14 septiembre 2001

Un jurado popular declara a Dolores Vázquez culpable del asesinato de Rocío Wanninkof

Hechos

El 19.9.2001 un jurado popular de la Audiencia Provincial de Málaga condenó a María Dolores Vázquez culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. El juez impondría la sentencia de 15 años.

Lecturas

Dolores Vázquez, considerada autora del asesinato de Rocío Wanninkhof, fue sentenciada ayer a 15 años y un día de prisión y a pagar una indemnización de 108.433 euros (18 millones de pesetas) a los herederos de la víctima.

El fiscal había solicitado 301.204 euros (50 millones de pesetas) de indemnización mientras que la acusación particular pedía 361.445 euros (60 millones de pesetas). En la sentencia se destaca que Dolores Vázquez «acometió a la víctima aprovechando el factor sorpresa y la indefensión en que estaba», al tiempo que se relatan las puñaladas «que evidencian claramente la intención de asegurar la muerte».

El magistrado argumenta en su resolución que, a pesar de que la pena que se debería imponer por el delito de asesinato puede llegar a 20 años, «las circunstancias subjetivas de la acusada, la actitud de la misma, así como la carencia de antecedentes penales», han motivado que se fije en 15 años.

En cuanto a la indemnización, el juez aprecia que Rocío «no deja familiar a su cargo», de ahí que considere que la cantidad fijada «guarda prudente armonía» con el criterio adoptado habitualmente por los tribunales malagueños. Tanto el fiscal como la acusación particular estudiarán posibles recursos.

LA REVISTA ASÍ SON LAS COSAS SE VUELVA CON EL CASO WANNINKOF:

La revista ASÍ SON LAS COSAS del Grupo Hachette Filipacchi publicó diversos reportajes firmados por el periodista Sr. Nacho Abad que incluían entrevistas a Dña. Alicia Hornos donde expresaba su convencimiento en que ‘Loli Vázquez era la asesina’.

ASÍ SON LAS COSAS también alimentó una polémica entre el Sr. Tony Jurado (ex novio de Rocío Wanninkov) y la madre de esta, Dña. Alicia Hornos. La madre aseguraba que ‘Si Tony la hubiera acompañado, posiblemente mi hija estaría viva’, mientras él decía ‘La familia de Rocío tiene mucho que ocultar’.

UNA VIDENTE ACUSÓ EN EL JUICIO A DOLORES VÁZQUEZ

«Alicia llorará lágrimas de sangre». Esta es la amenaza que la vidente Dña. Marisa Sevillano asegura que escuchó por boca de Dña. Dolores Vázquez al declarar en el juicio el 12 de septiembre de 2001. Según la Sra. Sevillano, Dña. Dolores Vázquez tras pronunciar el nombre de la madre de la víctima, «también dijo el nombre de Rocío», declaró ayer la futuróloga durante la octava sesión del juicio por el asesinato de la joven Rocío Wanninkhof.

En el número de ASÍ SON LAS COSAS del 22 de julio de 2002 rectificó sus palabras, o la intencionalidad que a ellas la habían atribuído al asegurar que fue malinterpretada y que en realidad no creía que la Sra. Vázquez fuera la asesina.

03 Noviembre 1999

Hallan con quemaduras y desnudo el cuerpo de la joven desaparecida en Mijas

José Carlos Villanueva

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Durante nueve angustiosas horas, la familia Wanninkhof se aferró ayer a una sola idea: el cuerpo hallado en Marbella no podía ser el de Rocío, desaparecida en Mijas el pasado 9 de octubre.

Poco antes de las 22.00 horas, Rosa la hermana de la joven mijeña, identificaba varios objetos -una camiseta Mike y unos anillos- encontrados junto a ese cadáver: pertenecían a su hermana. Amadeo Hornos, tío de la joven desaparecida, confirmaba todos estos datos a EL MUNDO cuando se disponía a viajar desde Extremadura hacia Mijas tras conocer el desenlace de un caso.

La identificación de los objetos fue posible después de que agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil(UCO) enseñaran a la familia una fotografía tomada por la Policía Científica de la Comisaría de Marbella del lugar donde había sido encontrado el cadáver.

El portavoz de la familia, Juan Cerrillo, asumía ayer de nuevo su duro papel y se aferraba a la última esperanza: «A pesar de haber identificado los objetos personales no nos pronunciaremos hasta que la autopsia y las pruebas de ADN determinen si el cadáver hallado es o no el de Rocío», dijo.

Fuentes cercanas a la investigación consultadas por este periódico aseguraron que el cadáver hallado estaba «esqueletizado y demasiado descompuesto para llevar sólo tres semanas oculto», en alusión al tiempo transcurrido desde la desaparición de Rocío.

Fuentes oficiales de la Comisaría de Marbella señalaron que el cadáver estaba desnudo, en avanzado estado de descomposición, tenía signos de quemaduras, el rostro desfigurado, así como un pie «momificado».

La tragedia comenzó a gestarse cuando el propietario del club deportivo Los Altos del Rodeo, situado al borde de la N-340 entre Marbella y San Pedro de Alcántara, encontró sobre las once de la mañana el cadáver de una mujer joven semioculto entre unos matorrales cercanos a unas pistas de tenis.

Varios empleados del restaurante ubicado en el mismo recinto indicaron que el lunes empezaron a sentir mal olor, aunque no le dieron importancia porque pensaron que lo producía una fosa séptica.

El titular del Juzgado de Intrucción Número 6 de Marbella, Fructuoso Jimeno, ordenó pasadas las 12.00 horas levantamiento del cadáver. Las fuentes policiales consultadas avanzaron que se practicarán pruebas de ADN entre los familiares de la joven mijeña para cotejar su sangre con la del cadáver de la mujer.

Rocío Wanninkhof fue vista por última vez cuando el pasado 9 de Octubre hacía el trayecto a pie entre La Cala de Mijas y la urbanización la Cortijera,donde reside, a escasa distancia.

Sobre las 21.30 horas de aquel día abandonó la casa de su novio Antonio Jurado en La Cala para dirigirse a su casa y cambiarse para ir a la feria de Fuengirola, ya que había quedado en encontrarse con él sobre la una de la madrugada en una caseta del recinto ferial a la que también iban a acudir amigos y amigas de ambos.

La madre de la joven, Alicia Hornos, denunció la desaparición al día siguiente y durante la búsqueda de la joven encontró sus zapatillas así como un charco de sangre en una parcela al borde de la carretera que une La Cala con la urbanización La Cortijera.

Las pruebas de ADN confirmaron que la sangre pertenecía a la joven. También pertenecía a Rocío un pañuelo que supuestamente utilizó para limpiarse después de recibir un fuerte golpe.

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APOYO

«Tengo la conciencia muy tranquila», dice su novio

J. C. V.

MIJAS.- Tres semanas después de la desaparición en la Cala de Mijas de la joven Rocío Wanninkhof, de 19 años de edad, su novio, Antonio Jurado Trujillo, de 21 años, ha decidido romper su silencio y hablar con EL MUNDO, tras haber sido interrogado en seis ocasiones por agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), encargados del caso.

En la entrevista concedida a este diario, Toni, como así le llamaba Rocío, asegura: «Tengo la conciencia muy tranquila sobre lo que haya podido pasarle a mi novia» y dice sentirse «molesto»porque le «meten mucha presión» en los interrogatorios policiales.

De esta forma, quiere salir al paso de las sospechas que se ciernen sobre él, porque la Guardia Civil, según cree Antonio, «pierde el tiempo conmigo», recalca con firmeza.

Tanto los padres de Antonio como él mismo opinan que los últimos casos esclarecidos por la policía en los que novios o maridos resultaban ser los culpables de las muertes de sus esposas -algunas de ellas desaparecidas- han podido influir para que haya mucha gente que sospeche del novio de Rocío y que la investigación se centre en él.

Especialmente molesta se muestra Rosario Trujillo, madre del joven, quien se siente «indignada» por las «insinuaciones de un familiar de Rocío» en un programa de televisión. Al ser preguntado sobre los entresijos de esta media docena de declaraciones ante la Policía Judicial, Antonio destacó: «Me insinuaron que yo podía haber subido a mi cuarto a dormir y que luego pude saltar por el balcón sin que me vieran».

Antonio recuerda que el día que desapareció Rocío estuvieron juntos en casa de él hasta pasadas las 9 y media de la noche. A esa hora, la joven se marchó del domicilio de su novio para ir a su casa y cambiarse, porque ambos habían quedado en verse de nuevo a la una de la madrugada en la feria de Fuengirola.

08 Septiembre 2000

Detenida una amiga de la madre de Rocío Wanninkhof como presunta autora del crimen

José Carlos Villanueva

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«Yo no he hecho nada, yo no hecho nada». Estas fueron las únicas palabras de María Dolores V.M., de 45 años, al ser detenida ayer en su domicilio de Mijas-Costa por su presunta relación con el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof ocurrido el 9 de octubre de 1999 en el núcleo de población de La Cala de Mijas.

Según relataron a EL MUNDO testigos presenciales, la detención se produjo sobre las 19.40 horas de la tarde de ayer cuando tres agentes adscritas a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) se personaron en el domicilio de la sospechosa, ubicado en la urbanización Oasis-El Chaparral, a escasos dos kilómetros del núcleo de población de La Cala de Mijas, donde residía la joven asesinada.

La detención pasó prácticamente desapercibida para los vecinos, ya que las tres agentes de la Guardia Civil iban de paisano y en un vehículo camuflado.

Los únicos momentos de tensión se vivieron cuando la hermana y el cuñado de la detenida llegaban a la casa, justo en el momento en el que las agentes iban a introducir a María Dolores V.M. en el vehículo. Fue entonces cuando la hermana de la sospechosa les imploró que no se la llevasen. «Somos la Guardia Civil y nos la llevamos», zanjó la discusión una enérgica agente.

Todo parece indicar que los encargados de la investigación podrían agotar el plazo de 72 horas que contempla la Ley de Enjuiciamiento Criminal para interrogar a la detenida, antes de ponerlo a disposición judicial, según fuentes consultadas.

Como ya adelantó EL MUNDO, la detenida era amiga íntima de la madre de Rocío, Alicia Hornos. De hecho, ambas convivieron en el chalé propiedad de la detenida durante varios años.

Esto ocurrió tras la separación matrimonial de Alicia Hornos, quien se trasladó a vivir con María Dolores V.M. y sus tres hijos de corta edad.

Dicho domicilio fue adquirido por las dos mujeres, según fuentes de la familia de Rocío Wanninkhof, si bien figura escriturado a nombre de María Dolores V.M., soltera, sin hijos, que convive con su madre, una anciana impedida de más de 70 años.

Las fuentes citadas indicaron que una de las posibles causantes de que la convivencia entre María Dolores V.M. y Alicia Hornos terminase fue precisamente Rocío Wanninkhof, quien mantuvo frecuentes discusiones con la ahora detenida.

A pesar de ello, Loli, como así se la conoce en La Cala, siguió frecuentando el domicilio de Alicia Hornos, que se instaló en la urbanización La Cortijera junto a sus tres hijos, dos chicas y un chico.

La relación entre la ahora detenida pasó por altibajos puesto que María Dolores V.M. le consiguió a Rocío un puesto de trabajo en el hotel Sultán de Marbella durante los veranos del 96 y del 97 en la guardería, ya que María Dolores V.M. fue directora del citado establecimiento hotelero.

El gran enigma de este caso es quién pudo prestarle a la presunta asesina el vehículo oscuro tipo Ford Fiesta que un vecino de la zona vio rondar el lugar del crimen la noche de autos.

En la explanada donde fueron encontradas manchas de sangre y las zapatillas deportivas de la joven asesinada aparecieron huellas de neumáticos que no se corresponden con el vehículo de María Dolores V.M., un Toyota rojo descapotable con los neumáticos mucho más anchos que los habitualmente utilizados en los Ford Fiesta.

La Guardia Civil ha descartado prácticamente que Loli trasladara el cuerpo de la joven con ayuda de alguien. El dato que explica esta hipótesis es el hecho de que la detenida traslada a pulso a su madre -impedida- desde una cama hasta el cuarto de baño de la casa y el peso de la anciana es prácticamente el mismo que el de la víctima.

A lo anterior hay que añadir el hecho de que Loli sea una persona aficionada a las artes marciales y de complexión fuerte. De hecho, hacía footing todos los días.

Esta fue una de las rutinas que la sospechosa alteró hace tres semanas, cuando trascendió que la Guardia Civil barajaba una terna de tres sospechosos: dos hombres y una mujer.

A partir de ese momento se fue recluyendo en su casa y sus salidas fueron cada vez más esporádicas. En las últimas dos semanas, la Guardia Civil había intensificado la vigilancia sobre la vivienda, lo que provocó que María Dolores V.M. rompiera lo que para ella era un rito diario: tomar un café con leche a media mañana en el restaurante Oasis1, situado frente a su casa.

El pasado 29 de agosto, María Dolores V.M. prestó declaración ante la Guardia Civil de La Cala de Mijas en presencia de un abogado durante más de cinco horas. No era la primera vez que lo hacía ni tampoco la última.

El jueves 31 de agosto hizo su última salida de la casa cuando se dirigió en su vehículo hasta un hipermercado de Fuengirola para abastecerse de abundante comida, en previsión del encierro que ha protagonizado.

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APOYO

#Una investigación muy familiar

La presunta implicada en el asesinato de Rocío Wanninkhoff participó en las tareas de búsqueda de Rocío durante los 25 días de búsqueda que se prolongaron desde el 9 de octubre de 1999 hasta el 2 de noviembre del pasado año cuando unos jardineros hallaron el cuerpo sin vida de la joven, semioculto junto a unas canchas de tenis, en el recinto conocido como Los Altos del Rodeo, en el término municipal de Marbella, a una distancia de 32 kilómetros de donde ocurrió el crimen.

Se da la circunstancia de que dos familiares de la joven asesinada intentaron arrendar el bar del recinto deportivo durante la Semana Santa de 1999, si bien las negociaciones se frustraron porque la cantidad que pedía el propietario «era demasiado alta», según declaró a EL MUNDO en noviembre de 2000 Jesús Hornos, tío de Rocío.

A lo largo de estos once meses de intensas investigaciones, la Guardia Civil ha investigado a decenas de personas. Una vez descartados los familiares de la joven vinculados al recinto donde apareció el cadáver, los agentes de la UCO se centraron en las personas allegadas o amigas de la familia que pudieran tener conocimiento de que dos tíos de Rocío intentaron arrendar dicho bar. De esta forma se comprobó que María Dolores V.M. había alcanzado una amistad tan estrecha con los Wanninkhof Hornos que conocía esos detalles.

El hecho de que el autor del homicidio rociara con ácido el cuerpo de Rocío fue el principal obstáculo que se encontraron desde el primer momento los investigadores para determinar la identidad del cadáver, que apareció desnudo y envuelto en bolsas de plástico.

09 Septiembre 2000

La peor de las venganzas

Trinidad de León-Sotelo

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El crimen fue en otoño. En un sábado de octubre cuando en la Costa del Sol las ferias aún proliferan. Para acudir a una de ellas se dirigía Rocío hacia su casa. Once puñaladas le salieron al camino. Su cuerpo de diecinueve años quedaba roto para siempre. La policía ha investigado sin descanso, y casi cuando iba a cumplirse el año del crimen, la supuesta asesina ha sido detenida. Si su desengaño, su resentimiento, su aversión, llegaban hasta los extremos que ha demostrado, hasta maquinar quitarle la vida a una persona, ¿Por qué no eligió a quien le hacía experimentar esos tenebrosos sentimientos en vez de sentenciar a una de sus hijas? Quizás haya que ser mujer para entender y saber hasta qué punto puede doler mucho más el daño que le causen a quien nació de ti, a quien formó parte de tu ser, que el que te hagan a ti. Ese golpe atroz garantiza el dolor infinito en la persona odiada. Hace apenas unas fechas la madre de Rocío hablaba con su antigua amiga y le pedía – con una intuición trabajada a fuerza de llanto – que declarase lo que había hecho. «Mataste a mi hija y me estás matando a mí», dijo como una premonición que nada tenía que ver con brujerías. Ni siquiera hace falta un refinamiento parejo a la crueldad para saber que sufrir día a día un martirio desesperado puede ser más terrible que abandonar la vida. Basta con estar cegado por el odio hasta el punto de que se pretenda una venganza atroz, una angustia de aflicción sin fin.

Tras una amistad que llevó a la madre de Rocío y a la presunta asesina de su hija a compartir casa y tareas familiares, una ruptura de ese sistema de vida puede ser aceptado o no. Si hay algún secreto en esta historia las protagonistas aún no lo han desvelado. A veces, las tragedias griegas se antojan exageradas, el no va más sobre nuestro destino. Pero en cualquier sitio puede surgir una historia de espanto, porque cualquier lugar, está habitado por seres humanos. Y algunos se creen dioses cruentos.

Trinidad de León.Sotelo

21 Septiembre 2001

Dolores Vázquez, culpable sin pruebas incriminatorias

José Carlos Villanueva

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Más de 30 pruebas indiciarias, según declaró a EL MUNDO el propio abogado de la acusación particular, José María Garzón, motivaron que el jurado popular se decantase tan claramente por un veredicto de culpabilidad por asesinato, en lugar de homicidio. Por contra, no existió ni una sola prueba incriminatoria para demostrar plenamente que la acusada fue la autora material del asesinato.

Lo anterior se traduce en que no se encontraron huellas de Dolores Vázquez, ni tampoco restos orgánicos de ella tanto en el cadáver como en las bolsas de basura que envolvían el cuerpo y las ropas de la joven.

Entre las numerosas pruebas de indicios halladas está la propia declaración de la presunta asesina. Ella misma se fue metiendo poco a poco en un laberinto de contradicciones, mentiras y coartadas mal construidas que le llevaron ineludiblemente hacia la condena.

El fiscal del caso, Francisco Montijano, siempre mantuvo que la prueba de indicios «ha sido aceptada por los tribunales españoles y de otros países para dictaminar un veredicto de culpabilidad».

Al hilo de esta opinión algunos juristas han recordado el caso del juicio por el crimen de los marqueses de Urquijo, en cuya sentencia se condenó a Rafael Escobedo como autor material «sólo o en compañía de otros» en base a pruebas de indicios.

Estas son algunas de esas «pruebas de indicios» contra Dolores Vázquez expuestas por el portavoz del jurado cuando leyó el veredicto.

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Foto «apuñalada». Una empleada del hogar de Dolores Vázquez, de nacionalidad ucraniana, declaró durante el juicio que su antigua jefa apuñaló un cartel con la foto de Rocío con gran violencia. Tetyana Kazhukhar situó este hecho en el 2 de noviembre de 2000, es decir el mismo día que apareció el cadáver de la joven. Dolores Vázquez le dijo: «Este es mi problema, problema, problema», al tiempo que apuñalaba repetidamente la foto.

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Encarnación Lozano. Sin duda alguna, uno de los testimonios más relevantes en contra de Dolores Vázquez. Esta antigua empleada del restaurante cercano a la casa de la acusada ratificó que acudió al establecimiento a comprar tabaco vistiendo ropa deportiva y la notó nerviosa y sudorosa. Esta antigua camarera reveló durante la vista que en los días posteriores a la desaparición de la joven, durante el mes de octubre de 1999, ella y otros empleados del restaurante vieron cómo salían «llamaradas de fuego» de la chimenea de la casa de Dolores Vázquez, a pesar de que hacía muy buen tiempo.

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Begoña Martínez. La declaración de esta sobrina de Dolores Vázquez fue determinante. Fue al juicio para intentar respaldar a su tía, pero incurrió en numerosas contradicciones y se echó a llorar, tal y como hizo ante el juez instructor cuando tuvo que reconocer que el apuñalamiento del pasquín fue el día 2 de noviembre del 99. «Por mi culpa mi tía fue a la cárcel».

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Capitán Fustel. El capitán de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Jesús García Fustel, reveló que dos individuos habían sido vistos siete días después de la desaparición de la joven merodeando por el lugar donde fue apuñalada y en el interior del coche que resultó ser el de Dolores Vázquez.

La ahora condenada siempre negó haber prestado su coche a tales personas a las que dijo desconocer, algo que a partir de ese momento la situó como sospechosa porque la Guardia Civil no se explicaba por qué tenía ese afán en negarlo.

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Informes psicológicos. Tanto la psicóloga de la Guardia Civil que se encargó de analizar a Loli sin que ésta lo supiera, como el psicólogo de la prisión de Alhaurín de la Torre coincidieron en sus informes al señalar que responde al perfil de un maltratador doméstico.

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Informes forenses. La prueba pericial expuesta por los forenses reflejó a las claras que había habido alevosía en el crimen, debido a la indefensión de la víctima, que estuvo inmovilizada en todo momento. Paralelamente, admitieron que la muerte de Rocío tuvo «connotaciones de tipo pasional».

22 Septiembre 2001

Wanninkhof

Martín Prieto

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Nunca un crimen fue tan publicitado como el secuestro en los años 30 del primer bebé de Charles Lindbergh, héroe solitario con el Espíritu de San Luis del primer raid aéreo sobre el Atlántico norte, uniendo Estados Unidos con Francia, y sufriente por ello de una atención desmesurada de parte de la prensa; un redactor anónimo y local de agencia recibió el Pulitzer por un cable de seis palabras: «El hijo de Lindbergh hallado muerto». La investigación del asesinato o el homicidio (nunca se sabrá) la llevó el jefe de la policía de Nueva Jersey, el coronel Schwarzkopz, padre del general de la Guerra del Golfo, en forma autoritaria y deshilachada, poniendo finalmente preso a Bruno Hauptmann, emigrante alemán con antecedentes por fechorías menores en su país de origen. La instrucción estuvo llena de irregularidades y el jurado fue presa de escandalosos medios de comunicación. Hauptmann se sentó finalmente en la silla eléctrica en 1936, inconfeso, y no se sabe si mártir, rechazando tras varios aplazamientos de su ejecución, la conmutación por la cadena perpetua o 100.000 dólares de la época (ofertados por un periódico) si confesaba su autoría o delataba a sus probables cómplices. En su testamento, cuando ya todo le daba igual ni tenía fama que sostener, insistió en su inocencia y esperó que su ejecución sirviera al menos para abolir la pena de muerte. Desde André Maurois en Le Figaro a Eleanor Roosevelt (quien tenía enjundia propia a más de ser la esposa del presidente), pasando por notables juristas, muchos cuestionaron todo aquel procedimiento legal, aun perdiendo la batalla del abolicionismo.

De la muerte de Rocío Wanninkhof sólo me sentimentaliza ella misma, la víctima. Del juicio por jurado contra la amante de su madre, oscurecido por los huracanes terroristas, gescarteras o fondos reservados, se pueden tener más dudas que sobre Hauptmann. La condenada ha mantenido en todo momento su inocencia, lo que puede ser entendible, pero el mejor grupo criminal de la Guardia Civil ha sido incapaz de encontrar pruebas fehacientes, ni posibles complicidades, dejándolo todo al albur de dudas razonables sobre la rea cuyos avatares y carácter han sido paseados hasta por los medios especializados en lo más rastrero del cotilleo nacional, con el morbo añadido de una relación lésbica. En España la selección de los jurados es pésima, como demostró el juicio contra el asesino de dos ertzainas, quien quedó libre y prófugo. Esta mujer de aspecto antipático tiene quien la defienda y ya apelará la sentencia cuando se dicte. Pero de ella se puede decir que sólo indicios la inculpan y que no hay mayor injusticia que un presunto inocente en la cárcel.

24 Junio 2002

Así son las cosas

Manolo Giménez

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Querido lector:

Dolores Vázquez volvió el viernes a ponerse ante la cámaras de televisión. Lo hizo obligada por una vista oral promovida por Alicia Hornos, quien no está de acuerdo con que la acusada del asesinato de su hija esté en libertad provisional. De nuevo, se ha abierto la polémica y el caso está en manos de la Justicia, como debe ser. Sin embargo, nos encontramos con dudas más que razonables sobre la culpabilidad de esta mujer, que se declara inocente.

Manolo Giménez

22 Julio 2002

Así son las cosas

Manolo Giménez

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Querido lector:

Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Por eso, quizá se precipitaron quienes señalaron con el dedo acusador a Loli Vázquez como la asesina de Rocío Wanninkhof. Eso está por ver. Esta semana investigamos la versión de la vidente [Marisa Sevillano] que declaró en el juicio que Loli le había confesado algo terrible. Ahora se retracta. Y en otro abismo, el de las drogas, está inmerso el exfutbolista Julio Alberto. Sus alucinaciones casi le llevan al suicidio.

Manolo Giménez