22 marzo 2004

La decisión del director José Antonio Zarzalejos hace al periódico de Vocento perder a su principal junto a Jaime Campmany

El escritor Alfonso Ussía rompe con el ABC por no publicarle el artículo ‘El cerdo vasco’ y pasa a ser columnista diario en LA RAZÓN

Hechos

En marzo de 2004 el columnista D. Alfonso Ussía puso fin a sus colaboraciones con el diario ABC y se pasó al diario LA RAZÓN.

Lecturas

Desde el principio, La Razón trataría de fichar como columnistas a algunos de los principales colaboradores de ABC. No conseguiría cuadrar el fichaje del veterano viñetista Mingote, pero, en cambio, sí conseguiría fichar a Alfonso Ussía Muñoz-Seca, una de las figuras más reseñables de ABC. Ussía había publicado un artículo de burla sobre «el cerdo vasco», en el que se ridiculizaba un supuesto intento del Gobierno Vasco de registrar un tipo de raza porcina autóctona. José Antonio Zarzalejos Nieto rechazó publicar el artículo y Ussía anunció que, ante aquello, rompía su colaboración diaria en ABC el 10 de marzo. Una semana después, el escritor pasaba a ser el principal columnista de La Razón con su artículo sobre el cerdo vasco, como estreno llevando el título de “Y ahora el cerdo”1. Aquel episodio sería aludido por otros columnistas de La Razón, como Carmen Gurruchaga, que lamentaría en un artículo que Ussía «tuviera la desagradable experiencia de la censura en un rotativo de tirada nacional», después de que Ussía hubiera publicado un artículo en blanco.

ussia_Abc El 10.02.2004 el diario ABC informaba con un recuadro que D. Alfonso Ussía había decidido romper su contrato con ABC (tan sólo unos meses después de haberla renovado)

El columnista no volvería a su cita diario con los lectores hasta el 17.03.2004 en el diario LA RAZÓN, el principal competidor de ABC, donde D. Luis María Anson le recibió con los brazos abiertos.

El Sr. Ussía no tendría inconveniente en polemizar contra su antigua casa en episodios como el ocurrido al morir Mingote.

17 Marzo 2004

Y AHORA, EL CERDO

Alfono Ussía

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El pasado domingo una piara bastante numerosa se reunió en San Sebastián. Tributaban un homenaje a otro cerdo: Eugenio Echeveste 'Antxon'.

Las buenas noticias nunca vienen solas. Se intuía el milagro. El descubrimiento científico de la oca vasca, la ‘euskalntzara’, no podía ser un diamante solitario en una montaña de arena. Ya tenemos la esmeralda. Así lo confirma el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) del viernes 16 de enero de 2004. Orden firmada por el Consejero de Agricultura y Pesca del Gobierno de Vitoria, Gonzalo Sáenz de Samaniego Berganzo, por la que se aprueba la reglamentación específica de la raza porcina ‘Euskal-txerría’. Ya tenemos al cerdo de pura raza vasca.

El cerdo vasco es de ‘tamaño mediano, con perfil frontonasal subcóncavo y de forma cónica, con rodete dirigido hacia delante de abajo a arriba’. Fundamental distinguir estas características raciales. No se le reconocen, como a la oca vasca ‘andares ágiles’ ,lo que resulta más que doloroso para todo ‘esukal txerri’ que sienta el orgullo de la raza. Pero siempre hay compensaciones gratificantes. Una de ellas, la discreción pectoral. Un cerdo con el pecho acusado carece del sentido de la armonía, de la cadencia y del ritmo. El cerdo vasco es de ‘pecho no muy acusado, con distancia entre encuentros de proporciones medias’. Otra cualidad que distingue al gorrino vasco del resto de los marranos es su ‘torax ligeramente aplanado con costillares arqueados, y de gran profundidad, lo que le da amplia capacidad respiratoria’. Es decir, es un cerdo que se puede dedicar en sus ratos libres, dada su amplia capacidad respiratoria, a la práctica del buceo o la pesca submarina. Llegamos al vientre y a los pezones, ambos más importantes de lo que ustedes creen. ‘Vientre amplio y descolgado con la presencia de 12 a 14 pezones, lo que le da aptitud para criar carnadas amplias’. Se me antoja que una pareja ‘euskal-txerris’, si ambos son responsables, pueden llevarse muy bien siempre que respeten las funciones de cada uno.

Mientras el cerdo bucea, la cerda, con su vientre amplio y descolgado y sus catorce pezones, cría a su amplia camada. Pero la gente se pregunta, y con bastante razón: ¿Qué pasa con los jamones? Todo llega. El Consejero de Agricultura y Pesca no es persona que se olvide del más valioso tesoro de los cochinos. ‘Masas musculares acusadas en las nalgas, lo que le proporciona redondez y propicia un jamón de buena maza’. Ya puede un jamón de buena maza’. Ya pueden temblar los jamones de Jabugo, Trévelez, Montánches y compañía. La buena maza del ‘euskal-txerri’ rompe con el pasado. Un cerdo puede bucear, tiene en las hembras catorce pezones y posee buena maza, arrasa con cualquier especie de guarro mesetario.

Su carácter es bueno, por no escribir óptimo. ‘Son animales dóciles acostumbrados a vivir en condiciones extensivas’. Eso dice mucho a su favor. Pero no crean los cerdos vascos que todo el monte es orégano. Aunque hayan nacido en Guernica, en hernani o en Villafranca de Ordicia, están obligados a superar el ‘baremo de calificación morfológica’ para ser considerados cerdos ‘abertzales’. Sólo los que superen los seis puntos sobre diez ‘cumplirán las exigencias del estándar racial’, según el señor Consejero. Los cerdos que no alcancen los seis puntos serán objeto de burlas, chanzas y amenazas y tendrán que abandonar la comunidad autónoma si no quieren ir directamente al matadero.

Todo esto referido al ‘euskal-txerría’ de granja o de caserío. Otro tipo de cerdo vasco, más urbano, no ha merecido la gloria de la homologación. Es poco individualista y gusta de moverse en piras. El pasado domingo una piara bastante numerosa se reunió en San Sebastián. Tributaban un homenaje a otro cerdo. Un cerdo con nombre, apellido y apodo. Es decir un cerdo muy conocido. Eugenio Echeveste ‘Antxon’. Supera con holgura los seis puntos exigidos por la Consejería de Agricultura y Pesca. Un cerdo total.

Alfonso Ussía

17 Marzo 2004

USSÍA

Luis María Anson

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A Ussía le mantuvieron en ABC hasta que los Luca de Tena vendieron el periódico al grupo vasco Correo, hoy Vocento. Era inevitable que el gran escritor volviera a donde solía.

Fue Eugenio Suárez quien le descubrió. Sus versos satíricos en SÁBADO GRÁFICO gustaron a todos. A aquel jovencito, delgado como una pavesa, se lo rifaron en seguida en las cenas madrileñas. Le traían como a marquesa por rastrojo. Las damas encopetadas, junto a la ensalada de bogavante y el faisán a las uvas, se pirraban por ofrecer a Alfonso Ussía de postre, recitando versos cachondos y satíricos.

Un día le llamé y le llevé al ABC verdadero. Estaba seguro de no equivocarme. Ussía tiene la pluma de su abuelo Muñoz-Seca y la coherencia de su padre Gaitanes. Sus artículos conectaron enseguida con los lectores que agradecen siempre la seriedad, la flexibilidad y la firmeza de las ideas, el sentido del humor, la descarga de ironía. Alfonso Ussía es demoledor. Tiene la nariz centinela, el pelo despierto, escépticas las orejas, la palabra indoblegable, la adjetivación canalla, la coña fresca y marinera. Entre el escritor mitrado y el cajetilla, Ussía ha aprendido a adentrarse en la selva literaria y en los bosques políticos, manteniendo íntegra su capacidad recental para el mordisco. Soelada de Wodehouse y de Mingote, su escritura se mueve entre la caricia y la tentación permanente de la fusta y de la espuela. Es a veces de hierro, a veces de seda. Yo reservaba una mañana cada semana para acudir a los juzgados a responder sobre las querellas que le interponían y siempre ganaba.

Las buenas maneras a las que rinde culto y que en él van acompañadas de una elegancia de espíritu muy por encima de la otra elegancia, la del traje y el ademán, le mantuvieron en ABC hasta que los Luca de Tena vendieron el periódico al grupo vasco Correo, hoy Vocento. Era inevitable que el gran escritor volviera a donde solía. Rubus ardens docuit me vincere. Por eso se incorpora hoy a otro periódico. A LA RAZÓN, claro.

Luis María Anson

El Análisis

EL TITULO QUE RENTABILIZÓ LA RAZÓN

JF Lamata

¿Podía ocasionarle algún problema al Sr. Ussía insultar al ex capo asesino Antxon llamándolo ‘cerdo’ o definir a sus admiradores como ‘piara’? Aparentemente no, y menos aún en el ABC. Si algo caracterizaba a su director era su lucha contra el terrorismo.

Pero el director decidió no publicarlo, entre otras cosas por su título ‘El Cerdo Vasco’, un título así no parecía fácil para un periódico propiedad de una empresa vasca como era Vocento y dirigido por un vasco como era el Sr. Zarzalejos.

El mayor beneficiado de toda esta historia fue el diario LA RAZÓN, pues el Sr. Ussía pasó de ser un símbolo de ABC, a ser ‘el’ símbolo de LA RAZÓN. (Obsérvese que en la nota en la que el Sr. Anson le da la bienvenida habla de su etapa en ABC como la del ABC verdadero, dando a entender que ha dejado de serlo),

J. F. Lamata