La Hemeroteca del Buitre

UN MILITAR con un destino relevante en el Mando Logístico del Cuartel General del Aire ha publicado en una revista oficial de su arma un artículo en el que asin-ffla la política lingüística, que se desarrolla en Cataluña y en la Universidad de las Islas Baleares a una situación de «violencia contra el idioma común [que] es terrorismo cultural». Los partidos políticos catalanes han reaccionado unánimemente en contra de esta posición, y en su mayoría exigen la aplicación de sanciones contra la intromisión de este general -José Pablo Güil Pijuán-en la esfera política. La Universidad de las Islas Baleares le ha demandado ante los tribunales.Las políticas aludidas, y cualquiera otra, pueden ser objeto de crítica en su planteamiento, en su desarrollo o en algunos de sus detalles, por más que el nivel de consenso social y político con el que se despliegan es realmente muy alto, tanto en la Cataluña gobernada por el nacionalismo como en las islas gobernadas por el Partido Popular. Pero no es a los militares a quienes corresponde participar en el debate ni sobre esa ni sobre cualquier otra política, y menos con calificativos de «terrorismo cultural». Las funciones que les confiere la Constitución son muy otras. El hecho reviste mayor significación por cuanto el artículo de Güil Pijuán se ha publicado en una revista del Ejército del Aire: no hay lugar, pues, para interpretaciones erróneas. Por la entidad del asunto se hace más urgente la puesta en práctica de las medidas habituales en estos casos.