y el fiscal se explicaba: «Hay que poner un límite para evi-tar que se pueda perjudicar la dignidad y el honor de la persona afectada», al tiempo que calificaba la caricatura de «grosería innece-saria.» Los dibujantes fueron condenados.

El pasado 9 de octubre, en un canal de la televisión pública catalana, un dibujo del Rey fue puesto en una diana y sometido a especulaciones por parte de una entrevistadora y su entrevistado. Sin que constara la sátira ambos hablaban de la necesidad de que el Rey abandonara su cargo para evitar que le pegaran cuatro tiros con una pistola como la que empuñaba el entrevistado. El mismo joven que reflexionaba: «La violencia es siempre la última opción, pero es una opción», antes de que se oyera un disparo y el dibujo del Rey quedara manchado de rojo. Después de seis días no se sabe que el fiscal general, Eduardo Torres-Dulce, haya movido la mano.

Es interesante especular sobre las hipótesis de su inactividad, en oposición a la conducta de Conde-Pumpido. Una es el principio de insignificancia, tan del gusto progre cuando es uno de ellos el sometido a la investigación judicial. Estaría dispuesto a admitirlo, si no fuera porque eso supondría admitir que el sexo iba a resultarle a los fiscales más violento que la propia violencia. ¡Una manera más deshonrosa de estar de cuerpo presente! Otra hipótesis es que la secuencia pudiera ser entendida como una crítica política inscrita en el ejercicio de la libertad de expresión. Pero hay un molesto olor a pólvora. ¡Del Rey! La última es la más inquietante: que el fiscal se adhiera al convencimiento de que en Cataluña el cumplimiento de la ley es una opción de la política. Y que haya optado por el apacigua-miento. Dada esta última posibilidad no tengo más remedio que apuntalar la columna a trompeta, con las rítmicas palabras que Churchill obsequió a Chamberlain cuando este le anunció que traía la paz para una generación: «Para evitar la guerra habéis optado por el deshonor. Ahora ya tenéis el deshonor y pronto tendréis la guerra.»