8 febrero 2003

Pagaza era consciente de que iba a ser asesinado por ETA y trató de pedir ayuda al Gobierno vasco

ETA asesina a uno de sus enemigos: José Luis Pagazaurtundua Ruiz, Jefe de la Policía Municipal de Andoain

Hechos

El 8 de febrero de 2003 murió asesinado Joseba Pagazaurtundua.

Lecturas

“Cada día veo más cerca mi fin a manos de ETA”, fueron las palabras que dejó escritas D. Joseba Pagazaurtundúa Ruiz, sargento de la Policía Municipal de Andoain, poco antes de su muerte. De 45 años, casado y con dos hijos, era un comprometido activista de la Iniciativa Ciudadana ¡Basta Ya! Fue asesinado a tiros cuando tomaba un café en el bar Daytona de Andoain, el 8 de febrero de 2003. Murió nueve horas después en el hospital Donostia de San Sebastián. A finales de 2009, los asesinos de Joseba no habían sido identificados todavía.

El 8 de febrero de 2003 fue asesinado a tiros el Jefe de la Policía Municipal de Andoain, Joseba Pagazaurduntua, militante del PSE-EE-PSE y miembro de la plataforma ‘Basta Ya’.

EL SOSPECHO DEL ASESINATO

 Gurutz Agiresarrobe fue detenido y condenado a 32 años de cárcel por el asesinato de Josba Pagaza como pistolero de ETA. La Audiencia Nacional también condenaría a seis años de cárcel a los etarras Iñaki Igerategi y Juan Ignacio Otaño por facilitar a ETA información sobre Pagaza.

 La sombra del atentado se colocó sobre el alcalde de Andoain, José Antonio Barandiaran, de Batasuna, acusado desde simpatizar con ETA.

PRIMERA CARTA DE PAGAZA AL GOBIERNO VASCO (PNV) EN LA PERSONA DEL CONSEJERO DE INTERIOR, JAVIER BALZA

Andoain. 14 de septiembre de 2001

Señor consejero de Interior,
Soy Joseba Pagazaurtundua Ruiz, jefe de la Policía Municipal de Andoain. Por si mi nombre no le dice nada, voy a darle unos cuanto datos. Hace diez años, tras haberme pinchado las cuatro ruedas del coche me quemaron el vehículo.

A finales de 1994 me informan que desde la dirección de ETA ordenan preparar un atentado contra mi persona. En marzo de 1995, me incorporo a la Ertzaintza en la comisaría de Laguardia en comisión de servicios. A finales de 1998 se me comunica la finalización de la comisión de servicios y la vuelta a mi plaza en la jefatura de la Policía Municipal de Andoain. ETA está en tregua.

En 1999 me incorporo a mi trabajo en el Ayuntamiento de Andoain. Coincide esta reincorporación con la entrada en la Alcaldía de Andoain de Euskal Herritarrok. Trabajo unos meses, y entre amenazas y agresiones verbales cojo la baja laboral casi a finales de 1999. Como era de prever, ETA rompe la tregua. Vivo en Andoain.

En mayo de 2000 asesinan en Andoain a un íntimo amigo [en referencia al columnista de EL MUNDO José Luis López de Lacalle]. Alterno períodos de baja laboral con breves períodos de trabajo. La información que acabe con mi vida puede salir del mismo Ayuntamiento.

En marzo de 2001 atacan mi domicilio con cócteles molotov. La reivindicación es harto elocuente: chivato de los txakurras, represor, etc. En septiembre de 2001 queman mi coche. No ha sido reivindicado todavía.

Las anteriormente citadas breves notas no son más que una somera semblanza de la situación que vivo. Puede usted hacerse cargo de que no es nada sencilla la supervivencia de este ciudadano vasco. Por otra parte, tengo sobrados motivos para pensar que ETA puede andar tras mis pasos y me extraña que tras la caída del Comando Donostia no haya salido nada referente a mi persona o entorno (por lo menos ustedes no me lo han notificado).

Puede que lo expuesto en la presente se la traiga floja. Quizá crea que usted tiene sobrados motivos para ignorar lo que me pasa. Pero este ciudadano vasco cree que la Consejería de Interior de su gobierno tendría que ocuparse y preocuparse por su situación.

Por favor, no me conteste lo que algunos mandos de la Ertzaintza ya me han espetado en algunas ocasiones: no te dejes ver tanto, en alusión a mi militancia ante ETA. Lo que espero es algún tipo de solución práctica. Por lo menos que me digan lo que saben sobre los riesgos que puedo correr. Que me participen lo que ustedes saben a través de los materiales capturados al Comando Donosti.

Señor Balza, en definitiva, lo que solicito es que sea legal en lo concerniente a mi persona por parte de su departamento, que parece que me temen como a un nublado. Espero y deseo que lea esta epístola de forma sosegada, que se informe y me aporte alguna solución a los problemas que con tanta gravedad y urgencia me rondan.

Sin más, se despide atentamente a la espera de respuesta, Joxeba Pagazaurtundua.

SEGUNDA CARTA

En una segunda carta, sin fechar, el asesinado reflejó una situación de mayor desesperación:

«Soy Joseba Pagazaurtundua Ruiz, ex agente 00201 de la Ertzaintza. Cada día veo más cerca mi fin a manos de ETA. Soy consciente de mi PRESENCIA no comunicada en papeles del ‘comando Buruntza’. Y soy asimismo consciente de otros datos relativos a un familiar próximo del mismo comando y tampoco han sido comunicados. Me la trae floja que usted y sus secuaces, los que me maltrataron y amenazaron con pasar información al respecto de mi persona a ETA me hagan caso.

Ojo, tal vez usted no sepa que personas a sus órdenes me amenazaron en instalaciones de la Ertzaintza, en la plaza Easo de Donostia, con pasar información a ETA a través de HB sobre mi condición de colaborador de las fuerzas de seguridad del Estado.

Tal vez usted no haya oído las cintas amenazadoras ni sepa más de mi condición de colaborador de cualquiera que esté contra ETA. Le sugiero que consulte mi historial. Me he jugado el pellejo contra ETA colaborando con la Ertzaintza hasta límites tales como ceder mi casa para no se qué cosas en Hernani.

Pero que nadie pensara y lo he manifestado siempre que yo colaboraría con otros cuerpos policiales contra ETA. Es más, estando en la Ertzaintza, como suboficial y asumiendo mi responsabilidad por encima de la media, no he engañado a nadie sobre mis ideas, al contrario que muchos traidores y tiralevitas de su partido».

09 Febrero 2003

'Democracia' etarra

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

Leer

ETA asesinó ayer a Joseba Pagazaurtundua, jefe de la Policía Municipal de Andoain, militante del PSE-EE, miembro de la plataforma ciudadana ¡Basta Ya! y hermano de una conocida ex diputada y concejal de ese partido. La víctima recibió varios impactos de bala -dos de ellos en la cabeza- cuando leía el periódico en un café de esta localidad guipuzcoana, gobernada en minoría desde los pasados comicios locales por la judicialmente suspendida Batasuna.

Recientemente, un diputado del PNV declaraba en una entrevista que si ETA no atacaba a los de su partido era por la «arbitrariedad de quien fija los objetivos, que hasta en eso es caprichoso». Pero tal capricho no existiría seguramente si el nacionalismo situara la lucha contra ETA en el primer rango de sus prioridades políticas. La defensa de la democracia y de la libertad se identifica en estos momentos con el combate por aislar y debilitar a ETA: a los pistoleros y al entramado que les prepara el terreno. A Joseba Pagazaurtundua, como antes a José Luis López de Lacalle, también socialista y miembro de ¡Basta Ya!, asesinado en el mismo pueblo en mayo de 2000, primero lo señalaron los de la kale borroka y luego dispararon contra él. Hay miles de personas así marcadas, a las que se les dirige el mensaje de que si no dejan de oponerse a ETA o se van del pueblo, podrán ser asesinadas.

Desde que ETA adoptó esa estrategia, los ediles y militantes socialistas y populares constituyen el objetivo esencial de los terroristas. Tan sólo en Andoain ha habido en los ultimos años dos intentos de asesinato y al menos una decena de agresiones a militantes socialistas de la localidad. Conforme a esa estrategia de acoso, la reducción del peso electoral de Batasuna, e incluso del número de atentados, es compatible con una mayor eficacia intimidatoria. El fin es provocar el abandono de la vida pública de quienes se le oponen.

Una cosa es la defensa de las ideas independentistas y otra la existencia de un partido financiado con fondos públicos que forma parte de un entramado coactivo. Por eso no se comprende el rechazo de PNV y EA a firmar junto a socialistas y populares una moción de censura para desalojar a Batasuna de la alcaldía de Andoain -7 concejales frente a 5-, y por eso resulta tan ofensivo que Arzalluz haya dicho estos días que intentar ilegalizar a Batasuna es «el mayor atropello jurídico que han visto los siglos».