23 septiembre 2015

Más de 11 millones de sus vehículos instalaron un software para esquivar controles de emisiones de gas, haciendo creer que eras autos ecológicos

Descubierto fraude masivo en los coches Voklswagen: Dimisión de su presidente y CEO, Martin Winterkorn

Hechos

El 23.09.2015 presentó su dimisión el Presidente del Grupo Volkswagen, Martin Winterkorn.

Lecturas

UN REINADO DE CINCO MESES

En abril de 2015 Martin Winterkorn había logrado al fin todo el control del grupo forzando la dimisión del presidente Ferdinand Piëch, nieto del fundador de la compañía, tras un duro pulso entre ambos.

22 Septiembre 2015

Un fraude tóxico

EL PAÍS (Director: Antonio Caño)

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El grupo automovilístico Volkswagen (VW) ha admitido que engañó a la Agencia de Protección Ambiental de EE UU. Instaló en 482.000 vehículos vendidos en aquel país un sistema informático manipulado que bloqueaba la emisión de gases contaminantes de los motores en varios modelos diésel cuando se sabía que estaban siendo inspeccionados; superada la prueba, el vehículo volvía a emitir cantidades de gases muy por encima de los niveles admitidos.

Un fraude de tal calibre no queda zanjado con una simple sanción, por elevada que sea (puede llegar a los 18.000 millones de dólares), porque el daño para la credibilidad de VW es incalculable. La caída de sus acciones en Bolsa (ayer perdió un 18,6% de su valor en Fráncfort) indica que los inversores van a pasar factura. Además, su credibilidad queda muy tocada. Lo mismo que VW ha hecho en EE UU puede haberlo realizado en Europa; la posibilidad de que se exijan nuevas inspecciones a sus vehículos implica un daño económico y moral sin precedentes. Los compradores de automóviles pueden preguntarse para qué sirven unos controles que pueden burlarse con tanta facilidad.

Es necesario que se apliquen las responsabilidades políticas pertinentes, que deberían llegar hasta el presidente, Martin Winterkorn. Un fraude medioambiental es un delito tan grave como los financieros o los industriales; por lo tanto, debe ser corregido con la misma radicalidad.

23 Septiembre 2015

El ‘caso Volkswagen’ daña al motor diésel, la gran apuesta de los fabricantes europeos

EL MUNDO (Director: David Jiménez)

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El escándalo de las emisiones trucadas de algunos vehículos diésel de Volkswagen en Estados Unidos no sólo va suponer un severo varapalo para el futuro de la compañía alemana, sino que puede afectar negativamente a toda la industria del motor europea. Así lo han manifestado muchos expertos estos días y así se ha visto reflejado en las cotizaciones en Bolsa de las principales compañías. Porque toca de lleno un aspecto fundamental para el desarrollo del sector: los motores de combustión interna y el medio ambiente.

Europa es el principal mercado de los motores diésel, que han sido protegidos hasta hace unos años porque emitían menos dióxido de carbono al consumir menos combustible y se combatía así el efecto invernadero. A la vez, estos motores son más dañinos para la salud por la emisión de otros gases y partículas, como óxidos de nitrógeno, por lo que las autoridades habían establecido severos controles con el fin de limpiar lo más posible esas emisiones.

Las ayudas oficiales en los últimos 30 años han conseguido que las compañías hayan puesto especial interés en la fabricación de vehículos diésel, que han ido copando el mercado. En España el 65% de los coches que se vendieron en 2014 fueron diésel y éstos suponen alrededor de la mitad del parque automovilístico nacional. Con todo, gracias a la mayor conciencia de protección del medio ambiente, los gobiernos ya han empezado a ponerle trabas a esta tecnología, a pesar incluso de que los nuevos motores que salen ahora al mercado son cada vez más eficientes.

Aunque Volkswagen se ha saltado los controles de esa forma tramposa en Estados Unidos y sus coches han estado contaminando mucho más de lo permitido, está claro que Europa se va a ver obligada a revisar y endurecer las normas de control de emisiones. La patronal de la industria automovilística británica reconocía nada más conocerse la trampa de Volkswagen que «el sector acepta que los métodos vigentes no están actualizados» y que hay que estudiar un acuerdo con la Comisión para desarrollar controles de emisiones «que contemplen las nuevas tecnologías y las condiciones actuales de las carreteras».

Volkswagen estaba empezando a conseguir la introducción del motor diésel en Estados Unidos, donde sólo el 4% de los vehículos funciona con esta tecnología. Ese sueño se ha terminado y, además, se ha hecho un grave daño a la industria europea, la única que de verdad apostó por el motor diésel en el mundo. Volkswagen sufrió ayer la primera consecuencia de su tremenda torpeza: la dimisión de su presidente ejecutivo, Martin Winterkorn. No será lo único que cambie ni en la compañía alemana ni en el sector.