14 abril 1996

Antonio Burgos reprocha a la sucesora de Encarna Sánchez, Esmeralda Marugán, que asista a un homenaje a Felipe González: «Si ella levantara la cabeza…»

14 Abril 1995

Postencarnismo con bonsáis

Antonio Burgos

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Como en aquella pregunta famosa sobre el futuro del franquismo, en las mezquindades de Castilla (que no tienen nada que ver con las merindades de Castilla) el problema era: después de Encarna, ¿qué? Igual que con Francisco Franco la respuesta era «las instituciones», con la Sánchez, es: «Después de Encarna, su equipo». Por lo menos hasta junio, que ya habrá por ahí siete mil niñas tontas de la radio aspirando al trono vacío. La cadena ha tenido el buen gusto de quitar todo el cuñerío publicitario con la voz de Encarna, y ha continuado Directamente, la tarde con Esmeralda Marugán. Difícil tarea, hacer creer a la afición que es cartel definitivo la sustitución por parte facultativo. Observo entre los oyentes de Encarna un sentimiento de orfandad que no se quita con Esmeralda. Ya nada es como era. Esmeralda, por ejemplo, dijo algo que nunca hubiera dicho Encarna: que estuvo en la cena de homenaje de los intelectuales y artistas a Felipe González. Cada cual puede hacer con su carné de cenas lo que tenga por conveniente. Será quizá para marcar las diferencias del postencarnismo. Pero la verdad es que no sé qué hubieran pensado los seguidores de Encarna si hubiesen visto a su estrella de papitos con González, entre los asiduos a estas ceremonias. Y, encima, llevando un mensaje de parte de Jaime Peñafiel, donante del primer bonsái de La Moncloa: «Felipe, que dice Jaime que le devuelvas el bonsái de su madre y te quedes con todo lo demás…» Ahora que la mezquindad española ha cesado y todos, a reina muerte, reconocen el liderazgo de la Sánchez, la verdad es como la apreciaba en vida y lo dije, no puedo dejar de pensar: Ay, si Encarna levantara la cabeza y viera su jardín lleno de bonsáis felipistas…