9 marzo 1999

Importante redada contra la cúpula terrorista

Golpe a ETA en plena tregua: Detenido el jefe de los comandos ‘Kantauri’ y la asesina Irantxu Gallastegui

Hechos

  • El 9.03.1999 el Ministerio del Interior informó la detención de José Javier Arizcuren, miembro del Comité Ejecutivo de la organización acusado de asesinatos Euskadi Ta Askatasuna y de Irantxu Gallastegui, militante de la misma.

Lecturas

LOS OTROS DETENIDOS:

IrantxuGallastegui Irantzu Gallastegui participó en los asesinatos del concejal Miguel Ángel Blanco Garrido y del dirigente socialista Fernando Múgica.

etarra02 Juan María San Pedro Blanco

etarra04 José Ignacio Herrán Bilbao

etarra03  Jesús María Puy Lecumberri

UN EX DIPUTADO BATASUNO TAMBIÉN DETENIDO

calviva_zubimendi_1995 El diputado Miguel Ángel Zubimendi, ex dirigente de Herri Batasuna / Euskal Herritarok se encuentra entre los detenidos por ser miembro de ETA. Él se hizo célebre por arrojar un saco de cal viva sobre el escaño de D. Ramón Jáuregui (PSOE) como represalia por los atentados de los GAL.

10 Marzo 1999

La ley no da tregua

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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La detención en París de seis miembros de ETA, entre los que figuran José Javier Arizkuren, Kantauri, e Irantzu Gallastegi, considerados responsables de los comandos que han cometido la mayoría de los últimos atentados de la banda, demuestra que el ministro de Interior no hacía retórica cuando aseguraba hace meses, y reiteraba la semana pasada, que el Estado de Derecho no está en tregua. No puede haberla frente a una organización terrorista que dice mantener abierta su actividad extorsionadora -«tareas habituales de suministro», según su último comunicado- y que condiciona la conversión del «alto el fuego provisional» en definitivo a que la mayoría acate sus exigencias. No puede haber tregua de la policía y los jueces en la persecución de un grupo terrorista del que hay indicios -recientemente fue detenido un activista que intentaba robar una furgoneta- de que sigue preparándose para regresar si lo considera conveniente.Que HB reaccionara de manera amenazadora entraba en lo previsible, y en el fondo, también, aunque sea incoherente, que el peneuvista Egibar lamente las detenciones. La situación exige astucia además de firmeza, pero la alternativa opuesta a la de la detención, mirar para otro lado y permitir la libre circulación de personas con el historial criminal de Kantauri habría sido incomprensible. Tal vez se haya querido hacer coincidir el golpe a ETA con la presencia de Aznar en París, pero el sentido común indica que si la policía seguía a alguno de los detenidos, el momento óptimo para intervenir es el del contacto con otros dirigentes, como parece haber ocurrido. Cuando ETA decida autodisolverse será el momento de la generosidad con los activistas detenidos; mientras tanto, lo más conveniente es detenerlos. Quienes ahora dicen que ello impide avanzar el proceso de paz dijeron antes que aplicar la ley, sin bulas, a los dirigentes de HB y a los involucrados en la trama financiera del tinglado KAS-ETA era un obstáculo para la tregua. Es posible que el mecanismo de Lizarra acelerara la decisión del alto el fuego, pero cada vez está más más claro que sin la firmeza del Estado de derecho, ni a ETA se le habría ocurrido plantear esa hipótesis, ni se lo habría pedido su brazo político. Esa firmeza ha ido debilitando a ETA hasta convencer a sus jefes de que les convenía cambiar de estrategia. En el periodo 1978-84, ETA realizó unos 200 atentados al año, con una media de 56 víctimas mortales; entre 1985 y 1991, la media fue de 100 atentados y 33 muertos, y entre 1991 y 1998, de 50 atentados y 15 víctimas. La eficacia policial no lo explica todo, pero las detenciones de dirigentes en Francia ha sido decisiva: un total de 228 miembros de ETA fueron encarcelados en el país vecino por orden judicial en los últimos 10 años.

Los papeles capturados permitirán seguramente saber si ETA está dispuesta a renunciar definitivamente o si se proponía regresar. Hay motivos para la preocupación, pero no más que antes de estas detenciones.

10 Marzo 1999

Una detención justa y problemática

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Xabier Arizkuren, Kantauri, al que se tiene por principal responsable de los comandos de ETA, fue detenido ayer en París por la policía francesa en compañía de otros activistas de la organización terrorista, entre ellos Irantsu Gallastegi, considerada miembro clave del sanguinario Comando Donosti. Se trata del mayor golpe recibido por la estructura de ETA desde la acción de 1992 en Bidart. A Kantauri se le imputa ser el máximo responsable operativo de los salvajes atentados cometidos por ETA en los últimos años, incluido el asesinato de Miguel Angel Blanco. La presencia entre los detenidos de Mikel Zubimendi, ex jefe de Jarrai y propagandista de la kale borroka, es igualmente significativa.

Asalta la tentación de considerar la redada policial de ayer -por lo demás técnicamente impecable- como pura y simple plasmación de la lógica del Estado de Derecho: la policía localiza a varios presuntos delincuentes, los arresta y los pone a disposición de la Justicia. Y ya está; eso es todo.

Pero, obviamente, eso no es todo. Existe la conciencia general de que la tregua de ETA se asemeja demasiado a un castillo de naipes. Y el lógico temor a que alguien se equivoque y retire de la mesa una carta básica para la estabilidad del endeble tinglado. El Gobierno sostiene que la operación policial de ayer no debilita para nada las expectativas de paz. Pero otros afirman que existe el riesgo de que Kantauri sea reemplazado por otro activista más hostil al proceso de paz. Es un peligro cierto.

No ha ido por esa vía, de momento, la reacción de HB. Otegi y Permach han solicitado a sus seguidores que protesten de modo «contundente» contra las detenciones, pero también les han pedido que actúen de manera «serena» y que «blinden» el proceso político actual, en clara referencia a los acuerdos de Estella. Parecen ser conscientes de que, si permiten que el escenario se radicalice, el PNV y EA no tendrán más alternativa que volver a entenderse prioritariamente con el PP y el PSOE, dejándoles otra vez en el aislamiento político más completo. Un cálculo que sin duda ha tenido también en cuenta el Gobierno a la hora de confiar en que las detenciones de ayer no arruinarán la tregua. Menos todavía en la vecindad de las elecciones locales, que todos -EH incluida- esperan para calibrar al máximo sus exactas fuerzas políticas.

El PNV, por razones evidentes, e IU, en su papel de outsider, pusieron ayer en cuestión la oportunidad de la acción policial de París. Cierto es que Aznar sigue pidiendo a ETA que designe a sus interlocutores para la negociación. Esperemos que no le digan que Kantauri es uno de ellos.