18 noviembre 2009

El activista cristiano pasó de negar que 'HazteOír' tuviera nada que ver con la sociedad secreta, a ratificarlo

El portavoz de ‘HazteOír.org’, Alejandro Campoy, expulsado de la plataforma tras indagar sobre sus vinculaciones con ‘El Yunque’

Hechos

En noviembre de 2009 D. Alejandro Campoy publicó en la web RELIGIÓN EN LIBERTAD inició una serie de artículos relativos a una grupo que identificaba como ‘El Yunque’.

23 Noviembre 2009

El Yunque

Alejandro Campoy

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...la acusación concreta a la asociación a la que pertenezco, HazteOir.org, realizada desde ciertos ámbitos de estar dirigida e infiltrada por El Yunque es una acusación completamente falsa cuya mejor contestación es ni más ni menos que investigar y sacar a la luz del día todo lo relativo a la presencia de esta sociedad secreta en España...

El Yunque, u Organización Nacional del Yunque como se la conoce en México, país en el que surge esta asociación, es una organización de carácter secreto al modo de la masonería pero de inspiración netamente católica. El hecho mismo de funcionar como una sociedad secreta ya pone muy seriamente en cuestión el carácter evangélico y cristiano de la misma.

Por muy loables que fueran sus objetivos, como los eran inicialmente también los de la francmasonería, esa forma de operar es radicalmente contraria a los valores evangélicos, pues implica necesariamente el engaño y el ocultamiento ante el resto de la sociedad, cuando no hay nada que se presente con una mayor exigencia de transparencia y apertura al mundo que la propia persona de Jesucristo.

Nacida en México en los difíciles tiempos de la dictadura priísta, debe su carácter y estructura a la abierta persecución que en ese país se vivió durante los largos setenta años de dicha dictadura, lo cual no justifica en modo alguno su carácter de logia masónica. Su principal artífice fue Ramón Plata Moreno, asesinado en 1979 supuestamente por individuos a las órdenes del gobierno federal mexicano. Desde allí, esta organización extremadamente hermética se ha extendido por numerosos países del mundo, incluida España.

En nuestro país comienza a articularse en los años que rodearon la muerte de Francisco Franco. El cambio de régimen y la articulación del estado democrático que siguió provocaron la inquietud de ciertos sectores por la deriva que el futuro pudiese deparar, y en torno a 1975-1978 un reducido grupo de personas pusieron en marcha la organización en España. Desde entonces, esta organización ha experimentado un crecimiento exponencial, de forma que hoy los miembros del Yunque están infiltrados en casi todos los ámbitos de la vida pública española.

Sus miembros son católicos muy comprometidos, por lo que hoy en día se ha convertido en una exigencia moral poner al descubierto la existencia, estructura y modos de funcionamiento de esta organización, ya que son miles los ciudadanos, sean o no católicos, que pueden verse inducidos a actuar de una u otra forma con total ignorancia de lo que se esconde detrás de la actuación de estas personas. De igual forma, la propia Iglesia Católica debe quedar completamente al margen de la acción de un grupo de naturaleza masónica.

Desde este blog me propongo ofrecer y recoger toda la información que sea posible acerca de esta entidad, para dar a conocer en primer lugar a todos los fieles católicos y en segundo lugar a toda la sociedad española la existencia de esta organización, su estructura y funcionamiento así como sus ámbitos de actuación y en la medida de lo posible, la identidad de sus principales dirigentes.

La razón inmediata de esta decisión es la acusación concreta a la asociación a la que pertenezco, HazteOir.org, realizada desde ciertos ámbitos de funcionamiento muy similar al Yunque, de estar dirigida e infiltrada por esta organización, acusación completamente falsa cuya mejor contestación es ni más ni menos que investigar y sacar a la luz del día todo lo relativo a la presencia de esta sociedad secreta en España.

Con independencia de mis propias fuentes, este blog queda abierto a las informaciones que cualquier lector quiera hacer llegar al autor del mismo, siempre con una condición inexcusable: cualquier informador debe quedar perfectamente identificado. No se puede atender a ningún tipo de información de procedencia anónima, pues eso sólo da pie a bulos, calumnias, maledicencias y mentiras. Por mi parte, ofrezco la seguridad absoluta a cualquier informador potencial de que su identidad será mantenida en total secreto si así lo desea.

Alejandro Campoy

25 Noviembre 2009

El Yunque (II)

Alejandro Campoy

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Lo que no puede aceptarse es que tal fin tenga que desarrollarse de forma secreta y clandestina en España.

Es necesario a la hora de abordar una investigación sobre el Yunque en España situarlo en su justo contexto, para lo cual son precisas una serie de consideraciones previas en las que es imprescindible partir de una breve descripción de lo que ha sido y es el Yunque mexicano, cuya extrapolación a otros países ha supuesto la adaptación de sus modos de funcionamiento y sus principios a las realidades particulares de cada uno de ellos.

Así, hay que hacer referencia en primer lugar a su propia naturaleza: la clandestinidad, el secreto y el ocultamiento son un mal en sí mismos, que es la causa directa de la primera y más fundamental quiebra con relación a los fines que se proponen conseguir, que no tienen ningún punto que pueda separarles de la ortodoxia católica más estricta. Es por lo tanto, esta naturaleza clandestina lo que no puede sostenerse, ya que de salir a la luz y hacerse públicos en ningún caso podrá encontrarse objeción alguna desde el punto de vista de la doctrina católica a su actividad.

En segundo lugar, esta forma de organización tiene su contexto en las situaciones de semiclandestinidad o abierta persecución que ha vivido o vive la Iglesia en diferentes lugares del mundo. En este sentido, el caso de Polonia ha sido una fuente de inspiración no sólo para el Yunque (si bien su existencia se debe a la propia idiosincrasia mexicana exclusivamente), sino para muchos otros católicos que viven en situaciones similares. Hay zonas del mundo en las que los católicos tienen forzosamente que organizarse en la clandestinidad. Miremos a China o Cuba, sin ir más lejos.

Sin embargo, esa clandestinidad que resulta imprescindible para la supervivencia en ciertas zonas del mundo, es absolutamente rechazable y censurable en países como España. No puede justificarse en base a situaciones de creciente hostilidad hacia la Iglesia y en derivas evidentes hacia un laicismo totalitario que pretende extirpar el hecho religioso de las sociedades; en ninguno de estos supuestos es justificable.

De hecho, la propia Iglesia Católica mantiene una condena de las sociedades secretas en general, al definirlas en el documento de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe de 10 de mayo de 1884 como “aquellas que exigen de sus miembros un secreto total, que a nadie debe manifestarse, y les piden una obediencia total a unos jefes ocultos, corroborada mediante juramento”. En la citada disposición se prohíbe a los fieles católicos la pertenencia a este tipo de sociedades bajo pecado grave.

Pues bien, el juramento de fidelidad que realizan los miembros del Yunque, tal y como aparece recogido en las declaraciones de dos de sus miembros, Lázaro Barrón Frías y Pedro Luis López Solorio, ante la policía federal mexicana implica tres exigencias:

1.- No decir nada a nadie de lo que es la organización del Yunque ni de sus actividades.

2.- No dejar de hacer nada de lo que le ordene la organización.

3.- Trabajar por la organización antes que cualquier otra obligación

Esto es exactamente lo que prohíbe el documento vaticano antes citado a todos los fieles católicos.

En tercer lugar, hay que hacer referencia al campo de la política como ámbito natural en el que esta organización ha fijado sus objetivos. Veremos esto con más detenimiento al repasar el ideario del Yunque, a la vez que desmitificaremos algunas de las prácticas más alucinantes que se le atribuyen, que sólo tienen el carácter de leyendas urbanas. Pues bien, en este sentido, el Yunque establece su campo de acción prioritario en el ámbito político al proponerse como objetivo la instauración del reinado de Jesucristo en la tierra. Nada diferente, como puede verse, de lo que reclaman otros entornos tradicionalistas de nuestro país. Lo que no puede aceptarse es que tal fin tenga que desarrollarse de forma secreta y clandestina en España.

Por último, en estos preliminares hay que insistir muy mucho en que, si bien comenzaremos analizando los fundamentos ideológicos y estructura de la organización en México, estas características no son iguales en España. México no es España, y el Yunque mexicano no es lo mismo que su rama en España. Esta diferencia es de capital importancia para una adecuada comprensión de este fenómeno.

Cualquier aportación que en este sentido se quiera realizar, debe dirigirse a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected]

Alejandro Campoy

26 Noviembre 2009

El Yunque (y III)

Alejandro Campoy

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A la vista del gran número de anónimos que estoy recibiendo en los que no se contienen más que chorradas e historias incontratables e inverificables, cancelo la publicación de esta investigación hasta que esté terminada. Se trataba de dar la oportunidad a ciertas personas que puedan sentirse concernidas de tomar sus propias decisiones.

08 Marzo 2010

Unas preguntas a los dirigentes del Yunque

Alejandro Campoy

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¿Qué derecho suponen que tienen para dejar fuera de una organización que en muchas aspectos se está revelando como profética a miles de fieles que quizás podríamos haber encontrado (y hago notar la primera persona del plural) el lugar natural en el que desarrollar nuestro camino dentro de la Iglesia y el cauce de despliegue de nuestras inquietudes políticas, donde hasta ahora no habíamos encontrado ninguno?

Yunque, Organización del Bien Común, mariachis, tanto da una denominación u otra, estamos ante una organización que intenta pasar ante el resto de ciudadanos como inexistente. Se oculta y pretende actuar de espaldas a la sociedad, lo que ya de por sí constituye una forma de estafa a la misma. Peor aún si además actúa de espaldas al resto de los fieles católicos y con el consentimiento de mejor o peor gana de parte del episcopado. Y sin embargo, la actuación de sus miembros y su forma de ser católicos en la vida pública se ha revelado a dia de hoy en España como revolucionaria y tremendamente atractiva. De ahí que algunos fieles católicos sintamos la necesidad de formular algunas preguntas a sus principales dirigentes.

1.- ¿Qué derecho suponen que tienen para dejar fuera de una organización que en muchas aspectos se está revelando como profética a miles de fieles que quizás podríamos haber encontrado (y hago notar la primera persona del plural) el lugar natural en el que desarrollar nuestro camino dentro de la Iglesia y el cauce de despliegue de nuestras inquietudes políticas, donde hasta ahora no habíamos encontrado ninguno?

No parece razonable que ninguna organización que se supone católica, aunque se presente hacia fuera como aconfesional, se arrogue el privilegio y la exclusividad para decidir sobre lo que puede haber sido la vocación de otros hermanos en la fe a los que se ha impedido acceder a la misma por causa de un funcionamiento clandestino.

2.- ¿No son capaces de ver que en todas sus empresas van dejando un rastro de resentimientos, envidias, exclusiones e incluso enemistades?. Lo que tampoco tiene ninguna lógica es que en los tiempos que vivimos hoy en España, que han provocado una movilización y una recuperación de la conciencia de militancia en muchísimos sectores de la Iglesia Católica, se actúe como si se viviera en una situación de clandestinidad, tal y como ocurre con la Iglesia en otros países como China.

3.- ¿Acaso ignoran también que el espíritu ignaciano de milicia en el que su organización se inspira es algo por lo que miles de fieles, seglares y sacerdotes, han suspirado alguna vez, sobre todo tras la abdicación de la Compañía de Jesús de su naturaleza fundacional? ¿Saben ustedes, insisto, que están privando a miles de católicos del lugar que por vocación quizás les corresponde?

4.- ¿Son conscientes de que en sus múltiples actividades y asociaciones públicas han ido dejando de lado a muchas personas a las que progresivamente han hecho el vacío, personas que han pertenecido a los mismos equipos de trabajo que los miembros del Yunque, con los que ha existido una verdadera amistad, y a los que de un modo sutil han condenado al ostracismo? ¿Cómo hablan luego de deslealtad cuando eso mismo es lo que han hecho sus miembros con personas que se consideraban amigos suyos?

5.- ¿Son conscientes de que su modo de captación, basado en el secreto y dirigido en exclusiva a adolescentes y jóvenes, ha creado situaciones dramáticas en muchas familias? ¿Saben ustedes que esta forma de actuación sólo ha generado heridas muy profundas?¿Saben que eso es considerado no sólo por esas familias, sino por la sociedad en general como un modo de actuación mafioso y sectario? ¿Saben, en fin, que de esa forma a largo plazo sólo harán mucho más daño a su propia Asociación y a la Iglesia Católica española? ¿Por qué no tienen el coraje de mostrarse como lo que son ante todos?. Parecen ignorar que de este modo quizás seríamos muchos adultos los que nos interesáramos por su organización.

6.- ¿Se han planteado las ventajas de normalizar su situación tanto a nivel civil, con la correspondiente inscripción en el registro de asociaciones, como a nivel canónico, con la correspondiente aprobación de los estatutos que procedan por parte de la autoridad eclesiástica? ¿Se han planteado alguna vez el papelón que están haciendo algunos obispos con ustedes y que a no tardar les pasará una enorme factura? Pues tanto aquellos que les apoyan en sus numerosas acciones, que están siendo un gran bien para la Iglesia y para España, como aquellos que les rechazan por su naturaleza clandestina, se verán en su momento en el brete de tener que dar cuenta de una sóla cuestión que les afectará a todos: ¿por qué no exigió la jerarquía española en su momento claridad y transparencia a su organización?

Tanto a ustedes como a los obispos se les pedirán cuentas en su momento. ¿Que derecho suponen ustedes que tienen como para coger una luz y aplastarla bajo un celemín? ¿Acaso la infantilidad de un modo de actuar clandestino puede estar por encima de la exigencia evangélica de ser sal y luz del mundo? Y esto será aún mucho más grave si se les piden cuentas de aquellas almas que pudieran haberse perdido por no haber conocido el lugar al que de un modo natural estaban llamados para realizar su vocación cristiana.

No sé si el tupido manto de autojustificaciones que a estas alturas tienen tejido les permitirá un atisbo del grave mal que están causando, que tira por tierra las numerosas y muy loables acciones desarrolladas hasta la fecha por el supuesto bien de la Iglesia y de España.

Espero al menos que el episcopado español conserve aún la suficiente rectitud de jucio como para exigirles abrirse a todos los católicos o bien les repudie definitivamente. Se trata de un bien que nos corresponde a los demás y del que ustedes nos privan. Se trata, en definitiva,de la posibilidad de realizar nuestra elección desde la libertad de los hijos de Dios, la que ustedes están violando de forma tan alegre como insensata.

Alejandro Campoy