2 noviembre 2021

Controvertida reacción de una figura que ha vivido los últimos años cobrando de ir a los programas que ahora critica

Alba Carrillo difunde un comunicado contra Mediaset por atribuirle infidelidades a su pareja: «Cada vez que se me ata a mí, se ataca a todas las mujeres»

Hechos

El 2 de noviembre de 2021 Dña. Alba Carrillo publica un comunicado en su cuenta de Twitter.

Lecturas

EL COMUNICADO DE ALBA CARRILLO PUBLICADO EN LA RED SOCIAL TWITTER. 

Cuando no todo vale en televisión

Durante las últimas semanas, desde varios programas de televisión han insinuado de una forma ridícula, grotesca y de mal gusto una serie de calumnias y difamaciones sobre mi persona para inventar contenidos con el objetivo de aumentar la audiencia de sus espacios.

Se ha hecho de una manera deliberada con el propósito de atentar contra mi honor, dignidad y reputación. Ante estas insinuaciones he tomado ya las acciones legales correspondientes para frenar lo que considero algo de extrema gravedad.

Quería agradecer las muestras de cariño recibidas de amigos, seguidores y compañeros de diferentes medios de comunicación. Destacar también con especial gratitud el apoyo de varias plataformas y asociaciones feministas que se han puesto en contacto conmigo para tenderme su mano, brindarme su ayuda y poder frenar estos inaceptables ataques.

Me gustaría hacer una breve reflexión como profesional del medio y también como espectadora y gran entusiasta consumidora de programas de entretenimiento.

Es por ello que expreso mi absoluto rechazo a aquellos trabajadores de los medios de comunicación que se vanaglorian a través del morbo, del daño, del destrozo basado en la falsedad, en la calumnia y en la mentira para herir y dañar a las personas con la única meta de poder arañar unos dígitos más de audiencia en sus espacios.

Abogo por una televisión basada en la verdad y en la autenticidad.

Por una prensa del corazón sustentada en la confirmación y en la certeza como pilares fundamentales, en la historias divertidas, también en las historias tristes, en las amables incluso en las no tan cordiales, en las anécdotas, en las historias sorprendentes y también en los conflictos. Pero que quede claro, que siempre delataré la aniquilación y el deterioro extremo de las personas y bajo ningún concepto, el punto de partita de todas ellas puede ser la desinformación, la calumnia o la difamación.

No todo vale en estos formatos que algunos están exprimiendo hasta la asfixia de sus personajes y protagonistas.

No todo es válido, en este modelo de televisión que unos pocos están destruyendo a gran rapidez y del que, los que trabajamos en él, no queremos que sea engullido por las nuevas alternativas y plataformas digitales.

No todo puede estar permitido. Aunque nos quieran hacer creer lo contrario. Hay unos límites que deben respetarse. Existen unos valores que se presume que los profesionales que trabajan en los medios tienen que tener como emblema o distintivo: la verdad, la ética, la responsabilidad, el juego limpio… Lo verdaderamente triste es que muy pocos profesionales en la actualidad pueden presumir de ellos.

Todo no vale.

No se puede permitir, que nos muestren o nos hagan creer por un lado su denuncia, su rechazo y su disconformidad contra todo lo que atenta contra las mujeres, enarbolando la bandera del feminismo, y de forma paralela, actúen promoviendo y potenciando, en varios de estos espacios, el odio y rechazo hacia la mujer en virtud de la mentira.

Cuando nosotras, las mujeres, las trabajadoras, las madres, las hijas volvemos a nuestros hogares, estos comentarios e insinuaciones vomitadas en estos espacios televisivos generan en nuestro entorno unas consecuencias devastadoras, que de ninguna manera se pueden tolerar.

Voy a llegar hasta el final con este procedimiento y voy a exigir rectificaciones inmediatas y urgentes a los responsables de estos espacios.

Llevo días soportando, escuchando y recibiendo en mi casa, en mis redes, en mis correos, comentarios, insultos y amenazas irreproducibles por su gravedad. Todos ellos fomentados y alimentados por la falta de honestidad, rigor y dignidad de estos programas de televisión.

Agradecería a las personas que se sientan identificadas por ser los creadores, impulsores o altavoces de este tipo de difamaciones, que hicieran una reflexión personal de hacia dónde nos están llevando este tipo de agresiones.

Estamos cansados de campañas cogidas únicamente con alfileres a favor de la mujer.

Estamos hastiados de escuchar cómo se informa y se denuncian determinados comportamientos en los espacios informativos de estas cadenas y nos resulta imposible comprender cómo en los instantes previos están siendo de forma premeditada, instigadores, cómplices y agitadores de feroces ataques a determinadas personas quizá por mostrarse, en ocasiones, más indefensas o vulnerables.

Deberían ser ustedes conscientes y replantearse la brutalidad de determinadas agresiones en el día a día, en sus televisiones, en nuestros programas, en nuestros medios de comunicación.

Directores, presentadores, redactores, reporteros, colaboradores, becarios, tomen, por favor, buena nota de la gravedad de lo que supone y genera verter determinados comentarios a través de este, sigo pensándolo, maravilloso y extraordinario altavoz llamado TELEVISIÓN.

Alba Carrillo.