6 octubre 1998

Adolfo Suárez obligado a declarar en el caso Banesto después de que Mario Conde asegure que cobró 300 millones del banco

Hechos

Su comparecencia se produjo el 6 de octubre de 1998.

07 Octubre 1998

Palabra de Suárez

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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EL TESTIMONIO de Adolfo Suárez en la vista del caso Banesto no ha aportado datos que no se conocieran respecto al chantaje de Mario Conde al Gobierno socialista con los papeles del Cesid. La novedad radica en que el ex presidente del Gobierno ha dado su versión de los hechos en sede judicial y bajo juramento como testigo. Esta condición aporta suficiente valor a sus palabras para que la Fiscalía General del Estado investigue la responsabilidad personal de Conde en relación con ese chantaje -Suárez no utilizó tal expresión- y con las quiebras producidas en la seguridad del Estado.Según su testimonio, Suárez se limitó a hacer de intermediario entre Conde y Felipe González, después de leer unos documentos que «si eran auténticos afectaban a la seguridad del Estado», para que el entonces presidente del Gobierno aceptara recibir a un emisario del ex banquero, contacto que se produjo en junio de 1995. Queda, pues, patente, por si alguien lo dudaba, que hubo chantaje al Gobierno, incluso al Estado, acto que no debería quedar impune, como no han quedado los delitos cometidos por el coronel Perote.

La declaración de Suárez habrá contribuido a desmontar en parte la estrategia de Conde para defenderse en el juicio sobre el caso Banesto: sembrar la confusión, jaleado por sus cómplices mediáticos, en torno a documentos, créditos o entregas de dinero, tanto da. Pero, palabra contra palabra, pesa infinitamente más la del hombre que dirigió los inicios de la transición española que la de alguien que no dudó en utilizar documentos del Cesid para quitarse de encima el caso Banesto e incluso sacar varios miles de millones de indemnización por la intervención de un banco que, según la acusación del fiscal, había arrasado