2 noviembre 1986

Asesinado el mando de la ertzantza Genaro García de Andoáin en medio de una operación para salvar la vida al industrial secuestrado Lucio Aguinagalde

Hechos

El 2 de noviembre de 1986 murió asesinado D. Genaro García de Andoáin.

03 Noviembre 1986

La Ertzantza, en primera línea

EL PAÍS (Director: Juan Luis Cebrián)

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GENARO GARCÍA de Andoáin, responsable de la policía autonómica vasca muerto a tiros ayer por un comando de ETA en la operación en la que se rescató al industrial Lucio Aguinagalde, es el primer representante de la Ertzantza que cae en un enfrentamiento contra la organización terrorista. En la operación que libró a Aguinagalde del secuestro no participaron otras entidades antiterroristas del Estado, y aparentemente no fueron informadas del dispositivo puesto en marcha por la policía vasca.No es ésta la primera vez que la Ertzantza colabora de alguna manera a la lucha contra el terrorismo ni. tampoco es el primer ertzaina muerto por ETA. La. organización terrorista vasca se responsabilizó del asesinato, el 7 de marzo de 1985, del superintendente de la policía autonómica, teniente coronel Carlos Díaz Arcocha. Este asesinato coincidió con el inicio de la actividad antiterrorista de la Ertzantza, a la que ETA respondió con la brutalidad que le ha sido tradicíonalmente común.

Con todo, a nadie escapa el especial significado de la acción de ayer. García de Andoáin era un hombre de confianza del consejero del Interior del Gobierno vasco, Luis María Retolaza, una personalidad de mucho peso en el Partido Nacionalista Vasco. Lucio Aguinagalde, industrial, de 69 años, es el más veterano militante del PNV en Vitoría y había aceptado, una semana antes del secuestro, un cargo de responsabilidad en el tribunal municipal del partido. Así pues, tanto el secuestro como su resolución han supuesto un desafío abierto de ETA al PNV. El presidente del partido, Xabier Arzalluz, lo dijo en la Prensa de Bilbao: «El secuestro de Lucio Aguinagalde es un enfrentamiento directo de ETA contra el PNV. Nosotros estamos haciendo cosas hasta para localizarle, lo cuales difícil y peligroso». La realidad ha corroborado la sospecha de Arzalluz.La respuesta del PNY al desario de ETA pone de relieve la voluntad del partido gobernante en Euskadi de enfrentarse al terrorismo tanto en el frente político como en el policial. Un hecho significativo, sin duda, cuando subsiste en el País Vasco la discusión sobre a quién compete la responsabilidad de la lucha antiterrorista.

En ese debate, en el que no faltan los perfiles confusos, no debe perderse de vista que ETA es el enemigo común de las fuerzas democráticas que defienden el Estatuto de Guernica y la convivencia pacífica en Euskadi. Los terroristas extorsionan o secuestran sin distinción. Para la organización terrorista vasca, el enemigo se define como todo aquel que no está de acuerdo con sus planteamientos violentos.

La responsabilidad de acabar con el clima de violencia en Euskadi pertenece, por lo mismo, a todos. ETA asesina lo mismo a los ciudadanos que cruzan los semáforos cuando ellos deciden acabar con la familia de un militar que a los guardias civiles o a los niños que juegan en la calle.

Ese reto terrorista exige la colaboración práctica de todos los demócratas y de todas las instituciones públicas. El PNV se encuentra en estos momentos en una situación inmejorable para lograr una adecuada instrumentación de esa solidaridad. Y la asunción por la policía vasca de la lucha antiterrorista, en toda su dimensión y con todas sus consecuencias, es una noticia de primera magnitud que infunde toda clase de esperanzas.