9 julio 2016

Indignación por los aplausos y alegrías en sectores anti-taurinos por la muerte de un hombre al que consideraban 'un asesino' por torear

Muere de una cogida el torero Víctor Barrios

Hechos

El 9.07.2016 falleció el torero D. Víctor Barrios.

12 Julio 2016

Unos indeseables que prostituyen las redes sociales

EL MUNDO (Director: Pedro G. Cuartango)

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La espeluznante muerte en la plaza de Teruel del torero Víctor Barrio ha desatado un alud de comentarios en las redes sociales en los que algunos indeseables -en su mayoría escondidos en el anonimato- han vomitado los más rastreros instintos de la naturaleza humana. Los más suaves se alegraban de la cogida mortal y otros usuarios enlazaban sus comentarios soeces y sangrientos en Twitter o en Facebook con las cuentas de los familiares del torero fallecido, especialmente de su mujer, la periodista Raquel Sanz.

En primer lugar, hay que decir que estos seres despreciables en absoluto representan a las personas antitaurinas. Son gamberros que saltan a las primeras de cambio por ésta o cualquier circunstancia -un accidente, una lesión deportiva…,- para sacar a la luz pública lo peor de sí mismos. Lo resumía así la Guardia Civil el domingo, al escribir en la cuenta oficial de Twitter del Cuerpo: «Desear o alegrarse de la muerte de otro no es delito, pero denota mezquindad. En RRSS #respeto #DEPVíctorBarrio».

A pesar de ello, algunos usuarios han denunciado los tuits ofensivos contra Barrio y su familia a la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil por si hubiera en ellos amenazas o vejaciones que pudieran ser constitutivos de delito. Es de esperar que los gestores de estas redes sociales presten su máxima colaboración a las Fuerzas de Seguridad para identificar a estos impresentables usuarios. Y deberían también aplicar sus políticas de seguridad para silenciar las cuentas desde las que han salido los insultos, aunque sea fácil crear otras desde las que seguir molestando. No es responsabilidad de las redes sociales, sino una cuestión de respeto y educación. Todo lo que falta a esos cobardes que prostituyen esos altavoces sociales usándolos para fines espurios.

17 Julio 2016

Muerte de un héroe

Fernando Sánchez Dragó

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Sí, hablo de Víctor Barrio. ¿De qué otro héroe reciente podría hablar? Ya no abundan. Casi debería decir que sólo existen en el ámbito de la Tauromaquia. Las guerras de hoy las hacen los drones, y un dron no puede ser un héroe. Un misil tampoco. Los héroes luchan a la bayoneta.

Siempre hay que acudir al diccionario. ‘Héroe: Dícese de la persona que se distingue por haber realizado una hazaña extraordinaria, especialmente si requiere mucho valor’.

No creo que nadie, ni siquiera entre los antitaurinos de peor calaña, se atreva a negar que enfrentarse a un morlaco de quinientos kilos con la taleguilla como única protección requiere una valentía análoga a la del general Custer cuando plantó cara a las huestes de Caballo Loco.

En los anales de la mitología y del folclor el héroe encarna la quintaesencia de los valores dominantes en su cultura y es capaz de oponerse a su adversario -pierda o gane- de frente y por derecho sin más propósito que el de servir de ejemplo a sus conciudadanos.

Son ya numerosos los héroes cuya inmolación me ha tocado vivir: Manolete, José Falcón, El Yiyo, Paquirri, El Pana, Víctor Barrio… Todos eran toreros. No recuerdo a ninguno que no lo fuese.

Antónimo del héroe es el villano. En el pueblo no hay villanos; en la plebe, sí. Todos, de hecho, lo son. La plebe, que no es pueblo, sino populacho, se cobija ahora en las gusaneras de la Red. Sólo la chusma se alegra cuando muere un héroe. Me pregunto si es posible ser al mismo tiempo antitaurino y hombre de bien. Algunos habrá, pero no creo que lleguen a la cuota que Yavé puso a Lot como condición para salvar Gomorra. Ser antitaurino significa, entre otras cosas, carecer de sensibilidad estética y un dictum latino sostiene que sin estética no hay ética. La bajeza moral de los villanos que han recurrido a la patente de corso y a lamegafonía de las Redes para celebrar la muerte de un ser humano nos concierne a todos. No basta con querellarse por injurias e incitación al odio. Desposéase de sus derechos civiles a todas esas larvas de cadáveres. Gentuza así no debería tener acceso al voto.

Esta columna aparece con unos días de retraso. Andaba yo sin cobertura. No importa. El homenaje debido al héroe que entrega el alma en cumplimiento de su misión nunca prescribe. Víctor Barrio seguirá sirviéndonos de ejemplo por los siglos de los siglos. ¡Olé, torero! Un bel morir tutta una vita onora.