18 septiembre 2002

El programa de entrevistas políticas se pasa, por una vez, al terreno de la ficción

El ‘Tercer Grado’ de Carlos Dávila (TVE) entrevista a Imanol Arias y Ana Duato para que promocionen la nueva temporada de la serie ‘Cuéntame’: «¿Hablarán de ETA?»

Hechos

Emitida el 18 de septiembre de 2002 en La 2 de TVE.

29 Noviembre 2002

La Paz de un hogar

Ferrán Monegal

Leer

Para desintoxicarse un poco de la entrevista política, que con tanta afición y laboriosidad practica, Carlos Dávila (El tercer grado, La 2) se fue el miércoles a casa de los Alcántara, la popular familia de la serie Cuéntame cómo pasó. Se puso a charlar en el saloncito con Mercedes y Antonio, o sea, Ana Duato e Imanol Arias. Les preguntó qué va a pasar, qué novedades nos va a ofrecer la nueva temporada de esta teleserie que comienza dentro de nada. Y le contestaron: «Merche monta una boutique de moda de París adaptada al barrio, y Antonio entra en una corriente especuladora y descubre la fascinación por el poder». ¡Ah!, la adaptación de la moda parisina a la estética de barrio de aquella España de los 60 se intuye apasionan te. No es un tema exclusivamente de trapitos. Del marujismo indumentario al comienzo del topless intelectual da para una sabrosa retranca. Lo de Antonio quizá resulte más prosaico. Ese humilde pluriempleado parece que va entrar en aquellos prepelotazos tan tremendos que se daban –toscos entonces, hoy más sofisticados– y seguramente descubrirá la lapidaria frase atribuida al que fue banquero de Franco, Juan March: «El hombre que no tiene precio es que no vale nada». Esperemos que, pasados los primeros deslumbra mientos, sepa advertir la tremenda falsedad en que se basa. No esperamos grandes heroicidades, pero es te Antonio que encarna Imanol se ha convertido ya en un personaje entrañable. Nos dolería que acabase transformado en un turbio tiburón del Manzanares. El momento más interesante de la conversación fue, no obstan te, cuando Dávila preguntó: «¿Hablarán de ETA los Alcántara?». Contestó Imanol: «Sí. Y queda reflejada la perplejidad de la gente antifranquista ante los asesinatos». Esperamos con fruición este reflejo. A ver si coincide con el que llevamos dentro todos los que en aquellos años ya éramos mayores de edad.