27 octubre 2017

La programación del canal autonómico catalán obsesionado con presentar a una España que 'odia' a los catalanes

Indignación mediática nacional contra TV3, la televisión pública catalana, y sus productoras de programas por su campaña de victimismo anti-español para fomentar el independentismo

Hechos

El 4.11.2017 el diario ABC pidió en un editorial la intervención del Estado en TV3.

Lecturas

El 27 de octubre El Mundo publica un reportaje de Hugo Garrido y Marta Ley contra TV3 en el que señala que sus principales productoras contratistas son ‘actividas del independentismo’ señalando a Minoría Absoluta (D. Toni Soler Guasch), Mediapro (D. Jaume Roures Llop), ‘Alguna Pregunta S. L.’ (D. Antoni de Pàdua Bassas Onieva) y SOM (D. Oriol Soler Castanys).

Además señala la puerta giratoria entre directivos de TV3 y los propietarios de estas productoras como es el caso de D. Francesc Escribano Royo (de director de TV3 a director de Minoría Absoluta), de D. Mónica Terribas Sala (de directora de TV3 a CEO del diari Ara), de D. Eugeni Sallent Garriga (de director de TV3 a apoderado de Nova Veranda) o D. Josep Oriol Carbó (Triacom Audiovisual, implicado en el escándalo del 3%). También se cita a D. Josep María Mainat Castells fundador de Gestmusic Endemol, que produce programas para TV3 bajo la marca Diagonal TV. El Sr. Mainat Castells ha sido una activista a favor de la independencia en las redes sociales.

LOS PRINCIPALES AGITADORES DE LA INDEPENDENCIA DESDE LOS MEDIOS PÚBLICOS:

 Dña. Mónica Terribas, ex directora de TV3 dirige ahora ‘El Matí’ de CATALUNYA RADIO, el programa de la mañana de la radio pública desde la que defiende la independencia de Catalunya y proclama que Catalunya es ‘maltratada’ por el resto del Estado.

 D. Toni Soler, dueño de la productora ‘Minoría Absoluta’ que produce numerosos programas para TV3 como el célebre ‘Polonia’, es firme defendario de la independencia de Catalunya y es sus programas presenta siempre a los españoles del resto de comunidades como gente que ‘odia’ a los catalanes.

 D. Antoni Bassas , dueño de la productora ‘Alguna Pregunte Mes’ que produce numerosos espacios tanto para TV3 como CATALUNYA RADIO. Partidario de la independencia sostiene que históricamente la población española a odiado a Catalunya con un maltrato muy superior incluso a los vascos en época terrorista.

 D. Jaume Roures, dueño de la productora ‘Mediapro’ y considerado afín a ERC y a Podemos produjo para TV3 numerosos reportajes que presentaban a la policía española y la Guardia Civil como represores contra los catalanes partidarios de la independencia.

 Dña. Empar Moliner, presentadora de una sección de ‘Els Matins’ de TV3 dedicada a buscar sucesos en la red, en prensa o en las declaraciones de personajes púbicos que sirvan para alimentar la idea de que en España se odia a Catalunya.

La noticia de que D. Jaume Roures Llop es investigado por su participación en el procés es reproducida por TVE y Mediaset los días 14 y 15 de febrero de 2018 y por los diarios El País, El Mundo y ABC, donde además se publica un perfil crítico de él firmado por D. Salvador Sostres Tarrida. No informan del tema ni Antena 3 TV ni La Sexta donde D. Jaume Roures Llop aún es el tercer accionista del canal a través de Imagina (Mediapro) y está representada en el consejo de administración de Atresmedia por D. Josep María Benet Ferran “Tatxo”, cuyo mandato como consejero expira en junio de 2018.

En julio de 2018 la emisión por TV3 en su espacio ’30 Minuts’ del documental ’20-S’ producido por Mediapro lleva a D. Álex Salmon, responsable de El Mundo en Cataluña lamentando que el constitucionalismo no tenga a una productora al servicio como sí la tiene el independentismo en Mediapro y D. Jaume Roures Llop.  

17 Octubre 2017

El ofensivo decálogo del odio a España en TV3

J. F. Lamata

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¿Alguien puede creerse que los medios que han estado machacando a diario una imagen racista de España sin apenas contestación no han tenido nada que ver con la situación que enfrentamos ahora?

El 10 de octubre 2017 dos tertulianos de TV3 y Catalunya Radio, Joan López Alegre (‘el catalán tranquilo’) y Nacho Martín Blanco anunciaron que lo dejaban porque estos medios se habían convertido en un ‘circo del odio’ en el que ellos eran los ‘tontos útiles’.El chaquetero independentista que se forra en TV3 a razón de 7.500 euros por programa clamando que España le roba

TV3 ha decidido perdonarles la vida y no vapulearles en horario de máxima audiencia como hicieron cuando Manuel Cruz osó hacer una crítica similar y fue machacado por la bufona de las mañanas de la cadena pública catalana Empar Moliner (TV3, 10-4-2014).–Adiós al circo del odio–

La misma Moliner que quemó la Constitución Española después de decir que la carta magna tenía la culpa de que familias catalanas murieran de frío (TV3, 11-04-2016), una idea que ‘caló’ bastante como demostraba hace poco un reportaje de ‘El Intermedio’. ¿Sería imaginable que en ‘Los Desayunos’ de Sergio Martín en TVE se ridiculizara a un periodista por criticar a la cadena pública?Girauta estalla contra TV3 y los del golpe de Estado en plena manifestación

Pero, aunque ninguna televisión pública en España, Telemadrid, Canal Sur y compañía, es virgen en la relativo a sesgos y manipulación, hace tiempo que TV3 ha superado con creces los excesos de sus hermanas por su obsesión de retratar al resto de España como una panda de racistas anti-catalanes, como cuando dijo que la manifestación del 8 de octubre estuvo convocada por Falange.

Los ejemplos se acumulan desde hace décadas: en enero de 2004 el entonces líder de ERC, Carod Rovira, se entrevistó con la cúpula de ETA en Perpignan desatando una fuerte polémica.

El programa informativo por excelencia ’30 minuts’ decidió dedicar su especial de esa semana al tema, pero no para analizar si era correcto o no que un político negocie con asesinos sino, bajo el título de ‘Catalunya en boca de España’ (TV3, 18-1-2004) a enumerar lo mucho que se odiaba a Cataluña en el resto de España según ellos y sacando cortes de tíos en el Café Gijón o comentaristas derechistas como Pío Moa criticando a Carod y dando la idea de que no le criticaban por reunirse con ETA, sino por ser catalán. ¡Toma idea de ‘España odia a Cataluña’! –Carod Rovira insiste en defender su pornográfico encuentro con ETA–

Siempre lo mismo como con aquellas promociones a bombo y platillo en informativos y espacios de la bazofia ‘Fenix 11.23′, esa película (producida por ellos) que presentaba al niño Eric Beltran que fuera procesado por amenazar a comercios que rotulaban sólo en castellano como un héroe de la patria «el Braveheart de Catalunya», «el pequeño William Wallace» decían las promos que emitía TV3 (noviembre 2012).El vídeo que no emitirá TV3 y que despierta de golpe al sonámbulo Puigdemont

Claro que los niños siempre han sido del gusto de la tele pública catalana, hemos visto a querubines con estelada hablando en programas destinados a público infantil sobre que España «tendría que rendirse» ante los independentistas (TV3, 12-09-2013) y volvieron a sacar a niños con los recientes usos del 1-0 hablando de lo buenos que eran los mossos y lo mala que era la policía española (TV3, 2-10-2017).–El actor Joel Joan: «En España más vale ser gay que catalán»–

Los programas de entretenimiento no se quedan atrás, el programa ‘Polonia’ de Toni Soler que simula burlarse de todos los políticos de manera equidistante lleva 10 años insertando esa idea. Sí, se burla de todos los políticos, pero no de todas las ideologías: las reivindicaciones separatistas son siempre plasmadas como sensatas y razonadas. La alarmante declaración del tertuliano disidente de TV3 a Carlos Herrera

«Es verdad que España os roba», reconocía entre risas el personaje de Montoro en el programa del 22-09-2007 y en cambio todo catalán que diga que se siente perseguido por el Estado español es reforzado en algún gag donde en efecto se le saca perseguido por los malvados políticos españoles.–Un actor de ‘Polònia’ pide el boicot contra Carmen Machi por no ser independentista–

En cambio todo aquel que denuncie ser perseguido por el nacionalismo catalán es presentado como un paranoico que se inventa persecuciones que no existen más que en su cabeza, en ‘Polonia’ lo han hecho con los de Ciudadanos, con periodistas, hasta con la fiscal del 9-N Ana Magaldi que osó decir que se sentía acosada: pues inmediatamente ridiculizada (TV3, 16-02-2017) y Borrell un zombi, claro (TV3, 12-10-2017) todos una panda de victimistas paranóicos. ¿Alguna vez alguna burla del victimismo nacionalista? Va a ser que no. –Twitter se parte de risa con estos separatistas oprimidos tomando copas en una terraza de lujo–

En ‘Polonia’ cuando representan a ‘representantes del Estado’ en Cataluña, son siempre una panda de racistas y maleducados «¡No me dejan hablar en español!», gritaba un supuesto periodista de ABC (TV3, 31-10-2008), gags de periodistas de ARA no habrá, claro, dado que su co-propietario es productor del espacio.

Hemos visto a Mariano Rajoy y Angel Acebes representados visitando Cataluña vestidos como exploradores que trataban a los catalanes como indígenas de lo racistas que eran (abril 2007) o a Pedro Sánchez proclamando orgulloso que ‘el anticatalanismo rancio’ era patrimonio de todos (TV3, 9-10-2014) todo para reiterar la idea de que toda la clase política española estaba poseído por un odio a todo lo catalán.

En cambio cuando se representa a un dirigente nacionalista catalán en Madrid, este trata con respeto a los madrileños y son, por el contrario los madrileños los que se compartan de manera racista contra él «¡Polaco de mierda!» le gritan a Tardá en el gag en el que va al Bernabeu (2-3-2012).

En otro gag Puigcercós visitaba un plató de periodistas madrileños y estos, naturalmente, se ponían mascarilla para no contagiarse del dirigente catalán (TV3, 29-10-2013). ¡Qué gags más equidistantes y nada malintencionados!

O luego teníamos ese gran programa de zapping ‘APM?’ que crearon Carles Capdevila y Antoni Bassas y que siempre tenía gran obsesión por sacar cortes para ‘demostrar’ lo muy anticatalanes que eran en el resto de España, si había por ahí algún pringao al que no conocía nadie que dijera algo que pudiera sonar anti-catalán, ahí estaban los de ‘APM?’ para sacarlo en horario de máxima audiencia y presentarlo como la imagen de ‘España’.

Constantemente ‘APM?’ sacaban a tertulianos peperos criticando a políticos catalanes para dar la idea de que les criticaban ‘por ser catalanes’ (esos mismos tertulianos han criticado con mucha más dureza que a ningún político catalán a Zapatero ayer o a Pablo Iglesias hoy, pero eso ‘APM?’ no lo sacaba, no interesaba…)

Catalunya Radio, donde ahora reina Mónica Terribas, no se queda atrás cada vez que el Tribunal Constitucional tumbaba alguna sentencia de la Generalitat, como La ley de Consultas abrían sus informativos diciendo cosas como «Nuevo golpe del Constitucional contra Cataluña» (Catalunya Radio, 17-2-2011). ¿Sería imaginable que cuando los tribunales tumbaron la reforma sanitaria de Lasquetty en Madrid, Onda Madrid hubiera dicho ‘golpe contra Madrid’?

Son comparables con otros: por ejemplo en el tema de terrorismo independentista. En TV3 se ha visto a un terrorista de Terra Lliure, Josep Serra, alardear de pegarle un tiro a Jiménez Losantos sin que a nadie le escandalizase (TV3, 14-4-2007) o a Xavier Graset entrevistar al asesino de Terra Lliure Carles Sastre y presentarle como ‘preso político’ y ‘militante histórico del independentismo’ (TV3, 16-12-2015).

También en TV3 emitieron aquel abyecto reportaje para loar a Xavier Vinader (el periodista condenado por señalar a Alfredo Ramos y Jesús García para que fueran asesinados por ETA). Un reportaje (TV3, 17-2-2015) en el que ni se mencionaba ni se sacaba a las víctimas, pero sí se sacaba al capo etarra Antxon asegurando lo buen tío que era Vinader.

Por ver, hemos visto en TV3 hasta a un friki, Jair Domínguez, pegando tiros al retrato del Rey Juan Carlos I (TV3, 9-10-2012) diciendo que la violencia era una alternativa. La presentadora reía, como reía Albert Om escuchando a Pepe Rubianes diciendo aquello de ‘a ver si explota la puta España de los cojones’ (TV3, 20-1-2006) ante unos aplausos del público inimaginables en cualquier otra tele pública autonómica.

Ahora no hay tertulia de TV3 en la que no se insista en la idea de lo franquistas que son los españoles y su policía e incluso tertulianos antaño moderados como Ricardo Fernández Deu o Joan B. Culla se suman a la moda.

¿Y los medios privados?

Lo más lamentable es que mientras durante estos años TV3 machacaba una y otra vez con esa idea a diario no había réplica, no había medios que intentaran aclarar que el resto de España no estaba compuesto de racistas anticatalanes.

De los medios privados de Cataluña poco se podía esperar, no sólo porque alguno de ellos sea prácticamente una extensión de TV3 (mirar a los accionistas del diario ‘Ara’) sino porque comparten la misma campaña: ‘El Punt Avuí se ha dedicado a una campaña constante titulando portadas ‘Espanya nos estima’ (12-10-2012) y sacando críticas de editorialistas derechistas contra el nacionalismo como si fueran ataques de toda España contra toda Cataluña (enhorabuena por la manipulación).

Pero es que los periódicos ‘moderados’ no se quedan atrás: hemos leído a Enric Juliana decir que la Audiencia Nacional al hacer redadas sólo humillaba al preso si era catalán (La Vanguardia, 6-7-2011) es decir, que los jueces de Madrid son otros racistas anticatalanes. También se ha leído a Francesc Marc-Alvaro que la catalanofobia era el ‘cemento de la identidad española’ (La Vanguardia, 3-8-2009), vamos que para ser español, hay que ser racista anticatalán.

¿Alguien puede creerse que los medios que han estado como poco 15 años machacando a diario con la idea de ‘España odia a Catalunya, España odia a Cataluña’ no han tenido nada que ver en cómo estamos ahora? Han ganado la batalla mediática… por incomparecencia del rival.

27 Octubre 2017

Activistas del ‘procés’, entre los principales contratistas de TV3

Hugo Garrido / Marta Ley

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La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, recibe una porra con los colores de la bandera de Cataluña que agita entusiasmada mientras agradece el regalo al delegado del Gobierno de la comunidad, Enric Millo. Cristóbal Montoro y Soraya Sáenz de Santamaría se unen a ellos para jalear a un Mariano Rajoy que se jacta de detener cargos públicos, agredir a ciudadanos, hacer registros sin orden judicial o de enviar a prisión a presos políticos. La escena pertenece al programa Polònia, emitido la semana pasada en TV3.

El espacio de sátira política está producido por Minoría Absoluta S.L., creada por el periodista Antonio –Toni– Soler Guasch. Accionista y administrador de la sociedad, Soler es, además, un destacado activista en pro de la secesión de Cataluña. Su compañía, con 43,73 millones de euros, es la más beneficiada por el reparto del presupuesto para producción externa de la radiotelevisión pública de Cataluña en lo que va de década. En 2016, uno de cada seis euros fueron a contratos con la empresa fundada por Soler.

Entre enero de 2005 y el 18 de octubre de este año, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) ha destinado 669 millones de euros a programas y formatos elaborados por terceros. Los datos provienen de la respuesta a una pregunta parlamentaria y del análisis de EL MUNDO de la información sobre contratos publicada por la CCMA en aplicación de la Ley de Transparencia de Cataluña.

Desde noviembre de 2010, cuando Artur Mas devolvió a CiU a la Generalitat, seis compañías o grupos concentran el grueso del dinero destinado a contenidos externalizados. A Minoría Absoluta se suman Triacom Audiovisual, Nova Veranda 2010, Gestmusic Endemol y Mediapro Audiovisual.

LOS QUE MÁS RECIBEN

Al margen de las facturas de producciones audiovisuales, el portal del CCMA recoge desde junio de 2015 todos los acuerdos de la corporación, incluidos alquileres, derechos deportivos y proveedores. Y, ahí, el Grupo Mediapro, del que el empresario Jaume Roures es su cara visible, no encuentra rival. A los 13,7 millones percibidos por programas, documentales y obras de ficción, habría que sumar seis millones por los resúmenes de la Liga de fútbol y la Copa del Rey para las próximas tres temporadas y otros 2,7 por el alquiler de medios técnicos para retransmisiones o la producción de las corresponsalías de informativos en Londres y París.

Próximo a la causa independentista, Roures puso las instalaciones de Mediapro a disposición de la consulta ilegal del 1-O. En la sede de la productora se instaló el centro para periodistas desde el que los miembros del Ejecutivo catalán ofrecieron sus ruedas de prensa.

Nova Veranda, participada al 50% por el Grupo Godó (editor de La Vanguarda) y la productora audiovisual Boomerang, fue presidida en sus inicios por otro exdirector de TV3, Eugeni Sallent. Suyos son el concurso musical Oh Happy Day y la serie de ficción Merlí, por las que la compañía ha ingresado casi 17 millones y medio.

Otro antiguo gestor de la radiotelevisión catalana está detrás de Triacom Audiovisual: Josep Oriol Carbó, exapoderado del CCMA. El empresario se vio implicado en una pieza separada del caso ITV, por el que se investiga a Oriol Pujol, ex diputado de CiU e hijo del expresident, y a su esposa Ana Vidal por el cobro de comisiones. Vidal y la mujer de David Madí —quien fuera mano derecha de Artur Mas—, fueron acusadas de recibir pagos de Triacom por trabajos no realizados. La causa fue archivada hace unos meses al no poder demostrarse que el dinero fuera recibido a cambio de favores.

La presencia de Gestmusic Endemol en la clasificación obedece en su mayoría a Diagonal TV, filial de ficción. Hay que remontarse a la temporada 2009/10 para encontrar encargos de más de 100.000 euros directamente al sello Gestmusic, creado por los integrantes del grupo La Trinca. Un año más tarde, Josep María Mainat y Toni Cruz, fundadores de la compañía, se desvinculaban de la misma. Especialmente activo en la red social Twitter, Mainat es otra de las figuras de la industria audiovisual que muestra a diario su adhesión al proceso soberanista.

En la misma sintonía que el ex de La Trinca se encuentra el economista Xavier Sala i Martín. El que fuera directivo del FC Barcelona durante la presidencia de Joan Laporta, no ha dudado a la hora de ofrecer su prestigio académico al servicio del procés. Uno de sus escaparates es el programa Economía en colors, emitido por TV3 y producido por El Terrat. El espacio presentado por Sala i Martín es solo uno de los programas por los que la compañía de Andre Buenafuente ha recibido 13,6 millones en los últimos años.

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TONI SOLER

Además de fundador de Minoria Absoluta, dirige el programa de humor Pòlonia y escribe en el diario Ara. Desde septiembre, presenta Està passant, un programa por el que la productora embolsó más de 3,5 millones.

JAUME ROURES Propietario de un 12% del grupo Mediapro. Las empresas del conglomerado son de las más habituales, no sólo para la producción de contenidos, sino para la oferta de todo tipo de servicios audiovisuales.

ANTONI BASSAS

Propietario de Alguna Pregunta SL junto al periodista ya fallecido Carles Capdevila, primer director de Ara. Destaca también su implicación con el diario desde su creación, en los papeles de accionista y articulista.

MÒNICA TERRIBAS

La ex directora de TV3 (2008-2012) y actual presentadora del programa matinal de Catalunya Ràdio pidió a los oyentes que informasen sobre las posiciones de la Guardia Civil días antes del 1 de octubre.

ORIOL SOLER

Apodado como ‘el cerebro del 1-O’, preside el movimiento cultural SOM al que está ligada la cooperativa Batabat, productora del vídeo ‘Help Catalonia’ y que ha embolsado más de 4 millones de TV3 en los últimos siete años.

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DE DIRECTOR A PROVEEDOR: TODO QUEDA EN CASA

Entre las productoras que más dinero han obtenido del ente público, dos de ellas están directamente relacionadas con ex directores de TV3. Francesc Escribano es director de Minoría Absoluta, en la que ha participado como productor ejecutivo de varios de sus proyectos. En 2004 fue nombrado director, cargo que ejerció hasta 2008, cuando su puesto fue ocupado por Mònica Terribas. La presentadora pasó de dirigir la televisión autonómica a presentar el programa matinal de la radio del ente público, por el que ha percibido más de 1,2 millones de euros entre 2013 y 2017. Le seguiría en el cargo Eugeni Sallent i Garriga, que compatibilizó su cargo como director de TV3 con el de apoderado de la productora Nova Veranda 2010, de la que antes había sido presidente y que fue constituida por el Grupo Godó y Boomerang TV y que se sitúa en el tercer puesto del ránking de las empresas más beneficiadas. Sallent fue nombrado director de TV3 en 2012 y abandonó la cadena en 2016.

05 Noviembre 2017

El error de no actuar en TV3

ABC (Director: Bieito Rubido)

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Un medio de comunicación, por más señas público y español, acaba de gastar una notable suma de dinero, huelga decir que también público y también español, para que su directora ejecutiva, la ciudadana española Mònica Terribas, se pudiese desplazar al extranjero con el fin único de que cinco prófugos, cinco, de la Justicia asimismo española, por lo demás todos ellos reos de gravísimos delitos tipificados en el Código Penal español, dispusiesen de la posibilidad de insultar, vejar e injuriar –a sus anchas y sin que nadie les diese réplica alguna en ningún momento– a las autoridades legítimas españolas.

La arenga mancomunada, un ejercicio coral de tiro al blanco protagonizado por esos evadidos en búsqueda y captura, como no podría ser de otro modo, se emitió en el horario de máxima audiencia en Catalunya Ràdio. Así las cosas, Terribas en todo momento se dirigió a los prófugos que escoltan a Puigdemont con el trato de «conseller» y «consellera», para dar a entender a la audiencia que aún serían miembros del Govern. Ocurrió ayer martes, esto es, transcurridos ya 11 días con sus respectivas noches desde que el Senado avalara al Ejecutivo a fin de que pusiese coto a la sublevación de la Generalitat.

Once días con sus respectivas noches durante los cuales los comisarios políticos de TV3 y Catalunya Ràdio, con la histriónica Terribas a la cabeza, han mantenido encendida la llama del golpe. Un golpe que ya empezó a quedar claro que no cesaría en el mismo instante del ingreso en prisión del resto de los sediciosos, los que permanecieron en territorio nacional. Uno de los graciosos oficiales del Régimen, Toni Soler, presentador y dueño de la sociedad mercantil productora del espacio Polònia, decidió no emitir ese día el programa en antena. No se sabía si en señal de dolor por la acción decidida de la juez Lamela contra los amotinados o por el miedo súbito a que TV3 deje de pagarle esos 6,8 millones de euros anuales que le han llevado a ingresar 60 millones del ente público a lo largo de la última década. Sí, 60 kilitos libres de polvo y paja solo para el de los chistes. Aunque luego, y desde Twitter, un desolado Soler despejó las dudas como sigue: «No hay programa, no hay ganas de broma. Nos vamos a las calles», acompañándolo de la etiqueta #Llibertatpresospolitics. Apenas una nota a pie de página, por lo demás, en medio de la corrupción africana que impera en la Televisión de las Tres Mil Colinas.

Nadie se extrañe entonces de que ese semoviente que no ha mucho incineraba ejemplares de la Constitución en los platós de TV3, Empar Moliner, siga quemándose las meninges para advertir a los espectadores del canal: «Si tenéis hijos, no les dejéis leer el diario EL MUNDO». «Se acata pero no se cumple», es sabido, fue la fórmula retórica acuñada por los virreyes de Indias con tal de burlar la voluntad de los monarcas vertida en leyes y reglamentos. Y «ni se acata ni se cumple» viene a ser la versión corregida y aumentada con que ese neocantonalismo levantisco, el que parasita la cabeza (y los intestinos) de la Corporación Catalana de Medios de Comunicación, ha dado en vindicar aquella tradición tan castiza. Proclamas insurgentes, como las que ahí se siguen emitiendo a diario, acaso podrían maquillarse apelando al principio de la libertad de expresión si no fuese porque tal principio solo ampara a los individuos, no a las administraciones. Una persona privada puede berrear cuanto le dé la gana. La agitadora Terribas, en cambio, está constreñida, o debiera estarlo, por el mandato que la Ley fija para su emisora. Pero todo gesto de apaciguamiento lo interpretan como signo inequívoco de debilidad. Y a lo peor no se equivocan.

08 Noviembre 2017

El golpe sigue en el cantón mediático

José García Domínguez

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Un medio de comunicación, por más señas público y español, acaba de gastar una notable suma de dinero, huelga decir que también público y también español, para que su directora ejecutiva, la ciudadana española Mònica Terribas, se pudiese desplazar al extranjero con el fin único de que cinco prófugos, cinco, de la Justicia asimismo española, por lo demás todos ellos reos de gravísimos delitos tipificados en el Código Penal español, dispusiesen de la posibilidad de insultar, vejar e injuriar –a sus anchas y sin que nadie les diese réplica alguna en ningún momento– a las autoridades legítimas españolas.

La arenga mancomunada, un ejercicio coral de tiro al blanco protagonizado por esos evadidos en búsqueda y captura, como no podría ser de otro modo, se emitió en el horario de máxima audiencia en Catalunya Ràdio. Así las cosas, Terribas en todo momento se dirigió a los prófugos que escoltan a Puigdemont con el trato de «conseller» y «consellera», para dar a entender a la audiencia que aún serían miembros del Govern. Ocurrió ayer martes, esto es, transcurridos ya 11 días con sus respectivas noches desde que el Senado avalara al Ejecutivo a fin de que pusiese coto a la sublevación de la Generalitat.

Once días con sus respectivas noches durante los cuales los comisarios políticos de TV3 y Catalunya Ràdio, con la histriónica Terribas a la cabeza, han mantenido encendida la llama del golpe. Un golpe que ya empezó a quedar claro que no cesaría en el mismo instante del ingreso en prisión del resto de los sediciosos, los que permanecieron en territorio nacional. Uno de los graciosos oficiales del Régimen, Toni Soler, presentador y dueño de la sociedad mercantil productora del espacio Polònia, decidió no emitir ese día el programa en antena. No se sabía si en señal de dolor por la acción decidida de la juez Lamela contra los amotinados o por el miedo súbito a que TV3 deje de pagarle esos 6,8 millones de euros anuales que le han llevado a ingresar 60 millones del ente público a lo largo de la última década. Sí, 60 kilitos libres de polvo y paja solo para el de los chistes. Aunque luego, y desde Twitter, un desolado Soler despejó las dudas como sigue: «No hay programa, no hay ganas de broma. Nos vamos a las calles», acompañándolo de la etiqueta #Llibertatpresospolitics. Apenas una nota a pie de página, por lo demás, en medio de la corrupción africana que impera en la Televisión de las Tres Mil Colinas.

Nadie se extrañe entonces de que ese semoviente que no ha mucho incineraba ejemplares de la Constitución en los platós de TV3, Empar Moliner, siga quemándose las meninges para advertir a los espectadores del canal: «Si tenéis hijos, no les dejéis leer el diario EL MUNDO». «Se acata pero no se cumple», es sabido, fue la fórmula retórica acuñada por los virreyes de Indias con tal de burlar la voluntad de los monarcas vertida en leyes y reglamentos. Y «ni se acata ni se cumple» viene a ser la versión corregida y aumentada con que ese neocantonalismo levantisco, el que parasita la cabeza (y los intestinos) de la Corporación Catalana de Medios de Comunicación, ha dado en vindicar aquella tradición tan castiza. Proclamas insurgentes, como las que ahí se siguen emitiendo a diario, acaso podrían maquillarse apelando al principio de la libertad de expresión si no fuese porque tal principio solo ampara a los individuos, no a las administraciones. Una persona privada puede berrear cuanto le dé la gana. La agitadora Terribas, en cambio, está constreñida, o debiera estarlo, por el mandato que la Ley fija para su emisora. Pero todo gesto de apaciguamiento lo interpretan como signo inequívoco de debilidad. Y a lo peor no se equivocan.

12 Noviembre 2017

Una semana en la burbuja de TV3

Iñigo Domínguez

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La cadena pública catalana prioriza la causa común independentista en sus informativos, en propaganda que incluye niños y en programas satíricos suspendidos cuando no hay ganas de broma

Lo peor de pasar una semana viendo TV3, y sin entrar en las tertulias, es que todo es el tema catalán, claro, pero es una experiencia reveladora. En la actual batalla de puntos de vista tiene un papel central en Cataluña: la crisis política ha disparado su audiencia –un 40 % en octubre respecto al mes anterior- porque en un clima de desconfianza muchos catalanes se han replegado hacia ella. Uno de cada cuatro se informa con TV3. En octubre, Telenotícies Migdia, el informativo de mediodía, atrajo una media del 26,2 % de cuota de pantalla, seguido de La Sexta y Telecinco. Se entienden algunas cosas si se recuerda que el día 1 de octubre TVE empezó su telediario de las tres diciendo que el referéndum no se había celebrado y dio unas pocas imágenes de cargas policiales. Ahora bien, después de ver los informativos de TV3 esta semana se comprenderá fácilmente la situación si decimos que por momentos hasta hacen pasables los telediarios de TVE, que ya es decir. Todos los medios tienen sus enfoques y sus defectos, no hay nada más plural que eso, pero la diferencia es que TV3 es un servicio público. ¿Sus informativos son sesgados? Pues sí. Por cómo lo cuentan y por lo que callan. Y no es excusa alegar que otros también lo hacen. Con otra diferencia: los periodistas de TVE protestan constantemente por el contenido de sus informativos, empezando por la cobertura del 1-0. La masa independentista es acrítica con su televisión pública, porque divide entre amigos y enemigos: el grito “prensa española manipuladora” es habitual en las manifestaciones. TV3 no, es amiga.

Esta semana ha habido varios episodios llamativos. Todo se puede verificar en las webs de los programas. Por ejemplo, la huelga general convocada en Cataluña el miércoles por un sindicato que representa el 1,5 % de los trabajadores -dato que el Telenotícies nunca dio, solo dijo que era “minoritario”-. Titular del informativo de mediodía: “Movilidad imposible por la huelga”. En realidad la adhesión fue escasa, así lo dijeron las propias centrales mayoritarias, pero sobre esto TV3 apenas proporcionó datos –se habló de “seguimiento desigual”-, y solo aportó valoraciones políticas. El único dato, que en Mercabarna descendió un 80 % la venta de fruta y un 30 % la de pescado, pero eso no era por la huelga, sino por el bloqueo de carreteras. El Telenotícies dedicó más de media hora a una monótona sucesión de cada corte de tráfico, allá donde había un grupo que se sentaba en el suelo. Transmitía una idea de movilización total y masiva, cuando basta una pequeña fuerza de activistas organizada para cortar medio centenar de puntos viales clave. Al día siguiente se retrataba casi heroicamente al grupo que había aguantado 24 horas en Puigcerdà y al amanecer desbloqueaba la frontera. Se añadió un vídeo explicando cómo incluso los piquetes -casi nunca llamados así, sino «comités de defensa de la república»- fueron al día siguiente a limpiar los lugares donde habían estado. Todo muy civilizado. La mayoría de los que se veían en las imágenes eran universitarios y jóvenes, pero aparecían declaraciones de varios ancianos. Venía a probar que es toda la sociedad la que se mueve, no solo los chavales.

También ha sido significativo el tratamiento de la denuncia contra ocho profesores en La Seu d’Urgell por incitación al odio, por lo que habrían dicho en clase, ante hijos de agentes de la Guardia Civil, tras lo ocurrido el 1 de octubre. En TV3 se ha informado profusamente de ello, pero no había manera de enterarse de qué se les acusaba. Solo se hablaba de las muestras de apoyo y solidaridad ante lo que aparecía un evidente despropósito. En TVE lo contaron así el martes: “Declaran ocho profesores denunciados por decir a alumnos de nueve años que la Guardia Civil es mala y ha matado a una persona”. Que algo explica. Ese día TV3 acompañó la noticia de un reportaje con pedagogos y expertos que ilustraban lo normal que es hablar de temas de actualidad en clase. Una catedrática aludía al escándalo que producía hace años empezar a hablar de sexualidad “y decir que los niños no venían de París”.

Al margen del orden de prioridades y los matices, hay manipulaciones más burdas. El jueves se emitió otro reportaje curioso a raíz del arresto de 13 ultraderechistas en Valencia (minuto 24.55). El presentador lo introdujo así: “En el actual contexto político los grupos de extrema derecha se han hecho visibles y participan en muchas manifestaciones contra la independencia, estas manifestaciones a veces terminan en agresiones”. La ecuación de manifestación contra la independencia igual a extrema derecha y agresión es recurrente. En este vídeo se presentaron energúmenos y personajillos de grupos ultras mezcladas con imágenes de la movilización multitudinaria del 8 de octubre. Un joven identificado como “fotoperiodista experto en extrema derecha” advertía alarmado que estos grupúsculos se están uniendo “y quieren crear un frente nacional como en Francia”. Se mostraron como síntoma alarmante imágenes de una pelea el 12 de octubre en Plaza de Catalunya, que en realidad fue entre ultras de fútbol. El reportaje concluía sombrío: “Solo una pequeña parte de las agresiones llegan a los juzgados”.

Es una visión en la línea de un sketch del programa satírico Polònia emitido esa misma noche, que proponía, precisamente, una parodia del informativo de la cadena. “Conmoción en Barcelona: en una manifestación por la unidad de España ¡al final no ha habido ninguna agresión fascista!”, decía el presentador. Seguía el testimonio de una pareja que comentaba, asombrada, cómo se habían cruzado con un grupo de gente con la bandera de España ¡y no les habían pegado! El caso de Polònia es especialmente decepcionante, porque llevan muchos años riéndose de los políticos y han hecho cosas muy buenas, pero ya son muy parciales. En sus caricaturas los independentistas pueden ser liantes, listillos o atolondrados, pero tonto, tonto, casi ninguno. Son caricaturas amables, de simpáticos granujillas, se parodian sus rasgos de carácter. En cambio, en el Gobierno español, de Rajoy para abajo son todos tontos, ridículos, rancios e ignorantes. Y malvados: odian Cataluña. Todo ello se puede resumir en algo muy sutil que destila el programa: superioridad moral. Normal, viendo cómo les pintan. En una escena del jueves día 2 aparecían Rajoy, Sánchez y Rivera vestidos como cirujanos ante un cuerpo enfermo, Cataluña, para aplicarle quirúrgicamente el 155 y aquello acababa como una orgía sádica de sangre entre risotadas de placer.

Polònia, con el pretexto de la caricatura, exageración cómica de la realidad, también contribuye a conformar una realidad inventada con escasa relación con los hechos: el Gobierno español aparece como el hazmerreír del mundo mundial, cuando es Puigdemont quien ha recabado nulo crédito internacional, y este jueves Soraya Sáenz de Santamaría entraba en la Generalitat vestida de conquistadora de la época de los Reyes Católicos, seguida de Zoido con la bandera de España. La aplicación del 155, que con las elecciones se asemeja más bien a la transición de un gobierno en funciones, es presentada como una invasión. Es más, este gag ya estaba medio hecho antes de que se decidiera el 155, imaginando lo terrible que sería. Se emitió alguna imagen de adelanto antes de que se suspendiera el programa, el jueves día 2. Porque esto ha sido lo más notable. Soraya decía indignada en el último capítulo, dando por hecha una censura en Cataluña que no existe, que “TV3 debería plantearse cuáles son los límites del humor”. Pero es que en Polònia ya se lo han planteado ellos solos: no emitieron el programa del día 2, afectados por el encarcelamiento de medio Govern. Fue prueba de su falta de distancia, cuando un cómico no se casa con nadie, menos con el poder. Lo anunciaron con este mensaje: “Hoy no hay programa, no tenemos ganas de reír”. El director ejecutivo de Polonia, Toni Soler, añadió en un tuit: “No hay ganas de broma, nos vamos a las calles #Llibertatpresospolitics”. El descrédito es mayor porque el potencial cómico de Puigdemont y los suyos y sus decisiones en las últimas semanas es innegable. Pero con ese formidable material apenas les dan algún revés. Al contrario, Polònia terminó este jueves con un sentido homenaje al Govern y los Jordis, con música enternecedora de Simon & Garfunkel.

En la información económica, el contraste del Telenotícies con TVE es abismal. El lunes, especialmente, la cadena pública española dio hasta seis noticias sobre el impacto negativo de la crisis en la economía catalana, empezando por una que es fija, un parte diario: “Sigue creciendo el número de empresas que se van de Cataluña, ya son 2.152 ”. El viernes, 2.338. En TV3 jamás se habla de la fuga de empresas y ese lunes solo dieron una noticia: “La economía catalana se acelera un 3,5 %”.

Los silencios son abundantes. TVE tampoco es manca, naturalmente: el sábado, día 4, no dio nada de los comentarios de unos policías sobre Junqueras, llamándole “osito”. TV3 sí, y sin enfatizarlo, en el minuto 19.00. El Telenotícies del fin de semana es más equilibrado que el de lunes a viernes y, a veces, no es fácil intuir si un enfoque responde a mala fe o, simplemente, a parte del gran problema de comprensión de esta crisis: que desde Cataluña se ven las cosas de otra manera.

En TV3 el lunes se obvió una noticia relevante, que denota normalidad y no un estado de excepción: el ministro de Justicia, Rafael Catalá, afirmó que el 155 se acabará con las elecciones del 21-D. En la visita de los alcaldes a Puigdemont en Bruselas no se dijo que la Eurocámara les negó una sala. Pero al menos el viernes, minuto 23.36 del mediodía, por fin aclararon un pequeño malentendido: Amnistía Internacional desmentía que los Jordis y el resto de encarcelados sean presos de conciencia.

La retractación de Forcadell en el Supremo se quedó en los rótulos de portada en “un cambio de estrategia”, pero porque decidió responder a los fiscales, no porque asumiera la legalidad y renegara de la DUI, cosa que dos informativos de TV3 –el de las 21.00 del jueves y el de las 14.30 del viernes- solo dijeron en la locución de pasada. Al final se produjo ese divertido fenómeno de desmentir algo de lo que previamente no se ha informado: salió Joan Josep Nuet, el miembro de la mesa del Parlament de Catalunya Sí Que es Pot, a defender a sus colegas “de algunas críticas”: “No tolero que se les llame traidores”. ¿Pero por qué? El espectador de TV3, a quien no se le explicó claramente esa clave, no debía de entender nada.

En la burbuja de TV3 el mundo no solo está mirando asombrado a Cataluña y les apoya, es el Gobierno español el que se encuentra en entredicho. Esta semana han citado un artículo de The Times y han entrevistado a una eurodiputada eslovena, ambos críticos con Rajoy. También es curioso de ver cómo se esquivan las noticias inconvenientes. Esta semana, por ejemplo, el fracaso de la lista única independentista, que contradice la idea de un pueblo unido sin fisuras en un ideal común. Los informativos sobrevolaron sobre la incógnita y por fin el miércoles, cuando ya estuvo claro, se dejó caer como algo sobrentendido (minuto 36.15 al mediodía). Pero mereció más resalte –era el tercer titular de arranque- que el exdirigente de Unió Ramon Espadaler se pasaba al PSC. Es más, al día siguiente se incidió en las críticas de PP y Ciudadanos hacia ese fichaje. En cambio, sobre la lista única, no apareció ni una de las declaraciones críticas que se cruzaron entre los partidos independentistas.

Hay otros ejemplos graciosos de asuntos de los que no se habla para luego pasar directamente al desmentido. Es paradigmático el caso de la presunta relación del exalcalde de Barcelona del PDeCAT, Xavier Trias, con los Paradise Papers: era el cuarto titular del lunes, pero solo porque él lo desmentía rotundamente, en ningún momento se explicaba qué eran esos papeles y de qué se le acusaba.

Pero si hay algo que no existe en los informativos catalanes es España. Entre el bloque catalán y el de información internacional apenas meten una noticia sobre actualidad española, y esta semana casi todos los días ha sido sobre el mismo tema: Gürtel. España es Gürtel, a eso se ha reducido esta semana. Por otro lado, en la media hora fija para el monotema, la parte no independentista casi no existe, y en cambio es un goteo de noticias como esta: suspensión de un pesebre viviente en Linyola -2.650 vecinos- en solidaridad con los presos políticos (martes a mediodía, minuto 23.15). “No podemos hacerlo mientras haya en la cárcel personas inocentes”, declaraba una señora. Toda Cataluña sería una en el dolor. La idea es siempre la misma: el deseo de independencia es abrumador, total, y no lo que es en realidad, no mayoritario, según las últimas elecciones. En ese sentido las posturas contrarias son residuales. Ciudadanos, segundo partido de Cataluña, suele aparecer en el minuto 20 o más allá, con una declaración de Inés Arrimadas. El PSC, tercer partido, parecido. El día de la huelga, Arrimadas salió en el minuto 38.10, apretada con García Albiol en menos de un minuto. El resto del mundo, en el minuto 49. ANC y Òmnium, entidades privadas, tienen igual o más protagonismo que el resto de partidos no independentistas. Podemos y la CUP aparecen raramente. Y los partidos españoles ya ni existen.

No hay noticias de España, sea de sequía, violencia de género o el arresto de yihadistas, habiendo sufrido Barcelona un atentado hace tres meses. Por no salir, no sale ni en el mapa del tiempo, donde Cataluña aparece con Comunidad Valenciana, Baleares y el sur de Francia. Pero es que la política se come también en Cataluña otras informaciones sociales o de cualquier tipo, que no caben. Solo existe la lucha por la independencia. La buena fe, que sean ideas legítimas, parece legitimar todo. Los informativos, un programa satírico o un espacio infantil destilan un tono de causa común que se cree, o se quiere, hegemónica. Viendo esta tele, ante tal cúmulo de aparentes evidencias, uno se puede llegar a asombrar de que se pueda pensar otra cosa. Y eso solo en una semana.

LOS PRESOS POLÍTICOS EXPLICADOS A UN NIÑO
En el informativo de mediodía de TV3 del miércoles, día de la huelga general en Cataluña, apareció en el minuto 30 un niño de unos once años de un colegio de Tortosa, que explica ante las cámaras, contemplado con admiración por dos compañeras, por qué no iban a clase: “Para luchar por nuestro país. Queremos que los presos políticos salgan de la cárcel”. Los menores politizados no son una sorpresa si uno había vissto dos días antes Info K, una especie de informativo infantil, de reconocida trayectoria y con premios internacionales, que traduce asuntos complejos a los niños. El lunes les explicó qué son los presos políticos. Este espacio ya había sido polémico el 2 de octubre con un programa muy controvertido, en el que contaban cómo lo más emocionante del mundo es organizar un referéndum ilegal y los mayores, “como en una peli”, escondían las urnas y burlaban a la policía, dividida en catalana, buena, y española, malísima. Esta vez la presentadora planteó: “Seguro, segurísimo, que estos días habéis oído a vuestros padres que hablaban de políticos que están en prisión ¿verdad que sí?”. Y si no, ahí estaban ellos para contarlo. Desfilaron entonces explicaciones didácticas, en lenguaje infantil, de qué es un preso político. Pero no se ilustró, un suponer, con el ejemplo de Nelson Mandela, sino con las fotos de los Jordis y de todo el Govern, con imágenes de manifestaciones alegres y festivas y se concluyó cómo unos piensan que ellos son presos políticos y otros no. Es otra manipulación semántica de la crisis y un hábito de la posverdad, con el agravante de dirigirlo a niños: los hechos quedan reducidos a una cuestión de opiniones. En un programa infantil podría hacerse con un plátano, diciendo que hay gente que piensa que es una naranja, y lo dice sin violencia, y que decida el niño. El programa pasó luego a asuntos realmente infantiles, como los animojis, pero antes la presentadora avisó: “De este tema seguiremos hablando porque es muy importante, y todo apunta que no acabará aquí”.