El exDirector de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, demanda a Encarna Sánchez (COPE) por acusarle de corrupción

Un programa de radio ofreció abundantes datos sobre la fortuna y posesiones del suegro de Rafael Vera. Cuando finalizaba la emisión, una sobrina de aquel comunicó por teléfono, en directo, para decir que su tío fue un hombre modesto y nunca tuvo fortuna, con lo que sembraba evidentes dudas sobre la procedencia de sus bienes. Lo que no se ha contado es que, terminado el programa, la sobrina telefoneó a su tío para comentarle que había ‘demostrado’ que también ella podía hacerles daño y recordó que, tiempo atrás, pidió que Rafael Vera interviniera en un problema con Hacienda y que este no quiso hacer nada, por lo que recibieron una importante sanción que condujo al cierre de su negocio.

Desde el 22 de noviembre sólo he sabido de Rafael Vera cuando escuché el programa de radio de Encarna Sánchez. Por cierto, me ha extrañado muchísimo que no se haya vuelto a hablar de ese tema, ni siquiera en los informativos de la COPE de aquel mismo día. Me sorprendió mucho oír al Sr. Vera decir que no se le comparara conmigo. No sé si se refería a la cantidad o al testaferro. Nadie lo ha explicado todavía.

Rafael Vera Fernández-Huidobro, ex secretario de Estado del Ministerio del Interior, disfruta desde julio de 1987 de una extensa finca de 627 hectáreas, con terrenos de secano y regadío, dedicada a labor de cereales, viñedos, almendros y ganado vacuno. La finca, conocida como ‘El Relumbrar’, está situada en la provincia de Albacete, entre los términos municipales de Alpera y de Higueruela. Su valor actual supera los 400 millones de pesetas.

Las inversiones realizadas en la finca han sido cuantiosas, ya que se han transformados cientos de hectáreas de secano en regadío, cuyo coste, según los técnicos, se cifra en un millón de pesetas por hectárea transformada. A su vez, en ella se ha construido un gran embalse, con capacidad para más de un millón de metros cúbicos de agua. Para alimentarlo ha sido preciso realizar varias perforaciones en el subsuelo, entrando en las aguas de la Confederación Hidrográfica del río Júcar.

El Relumbrar consta de un gran cortijo que sirve de vivienda a la familia Vera y dispone de barbacoas, piscina, porche, teléfono, además de varia viviendas adyacentes que sirven de alojamiento al personal a su servicio y de naves para almacén de frutos (Vera aporta a la cooperativa vinícola de Alpera más de 200.000 kilos de uva al año, para vinos con denominación de origen de La Manchuela). La finca es también de aprovechamiento cinegético, con pantano incluido.

Fue adquirida, en primera transmisión, en julio de 1987 al empresario metalúrgico Federico Lavernia por la empresa Edificaciones, Promociones Inmobiliarias y Chalets Adosados S. A. (Epicasa), cuyo administrador único es Juan Luis Vera Fernández-Huidobro, por un precio escriturado de 20 millones de pesetas.

Juan Luis Vera es hermano de Rafael Vera y funcionario del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima). Con la empresa Epicasa Rafael Vera realizó en 1992 un importante negocio inmobiliario en la localidad madrileña de Galapagar, donde la firma ha construido una urbanización de 16 chalets de lujo. Rafael Vera es propietario de dos de ellos, de 1.100 metros cuadrados cada uno. En esta urbanización también tienen vivienda ex altos cargos del ministerio del Interior como Rafael del Río, ex director de la Policía Nacional, y Rafael de Francisco.

En la empresa Epicasa, constituida en diciembre de 1984 – a principios de ese año – a principios de ese año, Rafael Vera había sido nombrado subsecretario del Ministerio del Interior – figura como socio fundador junto a Juan Luis Vera e Isidro Parra Molina, Manuel Vera Fernández. Este último es padre de Rafael Vera, un funcionario jubilado nacido el 2 de febrero de 1914,  y que durante años fue miembro de la extinta Organización Sindical franquista, a través de la cuál consiguió su vivienda de la calle Cea Bermúdez, de Madrid, donde residió la familia.

Epicasa, dueña de ‘El Relumbrar’, la transfiere, a su vez, en octubre de 1989, a Enrique Esquiva González, suegro de Rafael Vera, de profesión empleado – según consta en nota registral – y nacido el 19 de septiembre de 1916 en Mejorada del Campo (Madrid), localidad en la que sus padres poseían una moderna tienda de ultramarinos.

El precio de esta transmisión, según consta en la escritura notarial de compraventa, es de 25 millones de pesetas. Precio éste muy por debajo del valor catastral asignado a la misma por la Delegación Provincial de Hacienda de Albacete, 49 millones de pesetas. Casi el doble de lo estipulado.

Los negocios del suegro de Vera.

El actual propietario de la finca El Relumbrar, Enrique Esquiva González, suegro de Rafael Vera, figura en los archivo del Ministerio del Interior como empresario individual, dedicado a la venta al por menor de ferretería, con un modesto local en la calle San Vicente Ferrer, 41, de Madrid, en pleno barrio de Malasaña. Su domicilio civil está situado en la calle Bravo Murillo 154, de Madrid, en el barrio de Estrecho, en una vivienda subvencionada durante el régimen del general Franco y de renta limitada al estar acogida a una orden ministerial de 1940. Década ésta en la que Esquiva González jugaba como guardameta titular en las filas del Real Madrid C. F.

A nombre de Enrique Esquiva también figura una finca de 9.300 metros cuadrados, en la urbanización la Berzosilla, en Torrelodones (Madrid); finca ésta que constituye el domicilio civil y habitual de Rafael Vera, como él mismo hace constar en todos los documentos oficiales. Se da la paradoja de que en el Ayuntamiento de Torrelodones están empadronados Rafael Vera, su mujer y sus dos hijos, pero no su suegro, titular de la propiedad. La finca, a pesar de estar escriturada a nombre de Enrique Esquiva, está hoy vigilada día y noche por la Guardia Civil.

La finca de la Berzosilla, que constituye el domicilio habitual de Rafael Vera, se adquirió mediante la compra de tres parcelas. La primera, de 4.977 metros cuadrados, por diez millones de pesetas al contado, el 20 de diciembre de 1985; la segunda, de 2.000 metros cuadrados, por un millón de pesetas al contado, el 10 de abril de 1986; la tercera, de 2.300 metros cuadrados, por ocho millones mediante un cheque al portador del Banco de Castilla, el 6 de julio de 1989. En total: 9.300 metros cuadrados por 19 millones de pesetas en efectivo.

Fuentes del ayuntamiento de Torrelodones cifran la inversión realizada en el chalet residencia habitual de Rafael Vera, en unos 120 millones de pesetas; la vivienda de varios pisos, goza de piscina, pista de tenis, frontón y bodega.

También a nombre de Enrique Esquiva, suegro de Vera, figura un vehículo Mercedes Benz 190 E 2.3, matrícula M-08006-IN, que utiliza su yerno Rafael. El vehículo fue matriculado por el suegro de Vera el 11 de marzo de 1988 a la edad de 72 años. El patrimonio de Enrique Esquiva González ha aumentado considerablemente en los últimos diez años, período que coincide con la estancia de Rafael Vera en el Ministerio del Interior, donde como secretario de Estado percibía hasta enero de 1994, fecha en la que cesó, la cantidad bruta anual de 9.337.884 pesetas.

Juan Luis López Galiacho

El último número de la revista ÉPOCA de su digna dirección publica una extensa información firmada por D. Juan Luis Galiacho y titulada ‘Así es la finca de Rafael Vera’ sobre el patrimonio de la familia de mi mujer y las actividades empresariales de mi hermano, acusando veladamente a la primera y al segundo de actuar como testaferros míos. Insinuaciones que tengo que rechazar categóricamente.

Quisiera comunicarle en primer lugar, que en su día presenté y fue admitida a trámite en los juzgados de plaza de Castilla, una denuncia contra el periodista Sr. Galiacho firmante de ese artículo, por haber dado una información similar a través de una cadena de radio.

En segundo lugar debo manifestarle, con el enorme respeto que me merece la libertad de información, que publicaciones serias como la que Vd. Dirige no deberían recoger  reportajes no contrastados que dañan la imagen de las personas, quiebran la credibilidad del medio y ponen en duda la honestidad y profesionalidad del mismo.

Por último, deseo transmitirle la gran preocupación y el temor que embarga a mi mujer y a su familia, personas honestas, respetadas y alejadas del juego político, y que a partir de ahora con esa información y especialmente con las fotos publicadas se sienten amenazadas. No en vano, durante los últimos once años, he estado dirigiendo la política antiterrorista en nuestro país.

Espero preste interés a lo aquí manifestado y sirva para evitar otras injusticias, agradeciéndole de antemano su atención.

Rafael Vera Fernández-Huidobro