12 noviembre 2002

El programa de Producciones 52 apuesta definitivamente por competir con 'Crónicas Marcianas' y 'Abierto al Anochecer'

TVE contrata a Carmina Ordoñez y Marujita Díaz para que realicen la tertulia de cotilleos ‘El Brasero’ dentro del programa ‘Tiempo al Tiempo’ de Concha Velasco

Hechos

El 12.11.2002 el programa ‘Tiempo al Tiempo’ que Producciones 52 realiza para TVE estrena la sección ‘El Brasero’.

14 Noviembre 2002

Cotillas con Brasero

Ferrán Monegal

Leer

Golpe de talonario, Televisión Española acaba de fichar a Marujita Díaz y a Carmina Ordóñez para que, a la lumbre de un brasero, escalfen las noches de Tiempo al tiempo (TVE-1). El martes nos las presentó Concha Velasco. Hacía falta, sí señora. Ambas son damas muy desconocidas, que casi nunca salen en la tele, y ya era hora que la TV pública del Estado se gastara nuestro dinero promocionando valores nuevos. Su cometido consistió en darle a la lengua, a modo de berbiquí, y horadar las in trincadas cavernas de la actualidad rosa o amarillenta. Llegaron dispuestas a hornear en su brasero todos los órganos y vísceras del cuerpo del famoseo: corazón, hígado, riñones, vesícula y escroto. Para evitar que el suelo del plató se pusiera perdido de menudillos y excrecencias, usaron, como desinfectante, la estrategia del salero. Pre tendieron un punto de sal para alegrar tan prosaico asador. Sólo lo consiguieron cuando, hablando de la enorme popularidad que ha ad quirido la exratoncita Sonia [Sonia Arenas], tras su rifirrafe con Bertín, dijo Marujita: «Ésa es una adosada. Hay muchas». Y replicó la Ordóñez: «También hay muchos adosados. Yo tengo una urbanización». Ahí estuvieron muy graciosas. Dado que es tas dos señoras forman parte de la misma veta, ganga o explotación minera que es objeto de su análisis, acabarán analizándose las vísceras entre ellas. Va a ser tremendo. Pobre Doña Rogelia: también sale, y se horroriza enormemente

17 Noviembre 2002

EL BRASERO QUE QUEMA MILLONES

Ana María Ortiz

Leer

No satisfechas con haber vendido hasta la última parcela de su vida privada, han encontrado una nueva (y jugosa) fuente de ingresos.Lo de menos es que Carmina Ordóñez y Marujita Díaz se coloquen el título de avezadas comentaristas en asuntos del corazón y se dediquen a arreglarle la vida a quienes, como ellas, se prodigan un día sí y otro también en el papel cuché. El martes pasado debutaron en Tiempo al Tiempo -de la mano de Concha Velasco, ascendidas al rango de colaboradoras fijas- para dar su sabio parecer sobre el asuntillo de cuernos en casa de toreros, los Janeiro, o la conveniencia de que el hijo de Isabel Pantoja visite a su abuelo paterno, por citar sólo algunos de los sesudos temas a debate.

Lo que más ha irritado a las asociaciones de telespectadores es que El brasero (así se llama la sección donde trabajan como opinantes sin currículo) en el que se calientan forma parte de la parrilla de TVE y sus sueldos, por lo tanto, salen del bolsillo de todos los españoles. Según fuentes de TVE, Carmina Ordóñez y Marujita Díaz se embolsarán 2.400 euros cada una por programa.Lo mismo que Mari Carmen (y sus muñecos), la tercera tertuliana de El brasero, quien, cuentan en la casa pública, no volverá a aparecer en la mesa camilla. No debió de gustar mucho que doña Rogelia copara protagonismo e impidiera que Marujita y Carmina dieran rienda suelta a la lengua.

Tan generosos salarios llaman aún más la atención si se tiene en cuenta el poco saludable estado de las cuentas del ente público, un pozo de números rojos. RTVE acumula una deuda de cerca de un billón de antiguas pesetas y las previsiones apuntan a que el grupo perderá 648 millones de euros el año que viene.

«Este tipo de programas no debería aparecer en la televisión pública porque no son de servicio público», protesta Miguel Ángel Sacaluga, portavoz del PSOE en el Consejo de Administración de RTVE. «En un momento determinado se optó por ellos para mantener los niveles de audiencia y lograr un objetivo final: publicidad.Ése es el fallo. La audiencia debe lograrse por medio de programas de calidad. Este tipo de soluciones sólo valen para degenerar los contenidos y no para solucionar el problema económico de la casa».

Cuentan que la dirección de Tiempo al Tiempo, ante la competencia de las privadas -volcadas descaradamente hacia la rentabilidad de lo rosa- trabaja con la consigna del todo vale. Así, lo que se presentó como un programa con tintes nostálgicos que pretendía recuperar la historia reciente recordando personajes, sucesos y acontecimientos del pasado, es ahora un desfile de famosos dispuestos a largar. Entre ellos, personajes de segunda fila, a los que llaman «de todo a cien» por lo que cobran: 100.000 pesetas.

La falta de escrúpulos para estos temas contrasta con la pulcritud con la que tratan en la casa otros asuntos. Desde que José Antonio Sánchez tomara posesión del cargo de director general de RTVE, en julio pasado, todos los programas de información rosa de la cadena (Corazón corazón, Corazón de… y Gente) tienen prohibido emitir imágenes, cualesquiera que sean, de la Familia Real. Así se dan situaciones tan curiosas como que para informar de la boda de Kalina de Bulgaria con Kitín Muñoz, haya que cortar los planos en los que aparece la Infanta Cristina y evitar mencionar que asistió al enlace.

En Tiempo al Tiempo saben bien que el veto no sólo se circunscribe a los miembros propiamente dichos de la Familia Real. Tampoco se puede hablar, por ejemplo de Álvaro de Marichalar, hermano del marido de la Infanta Elena. Estaba pactada su intervención en uno de los programas. Álvaro de Marichalar, que no cobraría por la entrevista, incluso se había comprometido a no mencionar a su hermano, no fuera a ser que en las alturas se enojaran.Pese a todas las precauciones para no violar la orden de José Antonio Sánchez, la dirección de Tiempo al Tiempo no obtuvo el plácet para su emisión. Prohibida.

El formato de Producciones 52 (en su haber también la creación de Tómbola) cosecha una audiencia modesta, casi siempre por debajo del 20% de share (18,9% el martes pasado). Y las críticas por los recursos utilizados para hacer subir los audímetros no sólo llegan de fuera. Hasta la propia presentadora Concha Velasco ha querido desmarcarse de lo que se hace en el plató. «Hace tiempo que no estoy de acuerdo con los contenidos», ha dicho la artista, quien, acuciada por los problemas económicos y pendiente de resolver una millonaria denuncia de Hacienda, cobra unos 15.000 euros por programa. Incluso, asegura, ha pedido sin éxito que se retire su nombre de determinados reportajes. «Cuando protesto la respuesta es siempre la misma, pues es lo que más audiencia tiene. ¡Ay, la audiencia!».