4 diciembre 1983

Fue el primer atentado reivindicado por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL)

Un ciudadano francés, Segundo Marey, es secuestrado por la organización ilegal anti-terrorista GAL

Hechos

Entre el 4 de diciembre de 1983 y el 14 de diciembre de 1983 el ciudadano D. Segundo Marey estuvo secuestrado en una operación reivindicada por el Grupo Antiterrorista de Liberación (GAL).

Lecturas

LAS SOMBRAS DE ‘GUERRA SUCIA’ ¿APOYADA POR LA PRENSA?

SegundoMarey02 En diciembre de 1983 un nuevo grupo, esta vez de mercenarios, decide volver a intentar secuestrar a un terrorista, Lujua Samper, pero aquellos mercenarios se equivocaron y secuestraron a don Segungo Marey Samper, que no tenía nada que ver. Es en ese momento cuando los secuestradores enviaron un comunicado en el que anunciaban la creación de una banda: los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), tras haber conseguido cierta popularida liberaron al Sr. Marey, acto seguido iniciaron sus operaciones armadas (asesinatos) contra miembros de ETA, sus víctimas fueron en ocasiones destacados de la banda como “Txapela” pero en otras lo fueronciudadanos que no tenían nada  que  ver  (Sr. Leiba,   Sr. Caplane,  Sr.  García  Goena).

Los GAL también   se   atribuyeron   las  muertes  de  Lasa  y   Zabala.  Aquella acciones de los contraterroristas del GAL suponían un desprecio al Estado de derecho, aunque se quedaban cortas en comparación a lo que habían hecho los americanos, rusos, israelíes o franceses con lo de Argel, por poner cuatro ejemplos. Pero en España ningún medio periodístico defindió a los GAL. Incluso el ABC, que era el primer periódico en defender la Policía y en señalar que los policías tenían derecho disparar para defenderse, se posicionó claramente en contra de las actuaciones del GAL. “Antes que nadie, publicamos los editoriales contra el crimen de Estado y contra los escuadrones de la muerte” me aseguró el Sr. Anson. Aunque por aquella época el Gobierno negaba tener ningún tipo de vínculo con los GAL. Las editoriales del periódico dirigido por don Pedro José Ramírez, DIARIO16, serían miradas con lupa años después por determinados periodistas que procederían a un acto de manipulación.

Ello no impide señalar que las criticas al GAL durante los dos años que aquella banda mataba eran escasas y hasta parecen débiles si las comparamos con las radicales y enérgicas condenas anti-GAL que saltarán a partir de 1995, es decir, diez años después de su desaparición, y que alguno de los periodistas de El Sindicato continúan haciendo a día de hoy. Precisamente uno de los periodistas situados en esa posición, don Carlos Dávila con algún artículos publicados en DIARIO16 rozó la comprensión hacia los GAL.

LOS ABERTZADES DIERON POR MUERTO A MAREY

SegundoMarey01 Durante los 10 días que duró el secuestro el entorno próximo a Herri Batasuna difundió a toda la prensa su convencimiento de que el Sr. Segundo Marey no aparecería con vida porque los GAL lo habrían matado. No en esta ocasión, el Sr. Marey fue devuelto con vida.

27 Enero 1984

Precisión de Segundo Marey

Segundo Marey

Leer

En la página 15 de EL PAIS del lunes 9 de enero (Panorama semanal) he hallado una información de Carlos Yárnoz titulada «La policía española sospecha que los GAL están integrados por profesionales del crimen», en el que se dice que Marey, «ligado a los círculos de vascos españoles residentes en el sur de Francia», según alguna fuente oficial española, «fue interrogado fundamentalmente sobre personas, empresas y entidades que pagan el impuesto revolucionario a ETA, así como sobre el destino de las cantidades eco nómicas. obtenidas por ese sistema», y aportó «abundante información a sus secuestradores».Señor director: sólo le puedo confirmar y repetir aquello que mis familiares dijeron en repetidas ocasiones a los distintos medios de comunicación de masas, tanto en Francia como en España: «Soy un trabajador sin ninguna afiliación política. Lo único por lo que me intereso es mi oficio. No conozco ningún secreto de ninguna organización política. Por tanto, nunca he podido informar a nadie sobre ello. Que esto quede claro de una vez y para todos». Le ruego, señor director, publique esta carta en su periódico, y le pido no me atribuyan algo que nunca he hecho. Demasiados padecimientos pasé cuando fui secuestrado para tener que revivirlos día tras día cuando leo el periódico.

Le agradezco el interés que mostró su periódico en épocas tan difíciles para mi familia y para mí y le reitero mi petición de que no se publiquen este tipo de informaciones temerarias, que tan perjudiciales pueden ser para mí.