17 mayo 1977

El periódico público vespertino de la tarde

El Gobierno UCD nombra a Esteban Greciet Aller nuevo Director del diario UNIDAD de San Sebastián

Hechos

  • El 17 de mayo de 1977 el periodista asturiano D. Esteban Greciet Aller es nombrado por el Gobierno nuevo director del periódico Unidad de San Sebastián.

Lecturas

El 17 de mayo de 1977 el periodista asturiano D. Esteban Greciet Aller es nombrado por el Gobierno nuevo director del periódico Unidad de San Sebastián. El periódico vespertino del Estado en la provincia de Guipúzcoa. El Sr. Greciet Aller tiene ya experiencia de director de medios, puesto que ha sido Director tanto de La Voz de Avilés como de Diario Regional de Valladolid. El Sr. Greciet Aller sustituye en el cargo a D. Javier Zuloaga López, cuyo padre tuvo que abandonar Euskadi ante la amenaza de su inminente asesinato a manos de ETA.

19 Mayo 1977

No somos así

Esteban Greciet Aller

Leer

Desearíamos toda la fuerza de convicción del mundo para llegar hoy al corazón de cuantos puedan tener entre sus manos un algo, poco o mucho, que aportar a la concordia. la autoridad, los partidos políticos, organismos, pueblo y aun quienes encuentren a tiro de sus armas una posible víctima deberían ponderar el resultado de sus actos en este momento dramático para el País Vasco y para España.

Asistimos, atónitos, a una macabra danza de muertes sin sentido. Son hombres jóvenes los que mueren, hombres que tenían una vida por delante llena de promesas y fertilidad, hombres con raíces familiares y afectivas profundas que se arrancan dolorosamente en estos hechos de irreversibles consecuencias. Estamos seguros de que los protagonistas, en otra ocasión o con distinto atuendo, confraternizado fácilmente.

Pero no solamente las víctimas y sus deudos sufren las repercusiones, sino nuestro mismo pueblo. El mundo nos contempla y enjuicia. ¿No estamos dando una imagen falsa? Los vascos no somos así, digámoslo bien alto. Los errores históricos no nos autorizan a continuar por la pendiente.

Dentro, pues, de la amargura por esta escalada de sangre, está la convicción de que nuestro pueblo rechaza una espiral de violencia, de que el enfoque de nuestros problemas tiene otras vías de diálogo para su solución, de que la democracia está ya al alcance de la mano y será entonces cuando se posibilitará plenamente el acceso a unas metas tan ansiadas como honestas.

No es fácil el papel del Gobierno en estos momentos, pero cabe pensar que hoy estamos en cabeza de sus preocupaciones e interés. ¿De qué nos valen yo respulsas y lamentos? Se dan por entendidos. No perdamos el tiempo remansados en deplorar lo ya irreversible, pero apliquémonos a contribuir, con cuanto tengamos al alcance, a la convivencia en paz. La exige no solamente la democracia, sino nuestros mismos intereses materiales en progresiva deterioro.

Ahora, más que nunca, necesitamos decir a España nuestra verdad, decir que no sólo queremos la paz y la concordia, sino también aportar nuestra voz y nuestro voto para que alumbre un tiempo mejor en Euskadi.