Antonio Izquierdo funda la revista política ESPAÑA EXPRESS para intentar sin éxito mantener un hueco en el sector mediático tras su despido de EL ALCÁZAR

En la sociedad de este último retazo del siglo XX ha triunfado la mentira y para dar la batalla de la verdad nace, desde su natural modestia, pero también desde una firmeza resolutiva ESPAÑA EXPRESS. No se puede ofrecer una ocasión más propicia para quienes, ideologías al margen, aspiren a esta primera ardua confrontación dialéctica, restablecer la norma que nos exige limpiar la plaza pública de chafarrinones, para que la realidad, dulce o amarga, triste o sonriente, prevalezca sobre cualquier clase de manipulación. Es una empresa sugestiva, aunque resulte difícil a ella vamos a consagrar nuestros más nobles empeños.

ESPAÑA EXPRESS tratará de servir, con la mirada tendida hacia el futuro, a una verdad tan explícita como es la de nuestra propia identidad nacional, gravemente erosionada por los burdos e interesados manejos que sobre su realidad física y espiritual se han operado a lo largo de unos años. Esta será nuestra primera dedicación y el punto de partida para demontar fantoches o falsificaciones a ráfagas de luz. Frente a la estrechez aspiramos al ágora y para ellos utilizaremos la piqueta de la palabra en un intento de reformar todo aquello que desde los designios secretos del maternalismo, económico o ideológico, ha sido malformado y resulta angosto o asfixiante. Especial interés y dedicación van a exigir de nuestro empeño las jóvenes generaciones de españoles, sometidos a la siniestra tortura del puro envilecimiento llevado a todas sus consecuencias en una maniobra de incalculables proporciones, que ha terminado por distorsionar la esencia natural de ser joven.

Largo y complejo es el camino que nos aguarda, firme el propósito de recorrerlo y suficiente el viático de las propias y sencillas convicciones.

No cabe aplicar un croquis geométrico. La Geometría y la Arquitectura son puntos de referencia para medir imperios, pero difícilmente servirán de identidad para la política, cuando la política descendida de su pura jerarquía de valores, se convierte en un vil chalaneo de intereses individuales, de grupos, facciones o partidos. No aspiramos a transformar nada por nosotros mismos, porque nuestra intención no tiene traducciones interesadas para este o aquel proyecto de inmediata o lejana organización pública. Queremos servir a la verdad y llegar a ella desde la identidad de España, que es tanto como decir desde las raíces de nuestra universal cultura, universal en su origen, en su proceso de integración, pero universal también – ahí está el V Centenario como un gallardete esplendoroso – en su proyección sobre todos los continentes y pueblos del Planeta.

Nace hoy este periódico que se yergue como independiente, porque tiene muy firmes sus raíces y sólo desde esta conciencia de identidad personal se puede concebir el diálogo abierto, el juicio sereno o la crítica exigente con todos y cada uno de los españoles que quieran escucharnos, con todas y cada una de las instituciones que constituyen el entramado político o administrativo del Estado, con todos los sectores sociales y económicos que se interesan en la vida colectiva de nuestras gentes. Ni nos excluimos ni excluimos a nadie, si entramos en el debate nacional y aún universal, lo hacemos sin otra dependencia que la de una escueta responsabilidad profesional. Como todo los seres racionales, aspiramos a un mundo mejor a una ideal primavera florecida sobre los rincones de un Planeta atormentado y dividido. Ojalá estalle la paz y sobre la visión tenebrosa de un mundo asolado por la tenacidad destructiva del hombre, renazcan la calma y florezcan los campos. Sabemos, sin embargo, que esa aspiración, quimérica por la propia soberbia humana, por los intereses que mueven a los unos sobre los otros  en el concierto de los pueblos y en relación de los individuos, sólo podrá ser posible en la tranquilidad de las conciencias y en la serenidad de las sociedades que recobren el sentimiento exacto de la existencia humana, tan alejada hoy de su realidad primaria y transcendente y tan carente, por otra parte de magisterios e ilusiones imprescindibles.

ESPAÑA EXPRESS quiere iniciar su camino con un saludo cordial, respetuoso siempre para todos, sin distinción, discriminación o reserva de ningún género.