20 diciembre 2017

Máximos propagandistas del kirchnerismo, siguen el camino de Lázaro Baez al tiempo que se estrella el círculo sobre Cristina Fernández de Kirchner

El ex magnate mediático argentino Cristobal López y su segundo, Fabián de Souza, del Grupo Indalo (C5N) detenidos por corrupción

Hechos

El 20.12.2017 se hizo efectiva la detención de Cristobal López y Fabián de Souza.

Lecturas

19 Diciembre 2017

La caída de Cristóbal López: un golpe al corazón de la familia Kirchner

Nicolás Wiñazki

Leer
El empresario K llegó a ser más importante para los negocios que Lázaro Báez.

Cristóbal López no es Lázaro Báez.

No era, como el constructor K preso con preventiva por lavado de dinero, monotributista en el 2003, multimillonario en 2015. López tenía una fortuna anterior.

Pero su pedido de detención, igual que el de Fabián de Sousa, su socio en el Grupo Indalo, es un golpe al corazón de la familia Kirchner, quizás de impacto mayor que el encarcelamiento de Báez, ocurrido hace dos años.

López usó una empresa llamada Inversora M&S para comprar la mayoría del impresionante emporio multirrubro que creó, eso sí, durante los 12 años de apogeo del kirchnerismo.

En esa sociedad anónima trabaja -al menos así figura en los registros públicos- una familiar directa de Cristina Kirchner.

Se trata de la abogada Romina Mercado, sobrina de la ex presidenta, prima de Máximo y Florencia Kirchner, hija de la actual gobernadora de Santa Cruz Alicia Kirchner.

Mercado se desempeñaba en ese puesto mientras al mismo tiempo ocupaba cargos públicos con bajo perfil pero de relevancia, como ser asesora de Angelina Abbona, la procuradora general del Tesoro K, o sea, la jefa de todos los abogados del Estado.

Los múltiples negocios de López se entrecruzan con el de los Kirchner por contratos financiados por el Estado que los dos presidentes K le hicieron ganar a Cristóbal, pero también por esos lazos de sangre. Y por una amistad entre ellos.

Cristóbal logró instalar la versión de que su patrimonio impresionante, al contrario del de Báez, había sido generado por él mismo.

Sin ayuda de los Kirchner.

Es una media verdad. Una falacia.

Su primera empresa de logística petrolera ganó una licitación pública importante después de que el entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, llamara a una de las empresas de los Pérez Companc para ejercer su influencia, según contó Luis Majul en su libro El dueño. La información nunca fue desmentida.

Cristóbal fue beneficiado después por Kirchner con licencias de juego en el sur.

El último día de la gestión presidencial, Néstor le extendió la licencia de la explotación de las tragamonedas del hipódromo de Palermo mediante un decreto en el que se utiliza un argumento notable para justificar ese negocio multimillonario: según el ex presidente, López debía manejar las máquinas de juegos de azar y además aumentar su cantidad porque había una creciente demanda de ciudadanos porteños interesados en los slots.

El negocio del hipódromo de Palermo para Cristóbal, por decisión de Kirchner, se extendería hasta 2032.

Cristóbal, que detestaba ser nombrado como “El Rey del Juego” (aunque lo era), fue detenido por una causa en la que se determinó que se adueñó de más de 8.000 millones de pesos en impuestos que su petrolera Oil cobró a sus clientes . Y esos impuestos jamás fueron derivados hacia el fisco.

Con el paso de los años, y luego de la muerte de Néstor Kirchner, Cristóbal se transformó en el empresario preferido de la familia presidencial. Desplazó a Lázaro Báez.

López le alquiló departamentos de lujo a los Kirchner.

Creó una empresa constructora que ganó millones en contratos de obra pública.

Junto a De Sousa, de excelente relación tanto con Cristina como con Máximo Kirchner, el grupo de López ganó licencias de medios audiovisuales: compró, por ejemplo, el canal de noticias C5N, que pasó rápidamente a formar parte del aparato de propaganda K y recibió millones de pesos en publicidad oficial.

Compró radios.

Ganó concesiones de rutas viales, como la 2 y la 11, las más transitadas para llegar a la costa bonaerense en los veranos.

Y también, entre otros muchos negocios siempre regulados por el Estado, hasta compró un banco: el Finansur.

El BCRA autorizó esa adquisición a pesar de que los organismos internacionales de lavado de dinero afirman que las empresas que explotan juegos de azar y casino no deberían tener, además, acceso al manejo de un banco.

El síndico general del Central, que no hizo objeciones a la compra del Finansur por parte de López, se llama Hugo Álvarez. Era el contador privado de Cristóbal. Y también manejaba la administración contable de los hoteles de los Kirchner, que explotaba la empresa IDEA SA.

Quien estaba al frente de esa sociedad comercial, que beneficiaba a los Kirchner con el alquiler de sus negocios hoteleros, eraOsvaldo Sanfelice, socio en su momento de Máximo Kirchner, empleado de Cristóbal López en su empresa química Alcalis de la Patagonia.

Mercado, Sanfelice, López y los Kirchner: un grupo homogéneo que amplió negocios heterogéneos siempre con el visto bueno del Gobierno kirchnerista.

El mismo fiscal que había pedido el procesamiento de López y De Sousa en la causa por la que el juez Julián Ercoloni pidió la detención de ambos es Gerardo Pollicita.

El lunes Pollicita le pidió a ese magistrado que eleve a juicio oral la causa de direccionamiento de la obra pública nacionalhacia 2 constructores súbitos que entraron en el mercado en plena era K: López y Báez.

Pero esa es otra historia.

Y al mismo tiempo, no.

11 Noviembre 2017

Tinelli, Lanata, Clarín y la memoria selectiva con los K

Javier Calvo

Leer
A tal punto el animador tenía en claro con quién se asociaba que nunca quiso sacarse una foto formal junto a Cristóbal López.

Ahora que tras doce años de cleptocracia empiezan a ir a la cárcel emblemas de esos tiempos y se derrumban emporios inflados con dineros públicos y de la corrupción, convendría desconfiar de ciertas reacciones resonantes que parecen genuinas pero ocultan las diferencias entre beneficiarios y víctimas.

El caso que brilla es el de Marcelo Tinelli, exponiendo y denunciando a su ex socio y empleador, Cristóbal López. El hombre más popular del país le vendió Ideas del Sur, la productora que fundó, hace ya cuatro años al empresario hoy caído en desgracia. Hasta donde se sabe, no sólo cobró un dinero muy importante y se aseguró un contrato mensual sin par en el negocio televisivo (que dice que no lo cumplen), sino que lo hizo voluntariamente, no como le pasó a Daniel Hadad con su grupo de medios. Raro que Tinelli no le preguntara a su ex socio Hadad en Canal 9 qué onda Cristóbal, en tanto y en cuanto no hubiera leído lo que algunos diarios contábamos desde hacía años sobre su socio-comprador.

A tal punto el animador tenía en claro con quién se asociaba que nunca quiso sacarse una foto formal junto a Cristóbal. El único registro que los junta en la misma imagen es en los palcos de San Lorenzo, club que también los une, ya publicada por PERFIL.

No sería éste el único descuido cuidadoso de Tinelli. Atrás quedaron los fondos públicos con que Néstor y Cristina Kirchner contribuyeron para un polideportivo en Bolívar, su cuna. O el acto que protagonizó en la reinauguración del cine de esa ciudad, que lleva el nombre de la mamá del conductor, gracias a los desembolsos ordenados por Julio De Vido y José López, presentes en la ceremonia, que fue transmitida en directo por C5N, el canal de Cristóbal.

Tinelli no está solo en esta muestra de memoria selectiva. Clarín fue socio de Cristóbal en Ideas, hasta que le vendió su parte en la productora. Y lejos de no querer saber nada, a la hora de los negocios mantiene sus contratos con el empresario K para que ShowMacht siga en el aire del canal abierto del grupo, El Trece.

Curiosamente, o no tanto, el emblema periodístico de Clarín la emprendió estos días contra Tinelli, Cristóbal y los medios K. Jorge Lanata, quién si no, cargó sobre la publicidad oficial que sostuvo emprendimientos privados poco sostenibles.

Pese a que la lógica es indiscutible (ningún medio sufrió como PERFIL y Noticias la discriminación de la pauta publicitaria K), obvió Lanata su arreglo con el republicanísimo ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, que le prometió respaldo para lanzar en 2008 su diario Crítica. Ese apoyo nunca llegó y el periódico naufragó en dos años.

Tampoco Lanata parece memorioso con otro de sus productos que fueron comprados con dinero paraestatal, como lo que critica de Tinelli y Cristóbal. El periodista más popular del país le vendió su revista Veintitrés a Sergio Szpolski, quien además luego le adquirió por muy buena plata los derechos para publicar capítulos de sus libros en la misma publicación. Distinto a lo que pasa con Cristóbal y Garfunkel (ex socio en el tan pomposo como hueco Grupo Veintitrés), Szpolski no sólo goza de la omisión conveniente de Lanata, sino también de fiscales y jueces que deberían investigarlo. Igual, no todos se olvidan.

El Análisis

¿JUSTICIA OPORTUNA?

JF Lamata

El encarcelamiento de Cristobal López, como antes los de Fabián de Souza, Lázaro Báez, Amado Boudou o la condena a Luis D´elía ponía de manifiesto las muchas irregularidades y corruptelas cometidas por el kirchnerismo. No obstante el hecho de que la justicia hubiera actuado una vez el kirchnerismo había pasado a la oposición y el macrismo había accedido al Gobierno ponía sobre la mesa de que la justicia actúa con más o menos rapidez según el color político que resida en la Casa Rosada.

Lo que nadie quita es que con todos los intentos que tuvo el kirchnerismo en encarcelar a los líderes mediáticos opositores encabezados por Hector Magnetto (Clarín), Bartolomé Mitre (La Nación) o Fontevechia (Perfil), no consiguió acabar con ninguno de ellos. Y en cambio el Grupo Indalo kirchnerista era historia y sus principales cabeza estaban en chirona.

J. F. Lamata