10 enero 1996

Listas Izquierda Unida 1996 – Izquierda Unida aparta de los puestos de elección a Diego López Garrido, pero acepta a Cristina Almeida Castro al tiempo que entra Inés Sabanés

Hechos

El 10 de enero de 1996 fue aprobada la lista electoral de Izquierda Unida por Madrid.

Lecturas

El 10 de enero de 1996 Izquierda Unida hace públicas sus listas por la circunscripción de Madrid para las elecciones generales, listas que causaron una crisis interna en 1993 que se saldó con la retirada política de D. Nicolás Sartorius Álvarez de las Asturias por sentirse vetado y con la renuncia a ir en la lista de Dña. Cristina Almeida Castro y D. Pablo Castellano Cardalliaget por considerar estos que no habían sido puestos en un puesto de elección (los cuatro primeros puestos de la lista).

En esta ocasión sí estarán. Nuevamente Izquierda Unida celebró unas primarias y en esta ocasión la líder de Nueva Izquierda logró colarse en los puestos de cabecera. El resultado fue el siguiente:

  • 1- D. Julio Anguita González (no se somete a votación por ser el candidato a la presidencia del Gobierno)
  • 2- D. Francisco Frutos Gras (PCE) – 2.973 votos.
  • 3- Dña. Cristina Almeida Castro (Nueva Izquierda) – 2.634 votos.
  • 4- D. Pablo Castellano Cardalliaget (PASOC) – 2.586 votos.
  • 5- Dña. Ángeles Maestro Martín (Corriente Roja) – 2.343 votos.
  • 6 – Dña. Inés Sabanés Nadal (PASOC) – 2.010 votos.
  • 7- D. Diego López Garrido (Nueva Izquierda) – 2.008 votos.
  • 8- D. José Luis Nuñez Casal (PCE) – 1.733 votos.
  • 9- Dña. Susana López Blanco (PCE) – 1.723 votos.
  • 10- D. Rubén Cruz Orive (PCE) – 1.652 votos.
  • 11- Dña. Isabel Vilallonga Elviro (Nueva Izquierda) – 1.215 votos.

Nueva Izquierad es crítico con el proceso de primarias para la elección de lista por considerar que es un proceso controlado por el PCE que, con 4.500 afiliados, es quien tiene poder decisorio en caso de que estos votaran ofreciendo consignas, pero en esta ocasión, al contrario de 1993, el proceso si ha dejado dentro a la Sra. Almeida Castro pero, por el contrario, a excluido de un puesto de elección a D. Diego López Garrido, portavoz de ‘Nueva Izquierda’, que pasa de ser el ‘número 2’ de IU por Madrid en 1996 a quedar sin posibilidades de seguir siendo diputado en estos comicios.

La sorpresa ha sido la dirigente del PASOC, Dña. Inés Sabanés Nadal, que pese a ser escasamente conocida fuera de la coalición ha sacado más votos que el Sr. López Garrido en lo que parece ser un mensaje del PCE contra el portavoz de ‘Nueva Izquierda’.

D. Diego López Garrido es el gran derrotado al quedar por dos votos por detrás de la sexta posición, cuando las encuestas auguran que seis diputados es el máximo número de parlamentarios de que Izquierda Unida podrá logar por Madrid.

11 Enero 1996

Votos y vetos

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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NO PUEDE decirse que la lista de candidatos de Izquierda Unida (IU) por Madrid que votaron los afiliados el martes no refleje el pluralismo interno de esa coalición. La mitad de los 10 primeros de la lista no pertenecen al PCE, el sector que, según la doctrina Anguita, aspira a hegemonizar la cosa. ¿Por qué, entonces, el vago descontento que ese resultado ha producido entre los demás sectores de la coalición? De entrada, porque es difícil no interpretar como un voto de castigó la relegación a un puesto con escasas posibilidades de elección de Diego López Garrido, tal vez su más brillante parlamentario en la legislatura recién clausurada. También, porque -según los sectores. críticos- han funcionado bajo cuerda las consignas orientadoras del voto de los militantes. Por lo demás, la votación ha vuelto a plantear la vieja cuestión, común a todos los partidos, de la distancia entre la sensibilidad de los militantes y la de los votantes. «Se prima al PCE y al silencio», ha dicho Joan Berga, dirigente de la corriente . Nueva Izquierda, a la que pertenece López Garrido. Este no habría obtenido votos suficientes para figurar entre los primeros puestos por haber demostrado «tener opinion propia». Es muy probable que haya sido así pero ni siquiera es imprescindible que hayan existido consignas expresas para que muchos afiliados consideren más importante la fidelidad a la línea mayoritaria y a sus líderes- que la capacidad política o parlamentaría de los candidatos. Ese reflejo conservador forma parte de la cultura de todos los partidos.

En el caso de Izquierda Unida ocurre además que los límites entre partido. nuclear y coalición son deliberadamente difusos, lo. que favorece la confusión. Anguita, es el coordinador general de IU como consecuencia de su condición de secretario general del PCE, y en el reciente congreso de esta formación se reitere la necesidad de su mantenimiento como tal, con sus estructuras y disciplina- de partido. Pero. si IU es una coalición, sus candidaturas electorales deberían reflejar el carácter plural de su composicion. En el límite, es evidente que una votación de afiliados que aplicase a rajatabla la disciplina de partido daría todos los primeros puestos a candidatos delPCE, ampliamente mayoritario entre los afiliados.

Pero no ha sido así, lo que demuestra que o bien lo s militantes han pasado por encima de la disciplina, o bien han funcionado, efectivamente, las consignas, aunque precisamente en el sentido de ganar sin aplastar.. El resultado, demasiado de diseño, avala esta última hipótesis de los cinco primeros de la lista, los que tienen posibilidades reales de salir, tres son ortodoxos de Anguita uno de los críticos renovadores (Almeida) y otro del componente socialista, imprescindible en una coalición que pretende representar a toda la izquierda (Calstellano).

Sería injusto, sin embargo, no reconocer que el sistema de voto secreto en urnas con participación. de, todos los afiliados, es mucho más democrático que el de aclamación asamblearia de, la lista propuesta por la dirección. Y más democrático también que, el, de elección indirecta en segundo o tercer ganado: compromisarios que eligen delegados que a su vez eligen a los candidatos.

Pero los límites del ‘procedimiento, simbolizados por el desplazamiento de López Garrido, ponen de nuevo sobre. el tape te la discusión sobre: sí no deberían, participar de alguna forma los electores en la configuración de las candidaturas, a fin de establecer una mayor vinculación entre electores y elegidos. La posibidad de unas elecciones primarias, con participación de. simpatizantes, inscritos, al modo estadounidense, es una hipótesis de dificil encaje a corto plazo. Más realista parece una reforma del actual sistema de listas cerradas y bloqueadas que permita como mínimo desbloquearlas: que sea el elector quien ordene los nombres de cada candidatura, de manera que relegue a los puestos sin posibilidades a los candidatos que no hubiera querido ver en, la lista, y coloque en los primeros a los que quiere que le representen. Los electores tendrían así la posibilidad, si no de levantar los vetos, sí al menos de ignorar los votos de Castigo.

11 Enero 1990

¿Quién es Inés Sabanés?

Rodolfo Serrano

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En la rueda de prensa en la que Angel Pérez explicó ayer los resultados obtenidos por cada uno de los candidatos en las elecciones, alguien preguntó: «Pero ¿quién es Inés Sabanés?».- Su nombre, apoyado por la dirección de IU de Madrid y por 2.010 votos de los militantes madrileños de IU -dos más que López Garrido-, se colocaba en el puesto número seis de las candidaturas de Madrid.Pero, según lo! dirigentes regionales de IU, la nueva candidata es conocida en las bases de IU por «su trabajo constante en Madrid».

Inés Sabanés es miembro de la presidencia regional de IU y del Pasoc. Está afiliada al, sindicato UGT. Tiene 42 años y es licenciada en Educación Física y Deportes. Casada y con tres hijos, trabaja en el Ayuntamiento de Madrid, en el Instituto Municipal de Deportes.

Es asesora del Grupo Municipal de IU y asesora también en materia de juventud y deportes al Grupo de IU de la Asamblea de Madrid.

Inés Sabanés pedía ayer «serenidad a todos», ante unas reacciones que a ella misma la habían sorprendido y afirmaba su Convencimiento de que «Diego López Garrido ha sido un magnífico parlamentario». Sabanés calificaba a IU como «una fuerza viva en la que todos realizan su trabajo, aunque sea de forma oscura».