13 noviembre 2005

El presidente de LIBERTAD DIGITAL, Alberto Recarte (consejero del PP en Caja Madrid) negocio el tema directamente con el secretario general del PP, Ángel Acebes

Ampliación de capital en LIBERTAD DIGITAL: El Partido Popular toma una participación minoritario en el digital de Federico Jiménez Losantos y se compromete a ayudar en la búsqueda de inversores

Hechos

El 13.11.2004 LIBERTAD DIGITAL anunció que se había llevado a cabo con éxito su ampliación de capital.

Lecturas

¿HABRÁ CAMBIOS EN LA PROPIEDAD DE LIBERTAD DIGITAL?

El locutor de la COPE, D. Federico Jiménez Losantos y el editor de Intereconomía, D. Julio Ariza Irigoyen, son los principales accionistas de LIBERTAD DIGITAL cuya relación parece estar distnaciándose como evidenció la salida de los colaboradores de LIBERTAD DIGITAL de la revista ÉPOCA, propiedad del Sr. Ariza. Ahora con la ampliación de capital el Sr. Ariza podría ver menguada su capacidad de influencia en LIBERTAD DIGITAL como paso previo a una posible retirada de este del medio del que fue cofundador.

APOYO DEL PARTIDO POPULAR A LIBERTAD DIGITAL.

El Secretario General del Partido Popular, D. Ángel Acebes Paniagua, negoció con el presidente de LIBERTAD DIGITAL, D. Alberto Recarte (consejero de Caja Madrid a propuesta del PP) la búsqueda de inversores y que el propio PP suscribía una parte de las acciones a través de figuras de confianza del partido como son el tesorero D. Álvaro Lapuerta, la esposa del gerente D. Luis Bárcenas o el alcalde D. Jesús Gómez.

13 Noviembre 2004

Libertad Digital: Un nuevo comienzo

Alberto Recarte

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Una vez finalizado el período de suscripción, informamos a los nuevos accionistas de Libertad Digital, S.A., sobre el proceso de tramitación de la ampliación de capital:

I. Según los datos facilitados por la entidad agente, Caja Madrid Bolsa, S.V., S.A., la ampliación de capital ha sido suscrita, casi en un 90% del importe de la oferta formulada, por más de 1.000 nuevos accionistas.

II. Dicha entidad agente está finalizando la comprobación y cotejo de datos para confeccionar la relación definitiva de suscriptores, la cual se espera quede completada durante esta semana. Seguidamente, comenzará el proceso de asignación de las acciones suscritas conforme a las solicitudes recibidas y depósito de esas acciones en las cuentas de valores designadas por cada solicitante durante la fase de suscripción.

III. Cerrada la fase de suscripción, se procederá de inmediato a la ejecución del aumento de capital, para lo cual:

1. Se reunirá el consejo de administración de la sociedad, a fin de aprobar los acuerdos relativos al aumento de capital en los términos resultantes.

2. Dichos acuerdos serán elevados a escritura pública

3. La escritura pública será presentada a inscripción ante el Registro Mercantil de Madrid y de la misma se entregará copia autorizada tanto a la entidad agente como a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

4. Una vez disponga la entidad agente de una copia autorizada e inscrita de la escritura de aumento de capital, estará en condiciones de efectuar las órdenes de anotación efectiva de las acciones suscritas en las cuentas de valores designadas por los accionistas durante la fase de suscripción.

25 Noviembre 2004

Libertad Digital: Presente y Futuro

Federico Jiménez Losantos, Alberto Recarte y Javier Rubio

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Buena parte de la opinión pública española, en particular los casi diez millones de ciudadanos que votaron al PP en las elecciones del 14 M, están asombrados, sorprendidos o espantados por la desigualdad que existe hoy entre la derecha y la izquierda en el terreno de la comunicación. Esta situación, sin precedentes en el último cuarto de siglo de democracia, se produce tras ocho años de gobierno del PP, los cuatro últimos con mayoría absoluta. Todo lo cual se ha puesto crudamente de manifiesto una vez que, contra todo pronóstico, el Partido Popular fuera desalojado del Gobierno mediante lo que muchos de sus votantes consideran un auténtico golpe de estado político-mediático, el cual fue capaz de cambiar en dos días la tendencia de voto, manipulando la masacre del 11M, violentando la legalidad electoral y endosándole al Gobierno que más y mejor ha luchado contra el terrorismo la responsabilidad de los monstruosos atentados. Así pues, hay sobrados motivos para espantarse, mas no cabe el asombro o la sorpresa, ya que algunas voces venían anunciando desde hace tiempo lo que podía ocurrir, y se les dijo que exageraban. Pues bien, ni los presagios más negativos pudieron prever que la devastación informativa del centro derecha iba a ser tan completa.
Asistimos a un fenómeno que será difícil de explicar por los historiadores. Consiste en que, a pesar de existir un mercado potencial de casi diez millones de clientes –el de quienes creen en la sociedad civil, en la iniciativa individual, en la libertad de empresa y en el respeto por los valores tradicionales–, apenas hay medios de comunicación con los que puedan identificarse esos ciudadanos, que transmitan una visión del mundo acorde con sus valores. Durante estos años, el PP no sólo no ha privatizado la mayor parte de los medios de titularidad pública, como prometió en su momento, sino que, además de agravar los problemas económicos que arrastraban los medios públicos, ha perpetuado su ocupación circunstancial y su manipulación. Desde la iniciativa privada, grandes aventuras multimedia lanzadas al amparo del Gobierno han procurado, si acaso, beneficios particulares para unos pocos pero, como se puede constatar, han sido fracasos estrepitosos como empresas susceptibles de cumplir con la función social de informar. No las enumeraremos para no herir susceptibilidades.
Del otro lado, los adversarios políticos, los que desconfían de la sociedad civil, de todo lo que significa libertad, pero tienen un profundo sentido de cómo se conquista y se mantiene el poder, han alcanzado y acrecentado hasta niveles de auténtico monopolio un dominio casi total de los mecanismos de creación y orientación de la opinión pública, un resorte clave en toda sociedad abierta y democrática. La cosa venía de atrás, de los años del felipismo, durante los cuales Prisa se convirtió en un entramado más poderoso que la izquierda política. No sólo dispone de posiciones de dominio en la prensa, la radio y la televisión de pago –este último apartado gracias a las generosidad suicida del Gobierno del PP–, sino que sus poderosos medios sirven como manantial o abrevadero ideológico de referencia para la mayoría de la clase intelectual en general y periodística en particular, cuya visión del mundo, al igual que ocurre en el resto del orbe, es mayoritariamente de izquierdas. Así, nos encontramos ante el abrumador dominio de la izquierda en el terreno de las ideas y los valores que se transmiten mediante los medios de comunicación, impregnan los de la enseñanza y configuran los sistemas de creencias más arraigados, por más que erróneos, en la sociedad contemporánea.
Una de las escasas excepciones a esa regla de gubernamentalismo concesivo, desertización mediática y abdicación ideológica ha sido Libertad Digital. La idea de crear una nueva plataforma informativa aprovechando las facilidades ofrecidas por las nuevas tecnologías se materializó a finales de 1999 gracias a la suma de esfuerzos de un grupo de empresarios, periodistas e intelectuales. Durante la campaña electoral de 2000, apareció en la red por primera vez. Cuatro años después, se ha convertido en una empresa modesta pero rentable, al tiempo que otras iniciativas semejantes atraviesan por graves dificultades financieras o han desaparecido. Ya es el primero de los diarios en español exclusivamente en internet y, a pesar de lo limitado de sus recursos, compite con las versiones digitales de los medios impresos más arraigados por atraer la atención de los internautas. Su grupo de lectores aumenta, para algunos es el medio con el que se identifican, para otros muchos es un medio complementario. En el panorama ideológico liberal conservador es ya una referencia inexcusable, el punto de encuentro, formación y expresión de una nueva generación de periodistas e intelectuales.
Libertad Digital ha demostrado que puede ser al mismo tiempo una empresa viable y un medio eficaz en la batalla de la información y de las ideas. Tras lo ocurrido el 14-M seguimos creyendo que la política es algo demasiado importante para dejarla en exclusiva a los políticos y que los valores del libre mercado, la división de poderes, de la libertad, en suma, es preciso defenderlos desde la sociedad civil y no desde el gobierno. Una opinión pública segura de sus valores, consciente de sus intereses y bien informada es la base más sólida para un buen gobierno; pero nunca un gobierno, por bueno que sea, puede reemplazar, sustituir o prescindir de la opinión pública. España es hoy la viva prueba de tan fatal error.
La ampliación de capital dirigida a nuestros lectores que en octubre de 2004 ponemos en marcha es una operación que, en cierto sentido, podría considerarse casi una refundación. No lo es del todo porque nuestros principios permanecen inalterables, fortalecidos y refrendados por la dura realidad. Pero de alguna forma debe serlo, porque nuestra responsabilidad es hoy mucho mayor que hace cuatro años o que hace cuatro meses, y porque estamos dispuestos a afrontarla protegiendo y asegurando la existencia de un medio de comunicación, pero también una empresa modesta y rentable que, pese a todo, es y debe seguir siendo una buena empresa. De eso se trata.
La operación que se propone consiste en duplicar el actual número de acciones en circulación. Para ello, se han valorado las siguientes consideraciones:
1º) Desde su fundación hasta el día de hoy, algo más de cuatro años, los actuales accionistas han suscrito y desembolsado la cifra de 1.158.000 euros.
2º) Una parte importante de esos fondos, 868.000 euros, se perdieron durante los primeros ejercicios, en los que fue necesario hacer frente a los gastos de lanzamiento de la compañía, a la compra de equipamiento y a la adquisición del diseño informático –la parte más costosa de la operación–; todas esas inversiones ya han sido amortizadas, porque desde el principio se decidió acelerar ese proceso. Por todo ello, la compañía decidió reducir su capital hasta los actuales 486.000 euros.
3º) En el ejercicio correspondiente a 2001/2002 se activaron parte de los créditos fiscales que se habían originado en los primeros años de funcionamiento, con lo que se mantuvieron los fondos propios, pero el ejercicio como tal todavía registró pérdidas por operación.
Sin embargo, en el último ejercicio, el cerrado a 30 de septiembre de 2003, el beneficio fue de 9.000 euros, antes de impuestos. En los once meses que llevamos transcurridos del presente ejercicio –nuestro ejercicio comienza en octubre de cada año– hemos logrado un beneficio de 118.000 euros y creemos que será posible –en ausencia de movimientos significativos de ingresos y gastos– superar los 125.000 euros de beneficios al final del mismo, sin tener en cuenta los gastos inherentes a la ampliación de capital que se propone.
4º) Como podrán observar por el análisis de nuestros balances, la sociedad funciona sin ningún tipo de crédito, préstamo bancario o descuento de papel comercial. Nuestro apoyo, desde la creación de la sociedad, han sido nuestros fondos propios, que constituyen la práctica totalidad de nuestro pasivo. Por otra parte, en la actualidad, operamos con una tesorería que se sitúa, en promedio, en los 300.000 euros.
Este esquema de financiación tan duro y exigente ha sido, en parte, fruto de la necesidad. En marzo de 2000, la fecha de nuestra aparición pública, tuvo lugar en Estados Unidos el estallido de la burbuja tecnológica, sinónimo de la crisis bursátil de la llamada “nueva economía”, lo que hacía recomendable la máxima prudencia financiera. Los actuales accionistas no quisimos involucrar en nuestro riesgo a terceros, ni siquiera para el descuento de papel, y también pretendíamos mantener una tensión tanto sobre ingresos como sobre los gastos de funcionamiento buscando, como objetivo final, el equilibrio económico, la independencia y la continuidad en el tiempo de nuestras operaciones.
5º) La operación que proponemos, para suscripción en octubre de 2004, consiste en doblar el actual capital social. El precio para el conjunto de los nuevos accionistas significa un desembolso de 5.346.000 euros, para así lograr unos fondos propios totales ligeramente inferiores a los 6 millones de euros. Dado que nos comprometemos a mantener el esquema de gastos de funcionamiento –con algunos aumentos imprescindibles tanto por la necesaria atención a los nuevos accionistas como por la ampliación de los contenidos del periódico–, que ahora se sitúa en torno al millón de euros anuales –sin tener en cuenta la parte de intercambio de publicidad tanto en ingresos como en gastos–, ello nos daría un sustancial pulmón económico para hacer frente a los retos que se nos avecinan.
6º) Esta decisión, la de fijar en 5.346.000 euros el volumen de la operación que planteamos, ha sido la más difícil de tomar. No se nos oculta que, con los beneficios actuales, 125.000 euros en el mejor de los casos, es demasiado alta. Pero confiamos en el éxito de Libertad Digital. En cuatro años y con una inversión relativamente modesta hemos conseguido colocar nuestro diario entre los de mayor audiencia en internet. Sólo es superado en la preferencia de los internautas por tres o cuatro periódicos de ámbito nacional tal y como se expone en el documento anexo que recoge la evolución de la audiencia, tanto según la clasificación de Alexa, la página web propiedad de Amazon, como por las cifras que resultantes de la auditoría de la OJD, a cuyo control nos sometemos desde hace casi un año.
Estamos convencidos de que en los próximos 24 meses podemos doblar las cifras de nuestra audiencia. En primer lugar, por el incremento de la penetración de internet en España, ya que seguirá aumentando el número de ordenadores y el de personas con acceso a banda ancha. En segundo lugar, y esto es más significativo, porque el tráfico de nuestra página ha crecido considerablemente más de lo que ha aumentado la penetración de internet en la población, desde hace más de dos años.
Los incrementos importantes de la audiencia de nuestro periódico han estado asociados a momentos de gran demanda de información, es decir, con motivo de acontecimientos como el atentado del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, las guerras de Afganistán e Irak, nuestras elecciones autonómicas y locales, el reciente atentado de Madrid del 11 de marzo de 2004 y las últimas elecciones generales. Cada una de estas conmociones han provocado un aumento espectacular de las consultas de nuestra página web (el 11-M servimos más de 800.000 páginas a más de 200.000 visitas). Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre con otras páginas, tras estos incrementos puntuales, muchos de los nuevos visitantes se han convertido en habituales.
Por eso creemos posible duplicar nuestra audiencia, controlada desde noviembre por la OJD, en 24 meses y consolidarnos como uno de los primeros medios de comunicación españoles en internet. Si logramos este incremento de la audiencia, y con la ayuda de un departamento comercial ampliado, nos parece posible aumentar también los actuales ingresos por publicidad, que podrían llegar, progresivamente, a duplicarse al final del mencionado periodo de 24 meses, superando los dos millones de euros.
Con este aumento de los ingresos publicitarios, la cuenta de resultados mejoraría sustancialmente, porque está previsto que los gastos se incrementen en una proporción mucho menor. De esta forma, en función de cómo evolucione el mercado publicitario, podríamos aproximarnos a una cantidad entre los 500.000 y los 700.000 euros de beneficio anual. Si consiguiéramos este objetivo, el precio de la actual operación de ampliación de capital que se propone habría sido beneficioso para los que se hubieran decidido a entrar, con nosotros, en esta aventura mediática.
Sin embargo, nuestro objetivo como empresa, en este momento, y como explicaremos más adelante, no es repartir dividendos ni que nuestros accionistas consigan revalorizaciones de sus acciones sino consolidarnos, para que las ideas que defendemos sigan estando presentes en el debate cotidiano de los medios de comunicación.
Internet, aunque con varios años de retraso sobre lo previsto inicialmente, acabará siendo la gran herramienta de conocimiento y penetración comercial en todo el mundo. Es decir, la auténtica revolución de internet llegará en breve. Y nuestra empresa y nuestro periódico están muy bien situados para cuando llegue ese momento.
7º) Nuestro proyecto inicial era consolidar económicamente la empresa, para lo cual pensamos que serían necesarios, al menos, cuatro años para, posteriormente, incrementar, sobre esta base, los ingresos publicitarios –incluso pensando en la posibilidad de cobrar por parte de nuestros contenidos–, y plantearnos, tras ese proceso, la posibilidad de editar en papel parte de nuestra producción. Pero el éxito de nuestro proyecto, por una parte, y el triunfo de la izquierda, apoyada en los nacionalistas, en las traumáticas elecciones del 14 de marzo, unido a diversos cambios en la propiedad de medios de comunicación españoles, nos fuerzan a modificar nuestros objetivos iniciales.
La posición dominante en lo ideológico y en lo empresarial que ha alcanzado PRISA, así como la dependencia económica y la supeditación ideológica de otros muchos medios a gobiernos locales, ahora en manos de los partidos de izquierda y nacionalistas, hacen que sean muy pocos los medios que analizan la actualidad y defienden editorialmente los principios liberales y conservadores que han sido votados por casi diez millones de personas en las últimas elecciones. Libertad Digital es, en internet, el medio que más clara y decididamente defiende esos puntos de vista y esas posiciones ideológicas.
Como ya hizo en el felipismo, el poder socialista intentará dificultar la existencia de los medios de comunicación que, como Libertad Digital, van a ser muy críticos con sus postulados y muy vigilantes sobre su acción de gobierno. Aunque nuestra audiencia es importante y justifica el interés de muchas empresas en mantener o incrementar su publicidad en nuestro periódico, no descartamos que el gobierno socialista presione a algunas para que dejen de anunciarse en nuestro periódico.
Además, hemos recibido numerosas peticiones, de pequeños y grandes inversores potenciales, con voluntad de participar en el proyecto de Libertad Digital, por motivos básicamente políticos, para asegurarse de que nuestra opinión no desaparecerá ni se verá coartada en un futuro.
8º) Todo lo expuesto nos ha llevado a modificar nuestro proyecto empresarial y prepar una ampliación de capital para incrementar nuestros fondos propios, de tal forma que podamos seguir emitiendo nuestra opinión en el peor de los entornos políticos posibles y aun en el supuesto de que las campañas para privarnos de publicidad tengan algún éxito y se resientan, en consecuencia, los resultados de la empresa. Si la ampliación que hemos propuesto se cubre, podemos asegurar que durante toda la legislatura de los socialistas y los nacionalistas, en el supuesto de que dure cuatro años, llegaremos libremente a todos los que quieran leernos.
En el plano redaccional, nos proponemos –con la debida prudencia económica– seguir de cerca, incluso con investigación propia, la actuación del gobierno del PSOE y asegurar que se respeta la Constitución. Desde el punto de vista editorial, incorporaremos firmas destacadas de la izquierda nacional y constitucionalista, junto a nuestros habituales colaboradores liberales y conservadores. Trataremos de llegar a acuerdos de colaboración con medios de comunicación afines a nuestra ideología.
9º) Dadas las circunstancias ya descritas, que nos fuerzan a adelantar nuestro proyecto empresarial y con la finalidad de que todos los posibles inversores en la ampliación de capital que se propone sepan a qué atenerse, hemos aprobado una serie de decisiones sobre el futuro gobierno de la sociedad, que creemos imprescindible explicitar ahora y que tendrán su reflejo correspondiente en la documentación societaria de Libertad Digital, S.A.:
a) La ideología de Libertad Digital, S.A. es la defensa de la Constitución española, del estado de derecho y de los valores tradicionales. Todos ellos son principios irrenunciables y sólo podrán modificarse si así lo decidieran la totalidad de nuestros accionistas.
b) Durante un plazo mínimo de cinco años, no habrá ningún tipo de remuneración a los accionistas; no habrá, por tanto, ni dividendos, ni devolución de aportaciones sociales, ni ningún otro pago que pueda asimilarse a los anteriores.
c) La remuneración del equipo directivo de Libertad Digital, y de cualquier otro medio que pueda crearse posteriormente, será moderada, no recibirá stock options ni ningún otro tipo de pagos de naturaleza similar y reflejará el compromiso personal de los que desempeñen esos cargos con el proyecto ideológico de nuestra empresa.
d) En la ampliación de capital que se propone no existen derechos de suscripción preferente por parte de los actuales accionistas. No tendrán ningún valor –en este sentido–, por consiguiente, los derechos de las actuales acciones, a fin de asegurar, de este modo, que la totalidad de los ingresos que se consigan con la ampliación de capital que se propone se destinen al aumento de los fondos propios de la sociedad.