Nace una nueva revista de crónica social, PRONTO, para hablar la vida de famosos, incluyendo a los nuevos famosos de la televisión

Elisenda Nadal, seguramente la mejor directora de revistas que haya habido en España.

Perteneciente a una estirpe de editores, heredó la revista FOTOGRAMAS, que ha sabido convertir en la Biblia del cine en nuestro país, gracias a su intuición y dedicación, pero, sobre todo, gracias a su pasión por el cine y el periodismo, aunados bajo su tutela en un armonioso todo.

Mariano Nadal lleva muchos años haciendo lo que quiere, que es publicar revistas, entre ellas la que más vende en España, la archipopular PRONTO.

Sin estudios superiores, comenzó a trabajar desde los 16 años en la imprenta de su padre, famoso editor de las revistas GARBO y FOTOGRAMAS. También trabajó en la distribuidora familiar desde muy temprana edad en los puestos más duros, como el de tráfico nocturno de camionetas de reparto. Influido por su hermano jesuita quizá, invierte considerables suma de dinero en proyectos de ayuda humanitaria para el tercer mundo.

Mariano Nadal tiene un carácter extremadamente reservado. Apenas asiste a actos sociales y trabaja doce horas diarias en su enorme despacho de dos niveles, verdadero centro neurálgico de su personalísima empresa, que dirige con mano férrea, aunque con el auxilio de muy valiosos colaboradores, como Gabriel Navarro.

Cuando tenía 25 años fundó la revista PRONTO con seis millones de pesetas que tomó prestados de un banco. Cuatro los gastó en promoción y dos en regalar los 100.000 ejemplares de tirada a los quiosqueros para ganarse su favor y conseguir que exhibieran bien la nueva revista.

Un día que tardaban en servirle la comida, acudió a la cocina para ver qué pasaba y se encontró a la cocinera escuchando por radio ensimismada el serial ‘Lucecita’. Ese día casi no comió, volvió enseguida a la redacción y puso en marcha la serialización de ‘Lucecita’ en las páginas de PRONTO. La revista dobló la venta de inmediato.

Cuando su madre puso a la venta la revista GARBO, consciente de que a él no se la cederían, utilizó a persona interpuestas para adquirirla.

Con respecto a la promoción, han sido espectaculares muchas de sus ideas. Fue el primero, como cuento, en regalar una edición completa a los quioscos, el número 1 de PRONTO. Parecido hizo para reposicionar la revista CLAN TV: pegó en cada portada una moneda de cien pesetas, que era le precio de la revista. Consiguió ser el primer editor español en franquear la frontera del millón de ejemplares vendidos, cuando con su TELEINDISCRETA regaló una colección de cromos de la serie televisiva UVE, que hizo furor entre los niños.

Cuando algo va a provocar una convulsión social, ya sea un grupo musical como las Spice Girls, o una película, como Titanic, Mariano Nadal es siempre le primero en sacar partido periodístico al fenómeno.

Debido a su formación, se le reconoce como un verdadero experto en impresión, distribución y promoción. Pero, seguramente, su maor virtud, la que le coloca en el Olimpo de los grandes editores, es su intuición para percibir antes que nadie lo que el público está deseando recibir.

Hola! siempre según palabras textuales de su fundador y entonces director D. Antonio Sánchez Gómez: «Vendía la espuma de la vida» que traducido vendría a ser el lujo y lo inalcanzable para los comunes de los lectores que soñaban con lo que Hola! les mostraba cada semana.

Curiosamente las más vendidas siempre fueron HOLA! y PRONTO, pero ese es un dato que no suele aparecer jamás en los diferentes y sesudos estudios de cuantos se han realizado sobre el segmento del corazón.
LECTURAS era, después de Hola! la más cercana a mostrar un lado elegante de la vida. Elegante y amable.

SEMANA en mi humilde opinión, siempre luchó por alcanzar ese segundo lugar que entonces ocupaba LECTURAS y que resultaba difícil de alcanzar ya que LECTURAS tenía un público cautivo y fiel: toda Cataluña.
PRONTO siempre ha jugado muy bien en el terreno popular, por dos factores: su precio y sus contenidos. No luchaba por una información de scoop en la portada, pero repasaba toda la información con un precio muy asequible. Y descubrió la fuerza de enganchar lectores con secciones prácticas (cocina en fichas, etc) que terminaron copiando el resto.

DIEZ MINUTOS en época de Javier Osborne (hasta 1985) disparó sus ventas hasta sobrepasar a LECTURAS con secciones atrevidas a las que ninguna otra revista había sido capaz. Mostraba a los famosos, principalmente famosas en el borde del erotismo, como el cine ya había hecho recién terminada la dictadura. 

Pero lo que ningún estudio ha recogido jamás es que tenía una tercera página con una sección que firmaba Camilo José Cela justo cuando poco después recibiera el Nobel de Literatura.

El secreto de DIEZ MINUTOS que yo heredé y continué cuando lo dirigí, fue que lo podía leer la clase alta, media y baja porque era una fusión semanal en la que siempre había algo que iba a interesar a cualquiera de esas tres clases.

Efectivamente no tenía personaje favorito por algo sorprendente: no nos interesaban los personajes, nos interesaban la noticia que tuvieran los personajes en cada momento.

Perseguíamos la noticia, no al personaje.

Obviamente las revistas políticas tenían otro público, pero como no alcanzaban el tirón del segmento del corazón, todas incluyeron una sección dedicada a los mismos temas que nosotros tocábamos.

Jesús López Campos (11-09-2023).

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