30 octubre 1998

Junto con él viaja, entre otros, el anciano astronauta John Glenn

Pedro Duque se convierte en el primer astronauta español que sale al espacio a bordo del ‘Discovery’

Hechos

Fue noticia el 30 de octubre de 1998.

20 Octubre 2003

El vuelo de Duque

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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El astronauta español Pedro Duque, acompañado de un ruso y un estadounidense, llegará esta mañana a la Estación Espacial Internacional (ISS), donde pasará ocho días y dedicará 40 horas a trabajar en 24 experimentos. Luego regresará con los actuales tripulantes de la ISS. Su misión durará 10 días. La plaza que ocupa Duque en la Soyuz es la que los rusos ponen a la venta desde hace años para obtener ingresos extraordinarios y continuar con su programa espacial. La Agencia Europea del Espacio (ESA) llegó a un acuerdo con Moscú para ocupar la plaza en varios vuelos. Francia, Italia, Bélgica, España y Dinamarca -por este orden- han enviado a sus astronautas, previo pago del correspondiente billete. El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha abonado 12,81 millones de euros, que ha sacado del fondo de 600 millones que se comprometió a invertir en la ESA en cinco años.

¿Qué obtiene España a cambio de ese dinero? Desde el Gobierno se destaca que el objetivo es fortalecer la presencia española en el esfuerzo espacial, mejorar la capacidad profesional de su astronauta y realizar un programa de experimentos científicos. Como no todos los proyectos de la ESA avanzan a la velocidad planeada, los retrasos en algunos de ellos han dejado sin invertir un dinero que tal vez no se habría ejecutado presupuestariamente de no utilizarse en este vuelo taxi, según apuntan responsables españoles. Desde la industria ha habido críticas porque este viaje espacial no tiene retornos para las empresas.

Los responsables españoles no han sido capaces de aprovechar a fondo las oportunidades abiertas. A diferencia de Bélgica, que logró que la mayoría de los experimentos de su vuelo, el año pasado, fueran realizados por científicos propios, España no ha puesto en marcha una convocatoria amplia y bien organizada para que los científicos españoles hicieran propuestas. Sólo unos pocos han propuesto experimentos y apenas ha habido dónde escoger. Al final, sólo cinco de los experimentos y actividades en que trabajará Duque son españoles, mientras que hay ocho belgas.

El vuelo servirá para que el nombre de España se asocie unos días al esfuerzo espacial y para mejorar la preparación de Pedro Duque, que ha demostrado su gran profesionalidad cada vez que se le ha dado la oportunidad. Pero las empresas españolas no obtendrán retornos tecnológicos y nuestro sistema de ciencia tampoco logrará beneficio alguno. Se ha vuelto a perder una oportunidad de hacer las cosas bien.