5 noviembre 2006

Desaparece el cargo de Subdirector que hasta ese momento había usado Pedro Arnuero

Alfonso Rojo modifica radicalmente el diseño de PERIODISTA DIGITAL y ahora apuesta por una mayor participación de los lectores

Hechos

El 5 de noviembre de 2006 PERIODISTA DIGITAL lucía con un nuevo logo diferente al que había mantenido desde su fundación en 2001.

Lecturas

  PERIODISTA DIGITAL el diario digital de D. Alfonso Rojo ha modificado su logo. Si hasta el 25 de octubre de 2006 su cabecera se denominaba ‘Periodista Digital, el periódico de los periódicos’, el 5 de noviembre de 2006 su cabecera pasaba a ser ‘Periodista Digital, más cerca’.

En esta nueva etapa PERIODISTA DIGITAL anuncia que quiere dar más peso al «periodismo ciudadano» creando una sección denominada ‘Ciudadano Digital’ en la que animará a los lectores a crear secciones propias en el medio.

SIN SUBDIRECTOR, PERO CON REDACTOR JEFE.

En esta nueva etapa PERIODISTA DIGITAL no tendrá ningún Subdirector (cargo que hasta septiembre había ocupado D. Pedro Arnuero). Pero sí tendra un redactor jefe, D. Juan Cruz Osta, al tiempo que el periodista D. Miguel Pato encabezará la sección de entrevistas del medio.

 

31 Octubre 2006

¡A por ellos!

Alfonso Rojo

Leer

Esta Nochevieja, casi al compás de las campanadas y en el fragor de las doce uvas y los buenos deseos, Periodista Digital ha estrenado un nuevo diseño.

Fieles al espíritu que impulsa nuestro proyecto desde su nacimiento, hemos instaurado un sistema de actualización permanente, sin parangón en los medios online en español.

También y eso es todavía más importante, hemos abierto la Web todavía más a los internautas, no sólo como usuarios sino también como productores de información.

La aportación clave de Internet al periodismo es haber puesto fin a los guardabarreras de la información. Ha acabado el tiempo en que era imprescindible tener detrás un gran banco, un grupo industrial o un poderoso financiero para difundir noticias.

La información ya no acaba cuando el periodista pone el punto final a su crónica y a ello está contribuyendo de forma decisiva uno de los fenómenos más fascinantes del momento: el blog.

Frente a los opulentos periódicos españoles, que siguen aferrados a la cómoda rutina de trasladar a la red su contenido en papel, hacemos una nueva y arriesgada apuesta por el periodismo ciudadano. No para que sustituya al periodismo de los periodistas, sino para que coexista con él, abriendo campos, planteando retos, suministrado datos y aportando ideas.

La vertiginosa multiplicación de los blogs, -estos espacios de expresión personal que son una mezcla de página web, lugar de chat e email— y entre cuyas virtudes se cuentan la permanente actualización, la opción de interactuar y la posibilidad de expresarse sin censuras o cortapisas, esta conmocionando los cimientos del hasta ahora sólido entramado periodístico.

Son ya más doscientos los blogueros que convergen de forma constante en Periodista Digital, donde además de abrirles espacio destacado en la portada, existe una Blog_Zone en la que se recoge, comenta, debate y sintetiza lo mejor de la blogosfera.

En España, donde cinco enormes grupos de comunicación cotizan en Bolsa y hasta están integrados en el IBEX, apenas hay debate sobre el periodismo, los periodistas y los medios en los que estos trabajan. No hay debate entre los profesionales y tampoco, desgraciadamente, en el mundo académico o en las Universidades de las que emergen -con el corazón lleno de ilusiones y el alma en vilo- miles de nuevos licenciados cada años.

Una de las características de los blogs, que coincide con lo que ha sido la seña de identidad de Periodista Digital , es el cuestionamiento de los Medios de Comunicación clásicos y la exposición pública de algunos de los errores que cometen quienes laboran en ellos.

No es un detalle banal que los periodistas aparecieran en las encuestas hechas hace veinte años como una de las tres profesiones más apreciadas por los españoles y que ahora figuren en el puesto decimocuarto de la escala.

La persistente pérdida de confianza del público en el trabajo de los profesionales de la información, la cultura rancia de las salas de prensa, la arrogancia con que se comportan muchos periodistas, la falta de autocrítica y la ocasional falta de sintonía con la realidad circundante, no son defectos que haya que asumir como naturales.

Es posible hacer un periodismo mejor, más abierto, más agudo y más engarzado con el ciudadano de pie. En esa tarea estamos y esperamos vuestra ayuda.

Alfonso Rojo