1 marzo 1946
Grecia: Un referéndum sobre la fórmula de Estado da el triunfo a la Monarquía sobre la República y permite el retorno del Rey Jorge II
Hechos
El 1 de marzo de 1946 se hizo público el resultado del plebiscito en Grecia con un resultado favorable a la monarquía.
Lecturas
Grecia fue invadida en 1941 por el Eje.
Grecia ha decidido su futura forma de gobierno este 1 de marzo de 1946.
Hace meses que se esperaba la celebración de un plebiscito, para decidir si se restauraba la Monarquía o se instauraba la República. La monarquía ha vencido.
El plebiscito celebrado hoy da un resultado abrumador:
A favor de la monarquía – 1.166.512 votos.
A favor de la república – 174.406 votos.
En blanco – 346.862 votos.
Conocidos los resultados el rey Jorge II ha anunciado ya su regreso para el próximo día 28 de marzo.
En septiembre de 1946 se producirá una insurrección comunista en Grecia.
El Análisis
El reciente plebiscito celebrado en Grecia ha confirmado lo que muchos esperaban: el pueblo heleno ha decidido restaurar la monarquía, devolviendo a Jorge II al trono que había ocupado antes de la ocupación nazi. Tras años de sufrimiento bajo la ocupación alemana e italiana, la liberación de Grecia en 1944 no solo trajo la esperanza de reconstrucción, sino también la necesidad de estabilidad política. La figura del Rey Jorge II, que había pasado esos años en el exilio, se convirtió en un símbolo de continuidad frente al caos de la guerra y la ocupación.
Es imposible analizar este resultado sin mirar al contexto europeo de posguerra. Mientras que en Italia la monarquía fue depuesta en 1946, en Grecia fue respaldada. Varias razones explican esta diferencia: en Italia, el desgaste de la Casa de Saboya y su cercanía al régimen fascista de Mussolini minaron su legitimidad; en Grecia, en cambio, la monarquía representaba un referente frente a la amenaza comunista, y los aliados —preocupados por el avance soviético— apoyaron de hecho la restauración del Rey como garantía de estabilidad y defensa de los intereses occidentales.
La lección es clara: la restauración de Jorge II no es solo un acto de tradición o nostalgia, sino una respuesta estratégica a un país marcado por la guerra, la ocupación y la polarización política. Grecia ha elegido la monarquía como símbolo de unidad y resistencia frente a los riesgos de la inestabilidad interna y la presión de la Guerra Fría que ya empieza a delinearse. El pueblo heleno, al reafirmar su monarca, ha señalado que la reconstrucción de la nación será también un acto de consolidación de sus instituciones y de protección frente a las ideologías que amenazan con dividirla.
J. F. Lamata